Casualidad | Kiyoshi Teppei

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Kiyoshi Teppei x Female Reader

Nunca entendí porque mi novio no me dejaba ir a ver sus partidos pero lo hice al llegar a uno de sorpresa.

Llevaba desde el cuarto anterior viendo el juego, como el equipo de mi novio lastimaban a esos chicos de casaca blanca y Makoto no hacía nada por detenerlos, es más, parecía disfrutarlo, parecía disfrutar el desespero del equipo contrario porque el árbitro no marcaba esas visibles faltas.

Hasta que llegó ese momento, desde las gradas vi a mi Makoto chasquear los dedos, me di cuenta que cada vez que lo hacían lastimaban a alguien aunque al principio solo  pensé que era coincidencia, sin embargo lo que sucedió me dejó claro el tipo de persona que era Hanamiya.

Dos chicos, uno de Seirin y uno de Kirisaki Daiichi saltaron por el rebote. El 7 blanco fue el que lo ganó, al caer colocó sus pies bien puestos en el suelo pero vi algo, el de verde le metió el pie a propósito dando con su pantorrilla y rodilla. Este no emitió ningún sonido pero no hizo falta porque de inmediato supe lo que sucedía, no por algo mi papá era traumatologo, seguramente era una fractura de rodilla.

Por la posición pude decir que no una simple, una grave. De hecho tan grave que podría necesitar cirugía.

Se escucharon murmullos por todo el público. Gracias a las chicas que estaban a mi lado pude saber el nombre de ese chico, era uno de los 5 reyes sin corona, Corazón de hierro, Kiyoshi Teppei.

El de lentes tomo por la camiseta a Hanamiya y le empezó a gritar incoherencias. Ese capitán estaba hecho una furia mientras que yo solo estaba decepcionada. Nunca me di cuenta que él lastimaba a los otros para conseguir la victoria ¡Era obvio que esa era la razón por la cual no me quería aquí! Me sentí tan estúpida por haber creído esa mentira de "Es que me pondrás nervioso"

Vi como llevaban al castaño en camilla hacia la clínica. El corazón se me estrujó, eso lo había hecho mi novio, o mejor dicho ex-novio.

El juego continuo sin la Estrella y aún así Seirin logró ganar por un punto, aunque era claro que si el otro hubiera seguido ellos hubieran ganado por mucho más.

En cuanto vi que los jugadores comenzaban a dispersarse bajé enfurecida en busca de ese tipo.

—¿(T/n)? ¿Qué haces aq-

No lo dejé terminar porque le solté una cachetada.

—Eres un desgraciado, Hanamiya. Esto se termina aquí y ahora, no me vuelvas a hablar en tu vida.

Tampoco me quede a escuchar su respuesta o sus tontas justificaciones. Salí del lugar con las lágrimas en mis ojos porque de alguna forma le llegué a tomar un gran cariño al pelinegro. Lo quería mucho, pero hoy decidí por fin quitarme la venda de los ojos.

Los meses pasaron, y tal y como esperaba no vi más a Makoto. Por una parte me alegro pero por otra me sentía un poco mal, pensaba que por lo menos yo signifique algo en su vida, me doy cuenta que no.

Iba bajando las escaleras de mi casa saltando escalón sobre escalón. Hoy tenia planeado ponerme a ver alguna serie y comer todas las provisiones que tengo guardadas en la cocina. Sin embargo, todo eso se esfumó cuando mi mamá me llamó pidiéndome hacerle un favor.

—¿Podrías llevarle esta comida y cambio de ropa a tu papá? Hace dos días que no ha podido venir, parece qué hay muchos lesionados últimamente— bromeó un poco con lo último.

—Si, claro— aunque por dentro quería decirle que no y quedarme haciendo nada, pero al menos haría mi buena acción del día.

Me dio todo en una bolsa, la tomé junto a mi celular, mi cartera y las llaves. Me despedí y salí rumbo al hospital donde trabaja mi papá. Lo bueno es que no me tomo mucho tiempo llegar ya que estaba relativamente cerca.

One Shots Kuroko no BasketDonde viven las historias. Descúbrelo ahora