Sedúceme: 07

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El lugar era precioso. Debía admitirlo. Y estaba arreglado tal y como su padre había indicado. Lujosísimo. Todo con el mayor precio posible. Luces, pasteles, arreglos, flores. Las cámaras y prensa de todo tipo habían asistido a los preámbulos de la boda  todo seis perfecto. Único. Único para cualquiera que no fuera ella. Y en uno de los programas de televisión que Tn más odiaba, estaban trasmitiendolo todo. Observó a los invitados llegar…

Apago la televisión.

[…]

Jean observo la mansión. Dios… tanto recuerdos. Muchísimos. Se le vino a la mente la primera vez que la vio. La vez en la que la había secuestrado. Observó su balcón. La luz estaba encendida. Ella estaba ahí…

[…]

Su padre le había dicho que la limusina llegaría por ella en menos de quince minutos. Estaba lista. Completamente cambiada y maquillada. Tenía una trenza Espiga que le daba hasta la curva que habia en su espalda. El visto era pequeño y no tan elegante como todo lo demás, al menos eso lo había podido escoger ella. Alguien entró a su habitación.

—todo está listo. Dijo el coordinador. —la prensa está en el lugar desde las siete y media, la limusina vendrá por ti a las ocho y llegaras a las ocho y quince minutos. Haces la entrada, la que practicamos ¿vale? Y entras al…

No quería esto. Que Pesadilla mierda 

—¿me has oído?. Le pregunto.

[…]

Y subió por el mismo árbol de hace más de un año. Llegando al mismo balcón por donde había entrado. El balcón del padre de Tn. Abrió las mamparas para poder entrar.

[…]

—sí. Contestó ella, y se volteó sin darle importancia. El coordinador apuntó un par de cosas más y salió de la habitación. Cerró la puerta.

Tn se quedó callada, mirándose al espejo. ¿Cuando es que había pasado todo esto?

[…]

Un honbre calvo y de más de cuarenta salió de la habitación de Tn. Jean se escondió en la oscuridad. Espero a que bajara. Así lo hizo. Y él siguió avanzando. Buscándola. Recordando tal vez la primera que se había e a orado de ella, desde el primer momento… cuando hoyo su voz por el teléfono, le había gustado… ella… toda ella…

[…]

No se podría creer que de pronto estaba apunto de casarse. De ser otra. De compartir si vida con alguien que nunca quiso de pasar el resto de su vida con él. De dejar de ser libre. De tener una vida formal y estúpida que a abría por convertirla en una anciana de cincuenta años llena de joyas y sin nada que contar. Se vio al espejo de nuevo. ¿Por qué lo había permitido? Y si… también se hizo otra pregunta… ¿por qué había dejado a Jean? ¿Por qué…? Si el era el único que la hacía feliz. Si con él los defectos no importaban. Si con él no le importaba ser ella misma, con errores, sin errores, con tonterías… solo ser ella. Entonces cerró los ojos. No podía llorar o el maquillaje se le correría. Tocó su cabello envuelto en aquella trenza… y desesperaba… se la quito. Desenvolviéndola con dureza, su cabello quedó suelto y ondulado, se miró de nuevo al espejo… cogió un pequeño pañuelo que se encontraba tendido sobre su cama  lo cogió y se lo paso por el rostro, quitándose el maquillaje, quedando natural. Se quito la cadena de oro con fuerza, y los aretes de perla los dejó caer al suelo. Los tacones blancos desaparecieron de sus pies. Y quiso llorar. Y está vez ya podía. Y abrió la mamparas de su habitación. Que bonita noche. Pero no para ella… no… ella prefería morir. O estar en cualquier parte. Y siempre era así. Bueno,  esta vez quería que en verdad el lugar en donde estuviera fuera para siempre. Se adentro a su pequeño balcón, cogiendo las barandas que la encerraban, subió a una de ellas, sintiéndose más grande, y observó a los autos bajo ella, algunos si podían ser felices. Y subió otro escalón más. Y sentía el aire en su rostro. Moviéndole el cabello. ¿Por qué no podía sentirse así siempre? Tal vez a partir de ahora lo haría… soltó sus manos de la baranda, sus pies eran lo único que la sostenían las riendas de su vida ahora. Aquella que ella quería perder. Y se balance. Y no le importaba. No tenía razón para nada.

O tal vez si… si la tenía, y esa razón estaba justo detrás de ella.

—¿que haces?. Susurro él, cogiendola de la cintura por detrás con todas sus fuerzas.

Tn abrió los ojos. Los brazos de un hombre la abrazaban desde atrás, sin permitirle caer. Reconocía esa voz. Respiro hondo y volteo su rostro hacia atrás.

—Jean…

Capitulo 7 arriba, espero que les guste mucho con demasiado bye bye ❤️❤️

Sedúceme (JeanCarlo León y tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora