C5 "ꪊ᭢ ꪉꫀకꪮ".

486 48 12
                                    

En la noche

Josefina: ¿Cómo les fue?

Sebastián: Súper bien ¿Verdad señora?

Mariana: Si, hacía tanto no me sentía tan tranquila y en paz al caminar por las calles, recorrer el pueblo sin que nadie te note.

Josefina: Mari, hace tanto no te veía con esa sonrisa y esos ojitos, se nota que disfrutaste, gracias por esto Sebastián.

Sebastián: De nada y no te preocupes que comió bien.

Mariana: No soy una niña para que me cuiden así.

Josefina: Si lo eres y mal criada.

Mariana: Ay ya!! Me voy a dar un baño.

Josefina: Te voy a preparar algo de comer y a ti también Sebas.

Sebastián: Gracias Josefina, iré a bañarme y regreso.

Habitación de Mariana

Josefina: Te traje algo de comer

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Josefina: Te traje algo de comer.

Mariana: Gracias.

Josefina: ¿Estás bien?

Mariana: Si ¿Porque?

Josefina: Por esa carita, te conozco bien Mari.

Mariana: Estoy bien Jose, solo cansada del viaje, hacía tanto que no salía así.

Josefina: Ajá, y que bueno que es Sebastián ¿No?

Mariana: Si, la verdad me hizo mucho bien esta salida y todo gracias a él.

Josefina: Claro, me imagino, te dejare para que comas y todo por favor.

Mariana: Si Josefina, por Dios.

En la cocina

Josefina: Ay Mariana, te conozco tanto, esos ojos no los veía hace mucho, brillan y creo que es por ese muchacho.

Sebastián: ¿Ahora hablas sola Josefina?

Josefina: Ay niño, me asustaste, solo pensaba en voz alta.

Sebastián: ¿De que?

Josefina: Cosas de vieja, y nunca me equivoco, pero no importa ven a cenar que debes tener mucha hambre.

Sebastián: Si bastante (sentándose).

Josefina: Cuéntame cómo les fue.

Sebastián le platicó a doña Josefina del viaje, ella lo veía con atención y se daba cuenta que él, cada vez que nombraba a Mariana sus ojos brillaban y no se equivocaba, ambos estaban enamorados...

A la mañana siguiente

Sebastián: Ya estoy listo señora.

Mariana: Ok, ya vámonos.

Más tarde después de una entrevista con periodistas y dar unos discursos, se fueron a la oficina en la noche...

Mariana: Sólo tomo unos papeles y nos vamos.

Sebastián: Si señora, fue un día largo ¿no cree?

Mariana: Si mucho, estoy muerta.

En eso a Mariana le dió un mareo y Sebastián la tomó de la cintura inmediatamente...

Sebastián: ¿Señora que le pasa? (nervioso).

Mariana: Sólo fue un mareo (mirándolo a los ojos) ya es-toy bien.

Sebastián: Mhm (acercándose la besó).

Mariana: Se-Sebastián, no (separándose de él) no por favor no

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mariana: Se-Sebastián, no (separándose de él) no por favor no.

Sebastián: Perdón señora, es que, que me deje llevar, lo siento.

Mariana: Es mejor irnos, esto no debió pasar y no paso ¿Le queda claro?

Sebastián: Pero...

Mariana: Nada!!!! Vámonos.

En el coche no hablaron ni una palabra, al llegar a la casa Mariana subió directamente a su habitación...

Josefina: Sebas ¿Dónde está Mariana?

Sebastián: Ya se fue a su recámara.

Josefina: Le llevaré algo de comer.

Sebastián: Si, no ha comido nada en todo el día y hoy casi se desmaya.

Josefina: Ash está niña!! Siempre lo mismo, pero (achicando los ojos) ¿A ti que te pasa?

Sebastián: Nada ¿Porque?

Josefina: Mira niño, nos conocemos hace poco pero siento que ya se de ti, algo pasa.

Sebastián: Jóse ¿puedo confiar en ti? Es que me siento mal y no tengo a quien contarle, bueno, Dante es buena onda pero siento que puedo confiar más en ti y tú conoces mejor a la señora.

Josefina: Suéltalo ya.

Sebastián: Hace un rato en la oficina, la besé.

Josefina: Estás enamorado de ella ¿Cierto?

Sebastián: Como un loco.

Josefina: Me di cuenta y se que a ella le pasa algo pero no lo dirá, esto debe ser muy fuerte para Mariana pero dale tiempo, se que eres un hombre muy bueno.

Sebastián: Pero es que no tendría que haberlo echo Josefina.

Josefina: Así es el amor, ella merece eso y más pero hay cosas que la atan, y más el pasado.

Sebastián: ¿Pasado?

Josefina: Si pero tiene que ser ella que te lo diga.

Sebastián: Gracias por entender.

Josefina: No me agradezcas, tu la amas de verdad, yo lo sé.

Sebastián: ¿Puedo abrazarla?

Josefina: Claro, ven aquí (abrazándolo).

Cuál crees que sea ese pasado de Mariana?

El Guardaespaldas y la Primera DamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora