C11 "ꪑỉꪖ".

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Paso un mes en el que Mariana se estaba recuperando, ya no tenía el yeso pero tenía que hacer ejercicio para recuperar la movilidad de la pierna, Sebastián estaba a cada momento a su lado....

Sebastián: Despacio amor.

Mariana: Es que odio el bastón, me veo más vieja aún.

Sebastián: Tu te ves bien con lo que sea, además tienes que usarlo hasta que los músculos de la pierna tengan más fuerza.

Mariana: Ash, ok pero dame la mano.

Josefina: Lo haces bien Marian, estás caminando casi perfecto ya.

Mariana: Y el doctor dijo que no fue más grave gracias al vendaje de Sebas.

Sebastián: Me debes una y me la voy a cobrar.

Mariana: No le hable así a su jefa señor Roca.

Entre risas y juegos Josefina los miraba y estaba tan feliz de ver a Mariana así, como hace tanto no la veía, con esa sonrisa y tan enamorada y feliz y todo gracias a Sebastián...

Entre risas y juegos Josefina los miraba y estaba tan feliz de ver a Mariana así, como hace tanto no la veía, con esa sonrisa y tan enamorada y feliz y todo gracias a Sebastián

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Mariana: Ya Sebas, si me haces reír no puedo tonto.

Sebastián: Ya está bien, prometo no hacerte reír, pero si me das un beso primero.

Mariana: Así no vamos a terminar el ejercicio.

Mariana: Así no vamos a terminar el ejercicio

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Sebastián: Uno (la besó).

Josefina: Basta chicos (riendo) yo mejor los dejo solos.

Mariana: Ya amor, en serio, ya estoy cansada.

Sebastián: Ok, está bien pero te ayudo con el baño.

Mariana: Claro que no, tu te quedas aquí.

Sebastián: Uffa!!

Después de darse una ducha Mariana se puso la bata de leopardo y salió...

Mariana: Pensé que te habías ido a tu habitación.

Sebastián: Quería darte las buenas noches (tomándola de la cintura).

Mariana: ¿Que hiciste conmigo niño? Me siento como una adolescente.

Sebastián: Solo amarte hermosa (la besó).

Mariana: Sebas, quiero ser tuya (mirándolo a los ojos y el sonrió).

Sebastián: Y yo te deseo tanto mi amor (la besó).

Sebastián: Y yo te deseo tanto mi amor (la besó)

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Un beso suave, saboreando los labios uno del otro, sus lenguas comenzaban a jugar, Sebastián tenía solo el pantalón pijama sin nada arriba, Mariana debajo de la bata estaba desnuda, besó su cuello

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Un beso suave, saboreando los labios uno del otro, sus lenguas comenzaban a jugar, Sebastián tenía solo el pantalón pijama sin nada arriba, Mariana debajo de la bata estaba desnuda, besó su cuello...

Luego desató la bata y suavemente la abrió y la dejó caer, por unos segundos admiro el cuerpo de Mariana, tan perfecto, tan hermosa, tan deseable, se quitó el pantalón de pijama quedando solo con el boxer, la cargó y la recostó en la cama, se puso...

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Luego desató la bata y suavemente la abrió y la dejó caer, por unos segundos admiro el cuerpo de Mariana, tan perfecto, tan hermosa, tan deseable, se quitó el pantalón de pijama quedando solo con el boxer, la cargó y la recostó en la cama, se puso encima de ella, pasando sus labios en su piel, besando cada rincón de su cuerpo, mientras Mariana disfrutaba y soltaba unos gemidos, volvió a los senos apretandolos y besando los pezones, la hacía enloquecer de placer, Mariana arqueaba su espalda, hasta que Sebas bajo a la intimidad y al sentir el aliento Mariana gimió y apretó las sábanas, su lengua se movía sin parar, sabía dónde y cómo besar y ella estaba en la cima del éxtasis, movía sus caderas más y más sientiendo como su orgasmo llegaba, apretó las sabanas más fuerte hasta que acabo, Sebastián subió por el vientre con besos, hasta llegar a sus labios, ella lo tomó del cabello y lo besó con locura, quedo ahora encima de él, besando su pecho, haciendo una línea recta hasta llegar a la erección, la tomó en sus manos y la metió en la boca, lamiendo y haciendo que Sebastián soltara un gemido bastante fuerte, sentía como si conociera todo de él, que le gustaba y como, lo hacía perfecto y Sebas ya no podía más, la tomó y la dejó debajo de él otra vez, abrió las piernas de Mariana y entró en ella de golpe, ambos gritaron de placer, esos cuerpos que tanto se deseaban ahora se pertenecían, eran uno solo, Sebas se movía más rápido sintiendo como ya acababa dentro de ella y Mariana tampoco podía más, otro orgasmo arrasaba con ella hasta acabar los dos....
Después se quedaron unos minutos abrazados y haciéndose mimos...

Sebastián: Ahora sí eres mía, solo mía.

Mariana: Me sentí tan bien mi amor, como si nos conociéramos de siempre.

Sebastián: También sentí eso y jamás ame tanto, te amo cosita mía.

Mariana: Sebas, estuve pensando en si seguir con todo esto de la política.

Sebastián: Pero es tu sueño.

Mariana: Lo se pero también tú me enseñaste que puedo vivir en paz, como la gente normal y eso también me gustaría.

Sebastián: ¿Dejarías todo por mi? Cambiarías tu vida de lujos?

Mariana: Por amor si y mi amor eres tú.

Sebastián: Mi amor (con lágrimas en los ojos).

Mariana: Tu me diste un motivo para vivir.

Sebastián: Y tú eres el mío para seguir mi amor (abrazándola la besó) mi cosita hermosa.

El Guardaespaldas y la Primera DamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora