En ese mismo instante vio todo su mundo derrumbarse, como todo lo que logró construir con años de esfuerzo titánico y amor se hacía añicos frente a sus ojos, y él... él no podía hacer nada más que lamentarse, sentirse culpable porque después de todo, solo él cometió tal imprudencia.
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Rió a carcajadas por novena vez está noche. Se supone que deberían de estar de camino a la convención a la que su pareja y él fueron invitados hace aproximadamente media hora, pero no han podido ponerse en marcha ya que su terco esposo, se niega a dejar que lo ayude con su problema.
-¿Todo bien ahí?-cubrió sus labios con una mano, avanzando hasta el cuerpo contrario que se veía en un espejo de cuerpo completo.-¿Lo has logrado ya?
-Silencio Steve, me distraes-se quejo gruñendo en el proceso, ya que el estúpido nudo de la corbata se deshacía o no salía como debería.-Maldita sea...-murmuró estresado.
-Lenguaje, es una regla-le hizo recordar ladeando la cabeza como un cachorrito confundido.-¿Puedo ayudarte?
-No-respondió de inmediato.-Yo puedo solo, en serio no... te preocupes... oh ¡Carajo!
-¡Stephen!
El mencionado puso los ojos en blanco para finalmente darse la vuelta encarando a su rubia pareja, dispuesto a dejarse hacer por este. Negando sus manos volaron hasta el pecho del hombre, donde descansaba el pedazo de tela muy fino y de color gris que contrastaba con el traje negro de su marido. Resopló realizando el dichoso nudo rápidamente para después apretarlo y alisar la corbata dejándola dónde estaba anteriormente. Con una sonrisa orgullosa entrelazó los brazos, esperando.
-Okey, mis disculpas-terminó por admitir.-Lo siento por molestarte con mis cosas, pero sabes que no me gusta que me ayuden.
-Arrogante-asintió.-Lo sé, pero soy tu esposo cariño, aunque sea déjame consentirte, por más insignificante que sea. No seas así conmigo-hizo un puchero bastante infantil, acortando la distancia para abrazar al doctor, pegándose mucho a él.-O me pondré mal, muy, mal.
-¿En serio? Pobre de ti mi amor, trataré de ser más comprensivo-cerro los ojos inhalando el delicioso aroma de la loción del soldado. Le siguió la corriente besando ese adorable mohín.-¿Me perdonas?
-Solo porque llegaremos tarde, sabes que soy fanático de la puntualidad, y esto-señaló el reloj digital en la mesita de noche.-No va conmigo, mira la hora que es.
-Cierto, vamos entonces.
Formó una sonrisa galante que le provocó sensación de mariposas en el estómago al ojiazul. Revoloteando sus rubias, largas y espesas pestañas entrelazó su mano, donde tenía su bellísimo anillo de bodas, con la de su amada otra mitad.
-Andando.
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El Lamborghini negro, auto favorito de Strange, iba a una velocidad bastante alta preocupando a Steve que se agarró instintivamente de la correa de seguridad que rodeaba su bien trabajado cuerpo, que se tenso aún más ya que era una carretera peligrosa, y por supuesto, la lluvia que caía a cántaros de repente se hizo presente cuando estuvieron a mitad de camino. Las llantas chillaban por el asfalto mojado poniéndole los pelos de punta.
-Amor baja un poquito la velocidad-pidió con pánico.-Podría suceder un accidente.
-No pasará-aseguro sonriente.-Además dijiste que querías estar lo más pronto posible allá, así que no te preocupes Stevie, estamos bien.
Aseguro con una sonrisa, llevando rápidamente una mano hasta el cabello de su asustadizo Capitán para acariciarlo. Inmediatamente se relajo con su toque, incluso pudo oírlo ronronear como gato embobado.
-Oye, no sabía que podías hacer eso.
-Bucky me enseñó-recordó con los ojos cerrados.-Una técnica infalible para molestar a Nat.
-Es tierno.
-Gracias cielo-sonrió sonrojado.-Pero de todas formas reduce un poco la... ¡CUIDADO STEPHEN!
No tuvo tiempo de reaccionar, solo escucho el claxon descontrolado de un camión, después los gritos desesperados de Steve que lograron aturdirlo, aunque no más que el carro dando vueltas hasta chocar contra las barandas de seguridad, logrando sobrepasarlas. Cayendo estrepitosa y dolorosamente por el risco.
Antes de caer inconsciente por el dolor punzante en su cara y espalda, vio desorientado como el cuerpo de Steve colgaba del asiento con mucha sangre corriendo y manchando su bonito rostro ahora lleno de heridas abiertas, la carne expuesta a muchas infecciones.
•••
¡Nuevo fic!
Y nada mejor que hacerlo con la preciosa pareja de Steve y Stephen. Un semi AU que se me ocurrió viendo Dr. Strange, así que espero disfruten de este mini fic.
Edit: Llevo desarrollando este libro desde hace dos años y apenas es que lo publico 😅, no me odien.
¡Los amo! ❤️
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➳𝑨𝒃𝒓𝒂𝒄𝒂𝒊𝒅𝒂
Fanfiction¿𝑸𝒖é 𝒔𝒖𝒄𝒆𝒅𝒆 𝒄𝒖𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒔𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒕ú 𝒎𝒖𝒏𝒅𝒐 𝒆𝒔𝒕á 𝒂 𝒑𝒖𝒏𝒕𝒐 𝒅𝒆 𝒕𝒆𝒓𝒎𝒊𝒏𝒂𝒓? ¿𝑬𝒓𝒆𝒔 𝒄𝒂𝒑𝒂𝒛 𝒅𝒆 𝒉𝒂𝒄𝒆𝒓 𝒄𝒖𝒂𝒍𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓 𝒄𝒐𝒔𝒂, 𝒏𝒐? 𝑺𝒕𝒆𝒑𝒉𝒆𝒏 𝒕𝒂𝒎𝒃𝒊é𝒏...