6. Regresión

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Hongjoong abrió los ojos y ahí estaba Seonghwa, lo abrazo de inmediato, el gato pareció sorprenderse un poco, pero en poco tiempo ya lo tenía sujetado con fuerza mientras tarareaba una dulce canción

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Hongjoong abrió los ojos y ahí estaba Seonghwa, lo abrazo de inmediato, el gato pareció sorprenderse un poco, pero en poco tiempo ya lo tenía sujetado con fuerza mientras tarareaba una dulce canción.

—Todo estará bien —le prometió y Hongjoong se aferró a esas palabras como si fueran una oración— te protegeré —acarició su cabello de color blanco.

Hongjoong estuvo un buen rato así hasta que su abuela le grito, tuvo que arreglarse y separarse, bufo en cuanto el frío lo golpeo, era horrible, se sentía solo sin Seonghwa.

—Prepárate, iremos a recibir a tu papá —la voz de su abuela era fría, todo en esa casa era horrible, esperaba no tener que ir.

—Ya quedé con mis amigos —dijo, no iría con su padre, no lo haría. Quería mantenerse alejado de ese sujeto el tiempo que pudiera.

—Tu papá es más importante que tus amigos —trato su abuela, ella no entendía porque, su hijo era bueno con toda su familia, siendo el proveedor.

—Mis amigos son más importantes —gruñó y su abuela se molestó, lo pudo notar por la mueca— ese sujeto no me interesa —y con eso se retiró, había tratado, pero el tema de su padre lo ponía de los nervios, lo odiaba.

—Creo que eso no salió bien —escucho la suave voz de Seonghwa, sonrió, al menos tenía al gato a su lado. Se tiró a la cama y rodó hasta quedar envuelto en las cobijas.

—No saldré, el esposo de mi mamá solo quiere molestarme —miró hacia Seonghwa y este pareció divertido con toda la situación, Hongjoong parecía hacer una rabieta— siempre me grita y me dice que debo mejorar... Y luego me dice que siempre ha intentado ser un buen padre —soplo molesto de solo recordar esa vez. Seonghwa se vio interesado así que decidió contarlo, no perdía nada.

Estaban en el carro, habían ido a visitar a su abuela, y cuando se hizo de noche decidieron que era hora de regresar, el camino era largo y esa vez se sintió especialmente eterno. Hongjoong miraba al frente, viendo los carros frente al de su papá cuando de repente este habló.

—Si tienes algo que decirme puedes hacerlo —eso lo había tomado por sorpresa así que volteo confundido— me refiero, siempre te he dado la libertad de opinar esto hizo que Hongjoong rodará los ojos, pero no dijo nada— en el pasado cometí muchos errores, pero recuerda que era padre primerizo, tú fuiste el primero y lamento que hayas tenido que pagar muchos platos rotos, pero ya había hablado contigo y me disculpo por eso —sus dedos tamborilearon en el volante.

Hongjoong trato de mantener sus lágrimas adentro, parpadeo varias veces y solo parecía cansado.

—Tu mamá y yo te damos la libertad suficiente para que confíes en nosotros y puedas decirnos cuando te sientas mal, solo no lo olvides, soy tu padre —seria lindo si la mente de Hongjoong no estuviera inundada de malos pensamientos.

«Jamás confiaría en alguien como tú». Quiso decirle, pero eso jamás salió de sus labios, solo los junto con fuerza y no dijo nada, su padre tampoco tuvo ganas de continuar porque ya no dijo nada. El camino fue tenso y Hongjoong tuvo que soportar el querer arrancarse la piel con sus propias uñas.

Devoción MelancolicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora