1. Familia

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CONTIGO

Asami se remueve un poco incomoda sobre la cama, es de madrugada y el sueño todavía no podía alcanzarla, su cuerpo estaba exhausto pero sin embargo no podía dormir. Pese al cansancio que le inundaba, su mente parecía no darle tregua. El trabajo en Industrias Futuro iba a la perfección, su empresa era la más solicitada en cuanto a Republic City y poco a poco iba adquiriendo de más notoriedad en las diferentes naciones. La modernización se volvía un tema de importancia en cuanto al desarrollo social y sin duda, Industrias Futuro era la empresa más solicitada para ello. La fortuna de los Sato se multiplicaba día con día, el trabajo nunca se acababa y la vida laboral se potencializaba cada vez más. Con todo lo anterior ligado a una vida privada satisfactoria, Asami aún no podía encontrar la pieza que le hacía falta a su existencia.

Hacía poco más de dos años que se había casado con el Avatar. Se había enamorado de Korra irremediablemente, había luchado contra aquel sentimiento hasta que un día, en aquellas vacaciones al mundo espiritual, el Avatar le había correspondido sus sentimientos. Su relación fue estable y Asami descubrió que nadie la hacía sentir tan segura, tan feliz, tan fuerte y al mismo tiempo tan débil, como Korra podía hacerlo. No había descubierto lo mucho que deseaba pasar su vida con Korra hasta aquel otro día, cuando le entregaban a ambas un reconocimiento por la reconstrucción de Republic City.

El avatar había pedido la palabra y en frente de toda la ciudad, en un evento televisivo, se había arrodillado frente a ella y sosteniendo un collar de la tribu agua entre sus manos, había hecho aquella pregunta..."¿Quieres compartir tu vida conmigo?"

El mundo se detuvo ahí por un momento, como si todo hubiese cobrado un sentido diferente y envolviendo a Korra entre sus brazos, había susurrado loque tanto anhelaba en su corazón. "Si quiero". Aún ahora, siendo la esposa del avatar, Asami no puede sentirse más afortunada. Pero pese a todo lo anterior, con la empresa más exitosa bajo su cargo y casada con la mujer más importante e influyente en el mundo entero...

Asami no puede entender porque siente que aún le falta algo. Hay una extraña inquietud en su corazón que no puede descifrar. Haciendo a un lado las sabanas se pone de pie y camina hasta la ventana de la habitación. La ciudad es tranquila afuera y el aire frío que silva al otro lado del cristal le recuerda que el invierno está bastante cerca. Asami se abraza a si misma mientras sus pensamientos siguen vagando. El silencio reina en la habitación un poco más antes de que un pequeño golpeteo se escuche, Asami puede deducir de quien se trata y una suave sonrisa se extiende por su rostro.

