5. El Gato

120 18 0
                                    

Abrió los ojos descubriendo que la luna brillaba, se sentó de golpe, tocó su cabeza sintiendo un ligero mareo, miró a su alrededor, la ventana estaba abierta de par en par y ahí se encontraba el gato, no era nada raro, pero esos ojos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Abrió los ojos descubriendo que la luna brillaba, se sentó de golpe, tocó su cabeza sintiendo un ligero mareo, miró a su alrededor, la ventana estaba abierta de par en par y ahí se encontraba el gato, no era nada raro, pero esos ojos... Eran ojos tan brillantes como las galaxias y no estaba seguro de que estuviera bien.

No pudo dormir después de eso, todavía mirando al gato, pensando que lo que había visto no era una pesadilla, no era ningún sueño, tenía que ser real, lo había sentido real.

—¿Qué...? —la voz no salía tan fuerte como quería, dejo escapar un sollozo cuando el gato brinco acercándose, trato de alejarse y de un momento a otro termino en la ventana.

El viento en su rostro se sintió demasiado bien, olvidando todos sus problemas, se sintió tentado a saltar, negó varias veces antes de concentrarse en el felino, este lo seguía mirando con atención, nada raro, sin embargo, se sentía diferente.

Como si el gato supiera que debía actuar.

El gato se acercó y Hongjoong presa del pánico salió por la ventana, había un poco de espacio, suficiente para poder levantarse en el concreto sin caer, pero debía estar pegado a la pared, el viento era frio y sus pies descalzos solo lo enfriaron más rápido. No era la primera vez que salía por la ventana, tampoco era la primera vez que veía hacía abajo y pensaba en dejarse caer. Tantas veces imagino su propio cuerpo en el suelo, rodeado de sangre.

Pero en ese momento solo podía concentrarse en huir del gato, su instinto de supervivencia que se apagó volvía a encenderse, la necesidad de vivir inundo su cuerpo como nunca antes. Era una sensación indescriptible que no podía controlar. Escucho el maullido, pero no dejo de moverse, hasta que llego al final del camino, sus manos temblaban y un pequeño resbalón lo mataría o al menos lo dejaría en el hospital.

Y paso lo que tenía que pasar, resbalo, cerró los ojos dispuesto a caer sin ver, porque le tenía un poco de miedo a las alturas, el aire en su rostro era más fuerte, cuando estaba por impactar sintio una mano en su cintura, abrió los ojos por simple reacción y vio el suelo, estaba en un árbol.

—No hagas eso —una voz que nunca había escuchado— pudiste haber muerto —se escuchaba preocupada y Hongjoong rompió en llanto sin comprender que estaba sucediendo, tal vez otro sueño.

Cerro los ojos cansado.

Abrió los ojos descubriendo que la luna seguía brillando, se sentó de golpe, tocó su cabeza sintiendo un ligero mareo, miró a su alrededor, la ventana estaba abierta de par en par y sentado había una persona.

—¿Qué...? —la voz no salía tan fuerte como quería. Dejó escapar un sollozo cuando la persona se levantó y camino hasta la cama.

—Me alegra que estés bien —sonrió mostrando sus afilados colmillos— es lindo que estés tan asustado —se sentó en la cama y Hongjoong se apartó un poco. Aunque sentía dolor en todo su cuerpo— te recomendaría no hicieras eso, recibiste un buen golpe, no vuelvas a brincar por la ventana —y eso fue suficiente.

Devoción MelancolicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora