CAPÍTULO 6

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Sultán süleyman

Estaba en mis aposentos revisando algunas cosas del imperio.

Había dado la orden de preparar a hürrem para esta noche, había sido fantástica, y es muy hermosa.

Las puertas de mis aposentos sin embargo yo sigo mirando y analizando los documentos en mi mano.

—su majestad el príncipe must...

—¡padre!—entra Mustafá y corre hacia mi.

Sonrió y lo cargó, le digo al aga que puede retirarse.

Me percato de que Mustafá tiene una mirada triste y la cabeza baja.

—¿Mustafá que pasa?

—Me ah gritado.

—¿que, quien te ah gritado Mustafá?—dije un poco enojado.

—mi madre, ella estaba con alexandra.

Hürrem

Una sonrisa victoriosa se forma en mi rostro.

Mientras sigo a los aposentos escucho como mahidevran discute con los agas.

—su majestad—dije cuando entre eh ise una reverencia.

—hürrem, que bueno que estés aqui—dice su majestad en un tono duro sin embargo no es de enojo.

—¿Hürrem?—pregunto confundido Mustafá.

—ese es su nuevo nombre—dice su majestad viéndolo y sonriendo.—hürrem quería preguntado que paso en tus aposentos.

—la sultana mahidevran entro y empezó a decirme algunas cosas no tan importantes y también...—puse una pausa, no se si sea buena idea decirle que mahidevran estuvo apunto de darme una cachetada.—grito a Mustafá en cuanto el llego a mis aposentos, le hablo de una manera no tan buena.

—si, pero hü-rrem—Mustafá pronuncia mi nombre con un poco de dificultad—ella me defendió.

—me alegra saber eso—su majestad voltea a verme.—gracias por eso hürrem.

Sonrió y me acerco hacia donde están ellos y Mustafá se baja de las piernas de su majestad y se dirige a mi.

Yo me pongo a su estatura y lo abrazo. Luego el me pide que lo cargue y lo hago.

—¿ya comiste?—pregunto a Mustafá, aún era de mañana sin embargo Mustafá ya debió haber desayunado. El niega y yo lo miro extrañada.

—Mustafá ya deberías de haber comido—dice su majestad.

—mi madre no a desayunado, por eso yo tampoco.

Su majestad hace una cara de molestia, supongo que es por el echo de que mahidevran debió pedir el desayuno de su majestad.

—agas—llama su majestad y uno de los agas entra de inmediato—traigan alimentos para el príncipe.

—como ordené su majestad—dice el aga y sale.

—ya te traerán comida pequeño—le digo a Mustafá, mientras el sigue cargado en mis brazos.

—Mustafá, deberías bajarte de sus brazos—recomienda süleyman.

—estoy agusto aquí—dice Mustafá y yo le sonrió.

Süleyman nos queda viendo y me brinda una sonrisa y mira hacia los papeles que tiene en sus manos.

Momentos después los agas entran con una pequeña cantidad de comida, justo para Mustafá.

—a comer—digo bajandolo de mis brazos.

Mustafá se dirige hacia donde está la comida y se sienta, de inmediato empieza a comer, era obvio que tenía hambre.

Su majestad deja los papeles a un lado y se levanta, se dirige hasta donde estoy y yo sonrió.

El pone una de sus manos en mi rostro y acaricia suavemente.

—eres muy hermosa hürrem. Ninguna mujer tiene la belleza que tu posees, todas envidian eso de ti, tu hermoso rostro, y tu gran bondad—dice y deposita un beso en mi frente.

Yo sonrió ante su palabras y lo abrazo, pongo mi cabeza en su pecho y el no duda en responder el abrazo.

—quiero jugar—dice Mustafá haciendo que el abrazo se disuelva y yo dirijo mi vista a el.

—el pequeño príncipe a tenido mucha hambre—digo al ver que a comido casi todos los alimentos.—esta bien jugaremos, pero sabes que no podrá ser aquí dentro.

—vamos al jardín, ¿tu vendrás con nosotros verdad padre?—asegura Mustafá y yo miro a su majestad.

Sultán süleyman.

—vamos.

Accedo y hürrem me regala una sonrisa antes de voltear a ver a Mustafá.

Salimos de mis aposentos y antes de irme le informo a uno de los agas que estaré en el jardín, por si alguien viene.

Hürrem va hablando con Mustafá y al parecer le cuenta y describe el lugar de donde viene, el la escucha con atención mientras va tomado de su mano.

Llegamos al jardín y Mustafá se suelta de la mano de hürrem y camina libre por los caminos del jardín.

—es un pequeño adorable—menciona hürrem.

—así es—le aseguro.

Seguimos caminando sin mencionar ninguna palabra sin embargo el ambiente es tranquilo y muy agradable.

Mientras caminábamos mi madre apareció en nuestro camino junto hatice.

—¡mustafa!—se alegra mi madre al verlo.

Hürrem y yo nos dirigimos hacia mi madre y mi hermana hasta llegar cerca de ellas.

—sultanas—dice hürrem haciendo reverencia.

De igual manera hatice hace una reverencia para mi.

—madre—digo tomando la mano de mi madre y dándole un beso, después dirijo su mano a mi frente antes de soltarla.

—hijo mío, ¿cómo estás?

—bien madre, ella es mi favorita.

—claro, como olvidar a hürrem. Me alegra verte—dice dirigiéndose a hürrem.

—también me alegra verla madre sultana—dice hürrem brindándole una sonrisa a mi madre.

—hürrem, muy lindo nombre—dice hatice sonriendo.

—¿como estas hatice?—pregunto.

—muy bien su majestad.

—eso me alegra.

Hatice me brinda una sonrisa en señal de agradecimiento.

—¿donde está mahidevran, por que Mustafá no esta con ella?—pregunta mi madre.

—ella me trató mal, no quiero estar con ella—menciona Mustafá.

—¿de que hablas?—pregunta mi madre un poco confundida.

—madre, mahidevran a tratado de mala forma a mustafa sin ninguna justificación—aseguro.—por eso Mustafá no quiere ir con ella.

—mahidevran me escuchará—mi madre pronuncia en un tono enojado.—por ahora nos iremos al palacio, ya recorrimos lo suficiente.

Mi madre y hatice se van y hürrem hace una reverencia.

—le agradas a mi madre al parecer—menciono, es lo que vi y espero que así sea.

—no lo se—dice un poco dudosa.

—¿quien no podría quererte?—me dice y miro que una sonrisa se forma en su rostro haciendo que luzca más bella.

—madre—dice Mustafá volteando a nuestra dirección...


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