- Vuelve a la cama- Susurra sin apartar la vista de la ciudad mientras unos fuertes brazos le rodean la cintura.
-¿Y crees que puedo dormir sin que estés a mi lado?- La voz adormecida de Korra inunda sus oídos y Asami no se puede sentirse más afortunada.
- Lo haces cada vez que te vas a otras ciudades a cumplir tus responsabilidades, avatar- Y hay un pequeño reclamo que la misma ingeniera no sabe si es real o solo fingido. Korra ríe apenas contra su hombro y su cálido aliento le roza el cuello sin querer.
-¿Por qué no vuelves a la cama?- El avatar insiste depositando un beso sobre su hombro derecho. Asami no responde, aunque vuelva a la cama sabe que no podrá conciliar el sueño.
-¿Estas bien?- Pregunta Korra con cierta preocupación. La ingeniera se toma un momento antes de afirmar con un movimiento de cabeza. El silencio inunda la habitación por un rato.
- Ven- El avatar pide mientras sostiene una de las manos de la otra mujer y con pasos cortos hace su camino hasta la cama.
-¿Quieres hablar?- Pide dejándose caer mientras espera que Asami imite la acción. La más alta se lo piensa un poco antes de empujar suavemente el pecho del avatar haciéndola retroceder unos pocos centímetros, y con un movimiento suave se pone a horcajadas sobre sus piernas.
-¡Wow!- El avatar hace una expresión de sorpresa sin estar muy segura de lo que está pasando.
-¿Justo ahora?- Pregunta entre divertida y confundida. Asami sonríe antes de envolver sus brazos por sobre el cuello de la otra mujer. –Abrázame- Pide suavemente contra su oído. Es aquí donde el avatar descubre que la intención no es erótica, más bien, Asami busca sentir seguridad. Korra desliza sus manos por sobre la delgada espalda de la otra mujer y la acaricia con dulzura.
-¿Está todo bien?- Pregunta mientras deposita suaves e inocentes besos sobre las porciones de pie que están a su alcance.
- Mañana te irás a la nación del fuego- Asami le recuerda mientras deja caer su barbilla sobre el hombro de la otra mujer.
-¿Qué voy hacer sin ti tantotiempo?- Pregunta con un tono entre triste e infantil. El avatar sonríe, nadie nunca vería esta faceta de Asami y eso la hacía sentirse especial.
- Solo será una semana- Responde sin detener sus caricias.
- Es mucho tiempo- Asegura Asami sin estar segura de adonde se dirigía aquella conversación.
- No lo veras pasar, estarás ocupada en el trabajo y el taller, llegaras cansada a casa y dormirás mucho para estar perfecta el día siguiente- Korra segura tratando de restarle importancia a su ausencia.
- Siempre que tienes que irte y me quedo sola...- Asami no está segura de querer continuar lo que está a punto de decir.
–La casa se siente tan grande y vacía- Tras mencionar lo último, la ingeniera se apartó del abrazo, dejando sus manos descansar sobre los hombros de la morena mientras la miraba a los ojos.
-¿Y por qué no viene conmigo?- Korra pidió más animada. Asami negó con un movimiento de cabeza.
- Sabes tan bien como yo que no puedo hacer eso- Responde con cierta tristeza y el avatar puede leer la nostalgia a través de sus ojos.
- Lo siento cariño...- Korra susurra por lo bajo, la soledad de Asami la alcanzó.
–Me encantaría poder cambiar las cosas y no tener que irme, no tener que dejarte sola- La ingeniera mueve la cabeza hacia adelante y su frente alcanza la de Korra. El silencio invade un segundo la habitación antes de que un pensamiento fugaz inunde los pensamientos de Asami.
-Korra...- Susurra apenas, con un hilo de voz aun sin estar segura de lo que dirá.
-¿Recuerdas lo que hablamos hace algunos meses?- Asami pregunta con inseguridad y el avatar la mira confundida.
-¿Sobre qué?- Pregunta la morena sin estar segura de nada. La ingeniera se aparta un poco antes de continuar.
-¿Aquella vez que dijiste... dijiste que... que te gustaría tener... un bebé?- Las mejillas de Asami están coloradas mientras recuerda aquella discusión donde le prohibió a Korra volver a mencionar el tema. El avatar permanece un rato en silencio, incrédula a lo que acaba de escuchar.
-¿Un bebé?- Pregunta casi con miedo. Asami asiente con un movimiento de cabeza. Korra la mira perpleja, aun no puede entender a qué viene el tema.
–Lo recuerdo...- Susurra después de un silencio casi incómodo. –Recuerdo que dijiste que no...- El avatar comienza a balbucear con nerviosismo.
- Se lo que dije- Asami le interrumpe.
–Pero...- Hace una pausa sin estar convencida del todo. ¿De verdad era ella quien estaba sacando el tema? –He estado pensando en ello, cada vez que te vas y la casa se queda vacía...- Hace una pausa sin saber cómo continuar.
–A veces creo que lo tenemos todo pero entonces... entonces algo falta, hay como un vacío aquí...- Asami se lleva una extremidad hasta el pecho y Korra puede ver tristeza en su mirada.
–No es que tú y yo no seamos suficientes, es que me encantaría tenerte aquí aun cuando no estés. - Y el avatar está segura que todo lo que ha escuchado parece no estar ligado entre sí, pero sí que significa mucho para ella.
-¿Hablas enserio?- Pregunta sin creerlo del todo. Asami afirma con un movimiento de cabeza.
-¿Te gustaría formar una familia conmigo?- Pregunta el avatar casi al borde de las lágrimas. Asami sonríe con nerviosismo.
–Ya somos una familia, pero si, supongo que me encantaría compartir mi familia con un pequeño- La ingeniera puede sentir de pronto que sus mejillas están húmedas, no sabe decir desde cuando ha comenzado a llorar.
- Eso es increíble, Asami- Los ojos húmedos de Korra se iluminan de pronto, sin duda que está emocionada.
–Un hijo contigo es el mayor de mis sueños- Y la ingeniera sabe que no miente, una preciosa sonrisa se extiende a través de sus labios, de pronto el avatar se pone de pie y envolviéndola en un abrazo,le da vueltas mientras besa sus labios y sus mejillas.
- Podemos hacer esto Korra, podemos ser madres, sé que podemos- Asami susurra más para sí misma que para la otra mujer.
- Nunca lo dudaría- Korra continua expresando su emoción mientras la envuelve entre sus brazos y la llena de besos.

Esa noche, el avatar le hizo el amor hasta que ya no tuvo fuerzas y fue en la seguridad de sus brazos que Asami pudo por fin conciliar el sueño. Era verdad que tenía miedo de no ser una buena madre, pero con Korra a su lado, seguro que todo sería más fácil.

Mi vida a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora