Sedúceme: 32

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—así que se van a mudar... Le dijo Orson.

Jean asintió. Tomo de su RedBull. Hace mucho que no salía a divertirse con su mejor amigo. Habían pasado muchísimas cosas que le habían permitido separarse de cierta forma.

—bueno, te felicito. Chocaron ambas lasta. A Jean se le escapó una sonrisa. Tal vez era por que en todos este tema Tn tenía mucho que ver.

—igual no te vas a deshacer de mí. Le despeino el cabello, Orson se hizo para atrás, acomodándose el cabello mientras reía.

—ya sé, ya sé... mierda ¿creíste que si? Encogió los hombros. —Jamás pensé que diría esto pero...

—¿pero que? Ya dilo, no seas cabrón.

—te voy a extrañar. Admitió. Jean soltó una carcajada, divertido. Le dio un buen golpe en el brazo derecho, haciendo que Orson se sintiera más cómodo con todo esto. —Van enserió Jean.

—solo me mudare con ella, nada más.

—Lo sé, lo sé... Catalina y yo estamos pensando lo mismo. Esto se me hace tan raro. Tú y yo... nunca fuimos así.

Y Jean se quedó callado. Cuanta razón tenía su mejor amigo en ese instante. Él nunca había sido así. Siempre había preferido lo grosero a lo romántico. Siempre se había preocupado por él y no por los demás. ¿Y ahora? Ahora era completamente diferente. Sentía que parte de él, de su vida, de su cuerpo, de su propia alma, le pertenecían a una sola persona en la faz de la tierra. Una diminuta persona que amaba y que con él simple hecho de ser diferente a él...Le había enamorado hasta el sentimiento más único y escondido se todo su ser.

—dímelo a mí. Murmuró Jean. Mojandose los labios con el sabor del RedBull. —ella... ella me ha cambiado tanto.

Definitivamente era cierto. Un recuerdo se le vino a la mente en ese momento. Un recuerdo tonto. No sabía por qué. Pero había recordado el instante en el que la había visto a Tn por primera vez. Aquella noche en Las Vegas. Hace varios minutos había secuestrado con facilidad a varias de sus amigas. Sólo quedaba ella. La había dejado pata el final. Hasta ese momento no sabía por qué había hecho ese tipo de elección. ¿Por qué la había dejando al final a excepción de todas sus amigas? ¿Que mierda era lo que la hacía tan especial? Y vale, sí, lo hizo. La Secuestró en el último momento. Y no la dejo ir. Esa misma noche deseó con toda el alma ser él quien se quedara con ella.

Y más recuerdos se le vinieron a la mente. Recuerdo que le hicieron sonrier de un momento a otro sin conversación alguna de por medio. Solo pensaba y recordaba... París, ella lo odiaba... lo odiaba muchísimo, se lo decía casi siempre cada vez que lo veía. La primera vez que la vio en ropa interior. Vaya. Que pasaba. Se había quedado con las ganas esa noche, pero pronto cobraría por ello. La primera vez que hicieron el amor. Jean susurró por la noche. Y ella, que todo lo preguntaba. Y ella, que no dejaba de parecerle dulce, preciosa, perfecta. Y él, que había hecho muchas cosas malas y que no quería involucrarla. Y la gran pregunta... "¿te habrás enamorado de ella? No, por supuesto que no..." pero ¿que era el amor en ese entonces para JeanCarlo Leon? No lo conocía. Y no lo conocería hasta esa última noche en París cuando ella admitió que quería irse con él... cuando le dijo que la llevara lejos. Y la beso. Y volvieron a hacer el amor. Y sintió lo que jamás había sentido por alguien. Ese cosquilleo en el estómago se convirtió en algo real. Y la amaba, pero su orgullo no le permitía aceptarlo. Sin embargo, nunca fue mayor que el amor que sentía por ella. Y no dejaría que nadie la separara de él. No, no, no...nada. si

Sedúceme (JeanCarlo León y tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora