Devoción Melancolica

4. La Serpiente

Después de eso Hongjoong decidió tomar un baño, se relajó bajo el agua caliente, dejando que sus músculos se relajaran. La sensación le gustaba y amo la forma en la que sus lágrimas se combinaron tan bien, que ni siquiera él podía decir que estaba llorando.

Se dijo que estaba bien, solo era el cansancio de estar en esa casa, pero en realidad sabía que eso era ya más una costumbre que otra cosa. Desde hace muchos años atrás, ni siquiera podía recordar desde cuándo, era algo tan normal que jamás se preguntó cómo sería ser diferente.

Regresó al cuarto con una toalla alrededor de su cintura, cerró la puerta y se acercó a su cajón donde sacó su ropa limpia, también decidió cambiar de pijama.

Se cambió bajo la mirada atenta del gato, lo cual lo hizo reír, seguro el gato estaba curioso por lo que hacía, se cambió después de ponerse un poco de crema. Salió de nuevo solo para dejar colgada su toalla en su lugar en el baño, poco después ingresó al cuarto y descubrió al gatito intentar abrir su cajón, rio antes de acercarse y cargarlo para dejarlo en su cama.

—Luego te traeré algo para que juegues ¿Si? —su cabello todavía goteaba así que intento alejarse del gato para que no sintiera el agua.

En lo que su pelo se secaba sacó su laptop y comenzó a jugar, se centró tanto que no se dio cuenta de la hora, era un poco tarde así que guardo su progreso antes de apagar la laptop, miró hacia atrás y ahí estaba su gato, dormía tan tranquilo que se sintió celoso.

Se acostó moviendo un poco al gato, este en cuanto sintió el calor se acercó, Hongjoong formó una sonrisa y espero que esta vez logrará dormir sin tener de por medio otra de sus horribles pesadillas.

Pero eso no se acabaría pronto.

La sangre comenzó a caer de las paredes, Hongjoong miró esto con terror mientras retrocedía, pero al final chocó con él cuerpo de ese sujeto de antes, tenía la cabeza de cerdo más verdosa por lo podrida que estaba.

Tenía tanto miedo, intentó correr, pero unos fuertes brazos lo atraparon, jadeo asustado cuando miró los brazos, los cuales tenían heridas abiertas, miró un poco más de lo necesario pues un gusano se movió dentro.

Salto, no quería que esa cosa tocará su piel, logró soltarse del tipo y corrió lejos, corrió tan rápido como le era posible y llegó un punto donde vio un tren, se subió sin pensarlo mucho, solo quería huir, pero tuvo la mala suerte de encerrarse en un vagón lleno de muñecos, miró al arlequín y se sorprendió al ver sus ojos llenarse de sangre. Poco después todas las muñecas se rompieron, pedazos de porcelana salieron volando y Hongjoong lloro cuando una de esas piezas se clavó en su mano.

Escucho risas, muchas risas y carcajadas molestas y agudas, también escucho de fondo algunos gritos. De repente se encontraba cavando un agujero donde metió al arlequín y de ahí salió una gran serpiente.

Hongjoong retrocedió dejando caer al muñeco, esa serpiente se veía distinta a cualquiera que haya visto, tenía pieles humanas cocidas como su piel, además de que sus ojos eran saltones. Estaba por gritar cuando su grito se ahogó a causa de que la serpiente se metió en su boca. Sintió como estaba bajaba por su garganta, era asqueroso, podía sentir como jugaba con sus entrañas hasta que apretaron su corazón.