Cap 8

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___ Wright.

- ¡___, tenemos que irnos! - Gritó mi amiga desde abajo.

- ¡Un momento! - Grité.

Me miré una vez más al espejo. ¿Qué estábas haciendo ___? Acomodé el cabello a un lado, acercandome más al espejo. Tomé una bocanada de aire para después tomar la mochila. Corrí, bajando las escaleras, encontrándome con Eden y Cameron en el mustang.

- Te ves bien. - Me entusiasmó Eden. – Liz te pellizcaría las nalgas.

Reímos y nos metimos al auto. Me acomodé en los asientos traseros y saludé a Cameron con un beso en la mejilla. Solté un suspiro y nos dirigimos a la escuela.

"Voy a morir, voy a morir" me repetía mentalmente mientras Eden se bajaba del auto y abría la puerta para dejarme pasar.

Me tomó de la mano y caminó a un lado de mí. Cameron se bajó del auto, corriendo hacia nosotras para abrazar a Eden por la cintura y golpear mi hombro suavemente en muestra de apoyo. Las manos me temblaban y las piernas flaqueaban mientras más caminaba. Paso por paso, los conté. Eden me sonrió. Pegó su boca a mi oído y susurró algo que no pude entender. Una chica me señaló y se llevó la mano a la boca, sus amigas hicieron lo mismo. Los ignoré mientras seguía caminando a través del estacionamiento. Un chico casi choca contra un poste por mirarme y no quitarme la mirada de encima, haciéndome reír. Llegamos a la entrada.

- Bueno chicas, desde aquí están solas. - Dijo Cameron mientras hacía una mueca, segundos después besó a mi amiga en los labios para luego acercarse a mí. – Hazlos trizas, ___. – Guiñó un ojo.

Le sonreí, tomando la mano de mi amiga nuevamente. Se despidió una última vez de Cameron y apretó mi mano antes de entrar. Abrió las puertas, dejándome entrar primero. Bajé la mirada cuando sentí que todos me veían.

"Nada de subestimarte", recordé las palabras de Aidan la noche anterior. Subí la mirada y seguí caminando. Un chico se azotó contra su locker.

- ¡Wow! - Exclamó mientras me veía el rostro.

No me sorprendía que ahora estuvieran impresionados. Ahora mi cabello caía en bonitos caireles por los hombros en lugar de llevarlo recogido en una coleta, mis pestañas estában enchinadas con rímel y mis labios con labial rojo carmesí. Aunque fuera poco maquillaje, ya nadie desde primer semestre me había visto con el. Llevaba la misma ropa, pero al menos era un comienzo.

En clase de literatura la estúpida de Susan no le quitaba la mirada de encima al profesor.

- ___, ¿Podrías leernos el siguiente capítulo? - Pidió el profesor repentinamente.

- Ah, claro. -

Me asomé al libro de la chica de enfrente para ver en que página estában, pero no alcancé a ver nada.

- De pie, señorita Wright. - Cerró su libro, haciéndome una señal con su dedo para que fuera hacia él.

Me tomó de los hombros, poniéndome al centro de la clase, donde todos y todas podían verme. Walter estába junto a sus amiguitas y amiguitos de siempre. Entre todos ellos empezaron a aullar como lobos. Liam los calló y de repente todo empezó, mi revelación estába a punto de comenzar.

- ¿¡Por qué no te quitas esa chaqueta de hombre y nos enseñas lo gorda que te pusiste, zorrita!? - Gritó alguien atrás.

Hice una mueca de enojo y bajé la mirada a mi sudadera enorme.

- ¡Hey! ¿Quién dijo eso? -

- No, está bien profesor, tienen razón. Debería de mostrarles lo obesa que estoy. -

Sex instructor | Adaptación AG #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora