Kagami Taiga x Female Reader
—Todos listos, ¿verdad? Andando— Riko hablo mientras checaba que todos estuviéramos ahí como si de nuestra mamá se tratase.
—Sip, ya conté y somos los 11, bueno 13 contándonos a nosotras dos — le confirme, después de todo tenía que ayudarla pues yo era la manager.
Hyuga comenzó a quejarse del frío que hacía y le siguió Izuki. Kiyoshi-senpai recalcó que debemos estar atentos a no engriparnos, porque sería pésimo que algún jugador se enferme en estos momentos.
—Esperen ¿no olvidan algo importante? ¡Tenemos que celebrar nuestra victoria!— con alegría exclamó el que parecía un gato.
—¡No podemos!— al instante salto nuestro capitán.
—¿Qué? ¿Por qué?
—¿Qué no es obvio? En dos días volvemos a jugar, desde el tercero partido jugaremos todos los días. Aunque ganemos no hay tiempo para celebrar— explicó evidentemente.
—Parece buena idea, ¡vayamos juntos a cenar!— propuso la entrenadora ignorando completamente al pelinegro —Su recuperación también es importante. Así que deben de comer bien y dormir bastante.
—Riko-senpai tiene razón, el descanso es primordial para jugar bien así que una pequeña cena no estaría mal— además moría de hambre, aunque esto no lo dije.
—Tienen razón, además queríamos analizar juntos a nuestro próximo rival— el de cejas gruesas añadió.
—¿A dónde iremos? Comer afuera es costoso— Hyuga tenía un punto.
—Mmm mi casa está lejos— la castaña pronunció pensativa.
—Eh disculpen— una voz grave nos hizo girar a todos, era Kagami —Mi casa esta cerca— con su dedo rascó su mejilla.
Todos nos quedamos viéndolo un poco sorprendidos. Puedo asegurar que nadie se esperaba su propuesta.
•••
—Es... ¡Es enorme!— chillo fuerte Koganei, todos dejaron caer sus bolsos al ver el gran apartamento.
—Pasen— el pelirojo respondió.
—Kagami, ¿vives aquí tú solo?— preguntó el de lentes sin aún creerlo.
—Iba a vivir aquí con mi papá— bajo sus hombros restándole importancia.
—Kagami-kun, si que eres despreciable. Ya no seré más tu sombra— con su cara de poker hasta parecía que lo decía enserio.
—¡¿Por qué lo dices?!
Escuchaba su rara conversación pero estaba más concentrada observando el gran lugar en donde vivía. Realmente no podía creer lo impecable que estaba. Mis dos hermanos siempre tiene su habitación hecha un desastre, siempre creí que los hombres vivían en un basurero.