C7 "కꫀᨶꪊꫀకᡶꪹꪮ".

526 52 13
                                    

Mariana: No, por favor no (separándose de él).

Sebastián: Señora por favor (sin soltarla aún) la amo, la amo demasiado.

Mariana: Quiero estar sola, por favor.

Sebastián: Está bien pero esto no quedará aquí.

Sebastián la miro hasta salir de la oficina, Mariana no sabía que sentir, que hacer, espero un rato y se fue a su recámara...

Mariana: Estás loca Mariana (mirándose al espejo) no puedes enamorarte de tu guardaespaldas y menos de un jóven, tu sabes que no puedes enamorarte, no puedes.

Esa noche fue muy larga para las dos, Sebastián estaba más enamorado que nunca, había probado esos labios tan suaves y hermosos, ese beso que ella le correspondió y allí entendió que a  Mariana si le pasaban cosas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Esa noche fue muy larga para las dos, Sebastián estaba más enamorado que nunca, había probado esos labios tan suaves y hermosos, ese beso que ella le correspondió y allí entendió que a Mariana si le pasaban cosas...

Al día siguiente
10 a.m.

Josefina: ¿Ya desayunaste?

Mariana: Si Jóse, tengo que irme ya.

Josefina: Pero apenas probaste, toma una tostada.

Mariana: Ash, dámela (tomándola) porque sino te pones inaguantable.

Josefina: Porque quiero que comas niña.

Mariana: Estoy comiendo mira (dándole una mordida a la tostada) Dante ¿Está todo listo?

Dante: Si señora, el chófer y Sebastián la están esperando afuera.

Mariana: Ok, gracias.

Sebastián le abrió la puerta del coche y luego subió él, ambos sin decir una sola palabra...

Chófer: ¿A dónde vamos primero señora?

Mariana: A la reunión con el intendente.

Cuando el coche paró en un semáforo se escuchó un golpe tremendo, algo impactó con fuerza el auto, Sebastián intentaba salir pero la puerta estaba trancada, miró adelante y el chófer estaba inconsciente, enseguida miro a Mariana y entre todo ese humo y caos vio que le sangraba el rostro, ella estaba muerta de miedo....

Sebastián: Señora, señora ¿Está bien?

Mariana: Me duele la pierna, me duele.

Mariana: Me duele la pierna, me duele

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El Guardaespaldas y la Primera DamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora