¿Cómo te pedirían matrimonio?
Kuroko no basket x Female ReaderKise Ryota
—Ya Ryota, dime ¿a dónde me estás llevando?— cuestionaste —Te juro que si me pego con algo te dejo sin sexo una semana— Kise asintió con nervios aunque no lo pudieras ver.
El rubio te llevaba vendada de los ojos pues quería darte una sorpresa, algo que había estado planeando por semanas.
Hace rato habías sentido que habían entrado a una casa que claramente tú no conocías. Eso era lo más extraño.
—Llegamos— exclamó el rubio al abrir una puerta.
—Al fin. ¿Y ya me quitarás la venda o no?
—Solo espera unos segundos más (T/n)-cchi, no seas tan desesperada— río levemente y dejó un pico en tus labios.
—Me tienes vendada desde hace media hora, ¿cómo no quieres que esté desesperada?— no pudiste evitar hacer un puchero, querías saber que era lo que tanto te ocultaba.
—Espérame tantito. Iré por algo— escuchaste que se alejó y volvió a los segundos —Ya te voy a quitar la venda.
—¿Qué esperas? Vamos apúrate— la curiosidad te carcomía, ¿qué tontería tenía planeada ahora tú romántico novio?
Porque si, Kise Ryota era un romántico detallista a morir. Le encantaba darte regalos y sorpresas, estas cosas eran de todos los días.
—A la cuenta de tres. Uno, dos... tres.
La venda fue quitada de tus ojos y observaste el lugar. Era hermoso, había pétalos de rosas esparcidos por toda la habitación, velas, una botella de vino, globos, y finalmente en la cama con más pétalos estaba escrito, cásate conmigo.
—R-Ryota...— quedaste anonadada. Te giraste a verlo mientras tapabas tu boca con tus manos y te encontraste con él arrodillado con un anillo en mano.
—(T/a) (T/n), estoy enamorado de ti desde que me pegaste una cachetada cuando te confundí con una de mis locas fans...
—Oye, ya me disculpe por eso, no tienes que repetirlo...— te cruzaste de brazos avergonzada, no fue la mejor primera impresión —Espera ¿te guste desde ahí?— lo viste incrédula, pero él te ignoro porque siguió hablando.
—No te importaba que yo fuera un modelo famoso, siempre me trataste como a alguien normal y te agradezco eso. Desde que te pedí ser mi novia no he sido más que feliz por tenerte a mi lado, por poder decirle a todos esos chicos que eres mía. Me haz hecho el hombre más feliz del mundo, y sé que de ahora en adelante lo seguiré siendo. Por eso, ¿te quieres casar conmigo?