Sedúceme (JeanCarlo León y tú)

Sedúceme: 03

—¡brindó por Orson!. Dijo Jean entre risas. Y levantó la Heineken vacía. —por qué es un completo imbecil al que…. Lo miró. Las risas se hicieron más grandes. —al que quiero. Varios silbidos se escucharon detrás atrás. Tal vez Libardo o Naim. —si joder ¿Cuál es el problema con eso? Eres un tío de puta madre.

—¿te has puesto sentimental?. Le pregunto Orson.

—hoy cumples veinticuatro, cualquiera se pondría así al ver que ua eres anciano…. Jean le golpeó el hombro. —y que pronto no podrás follar. Se rio.

Orson lo miró mal

—yo también quiero brindar. Exclamó Libardo. Levantó su lata llena de Heineken. Kevin, Jean, Orson y Naim se voltearon a mirarlo. —bueno, por todo…porblo que dijo Jean, que no podrás follar…. Todo rieron —por ser… oh mierda, ya sabes. Eso que dicen…. Hizo unas comillas con los dedos. —“por ser tu” y por ser el hijo de puta más increíble en este mundo. Y lo abrazo. Orson le correspondió el abrazo. Y se rieron. Entre los cinco.

Catalina abrió de pronto la puerta de casa de Jean, entrando a ella. Traía un bonito pastel en sus manos. Lo puso sobre la mesa. Y su piel se erizo poco después de sentir la mano de Orson abrazarla de la cintura. No había nada que la hiciera más feliz que tenerlo a su lado.

—yo…. Empezó Naim. —iba traerte personalmente a unas buenas amigas, ya sabes… con veinticuatro años y…. Catalina le golpeó el hombro. Jean soltó una risa, al igual que los demás. —pero pensé que a Catalina no le gustaría.

—idiota. Le dijo Catalina.

—que linda.

—bueno ya… ¿mi auto tiene gasolina?. Preguntó Jean, pues Orson había sido el último en usarlo.

—si. Contestó el. —¿irás a recoger a…

Orson le sonrió. Jean asintió sonriendo también, jugueteo con las llaves de su auto.

—iré por Jennifer y regreso. Les dijo. Los demás se quedaron sorprendidos al ver esa actitud en él, hace mucho… mucho que no actuaba así por una mujer… Catalina subió la mirada a Naim. Este no pareció notarlo. Jean salió de su propia casa, cerrando la puerta.

Y mientras los otros se dedicaba a repartir el pequeño pastel que Catalina había traído. Orson le susurro algo en el oído a Catalina…

—¿ya se lo has dicho?. Le pregunto. Catalina negó con la cabeza. Y la verdad… no sabria en qué momento decírselo. Y sobre todo… de forma lo tomaría.

Tercer capítulo arriba espero que les guste mucho con demasiado ❤️❤️