Alexandra lisowska
Y entonces es cuando el momento se vuelve tencionante. La sultana madre voltea a verme, pero al contrario de mahidevran ella me muestra una sonrisa.
La cara de mahidevran después de las palabras del príncipe es tristeza y rabia juntas.
—hablar con su majestad esta prohibido— mahidevran me dice con firmeza.
—mahidevran—dice la sultana madre volteando a verla.— no es momento, además como a dicho Mustafá fue mi hijo quien empezó la conversación, y no responderle hubiese sido una falta de respeto.
Mahidevran no responde ante eso y decide bajar la mirada.
—Alexandra—dice la madre sultana dirigiendo su mirada hacia mi.—puedes retirarte, regresa al harem.
Al escuchar esto una sonrisa se forma en mi rostro, pues no tendré que quedarme aquí.
—como ordené sultana—digo antes de hacer reverencia.
Doy unos pasos hacia atrás antes de darme la vuelta y salir de los aposentos de la madre sultana.
Al estar fuera doy un respiro, estar parada sin hacer nada y esperando órdenes no es fácil, es agotador.
Empiezo a caminar rumbo al harem, sentarme será algo relajante.
Sultan süleyman
Estaba en mis aposentos, mirando asuntos del imperio el cual ahora dirijo, el gran imperio otomano.
Habían muchas cosas que tratar y poner en orden en el imperio, al parecer mi padre no había dejado las cosas del todo bien.
Mi ojos estaban fijos en los papeles en mi mano los leía con cuidado, eran sobre la economía del imperio, algo muy importante.
Las puertas de mis aposentos se abren y hacen que levante mi mirada de inmediato, uno de los agas entra.
—su majestad ibrahim desea verlo.
—que pase—respondo ante lo dicho.
Ibrahim entra y hace reverencia.
—su majestad, necesitaba hablar con usted.
—dime ibrahim.
—creo que debería tomar un descanso, así que quería saber si quiere que prepare una concubina del harem para que esté con usted esta noche.
Ante las palabras de ibrahim mi mente viaja aquella joven que mire hoy en el jardín con mustafa, la joven tenía un hermoso cabello rojo tal como las rosas del jardín. Su rostro blanco y muy suave, y su vestido se veía muy bien en su cuerpo, sus ojos eran azules y transmitían tranquilidad.
—tienes razón ibrahim. Prepara a Alexandra.
—como ordene su majestad, iré avisar que la preparen—ibrahim hace reverencia y sale de mis aposentos.
Claro que sería esa hermosa joven quien estaría en mis aposentos, sentir la suave piel de su rostro en mis manos, era lo que quería.
Las puertas de mis aposentos se abren nuevamente haciendo que me sorprenda.
—su majestad, la sultana mahidevran quiere verlo.
—dile que ahora no, que estoy ocupado.
El agá hace reverencia y sale de mis aposentos, seguramente a informarle a mahidevran sobre lo que le dije. No quería ver a nadie.
Alexandra Lisowska
Me encontraba en el harem, había descansado finalmente.
Estaba hablando con una joven, su nombre es Nurjan, ella me contaba del como la secuestraron y el como era su nombre antes, ella ah estado aquí desde que el sultán Selim vivía. Al parecer ella fue su favorita un poco antes de que el muriese y eso me sorprendió un poco. Era una joven muy bonita, su piel era blanca y cuando sonreía su rostro resaltaba haciéndola ver las bella, tenía una gran carisma y era muy amable. Por el momento era la única persona con la cual hablaba.
—Alexandra—llama firial nuevamente.
—si—digo levantando me de donde estaba.
—ven conmigo—ordena.
—¿iremos con la madre sultana nuevamente?—pregunto un poco desanimada.
—no. Tienes que prepararte, esta noche irás con el sultán...
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EL AMOR MÁS GRANDE
РазноеTal vez para el sultan süleyman no había mujer que lo enamorara de verdad, tenía muchas mujeres a su disposición para acostarse con ellas, por que enamorarse de una. Tenia a su esposa mahidevran con quien tuvo un hijo, el príncipe mustafa. Mahidevra...