Una noche antes.
—Date prisa —. Le digo a mi prima.
— ¡Ya voy!
Me andaba del baño y ella llevaba una hora en mi baño.
—No entiendo por qué usas mi baño si tienes uno en tu cuarto —. Salió escurriendo todo el piso.
— ¡Frida! ¿Puedes ponerte una tonta toalla en la cabeza?
—Deja de estar de amargada Charlie.
—No estoy de amargada pero puedes resbalar.
—Sí, cómo digas. Ah, casi lo olvido; recuerda que mañana te mantendrás alejada de mí ¿entendido?
—Sí, ya lo sé. Ahora ¿puedes salir ya?
—Perdón, no uso el mío porque ya sabes que está averiada una llave, y de aquí a que el tacaño de tu padre quiera arreglarlo me muero.
—Ese tacaño es tu tío, recuérdalo.
—Todos los días de mi vida.
Frida y yo siempre habíamos sido muy unidas. Era dos años mayor que yo y era como mi hermana, mis tios murieron en un accidente aéreo cuando ella tenía ocho años y desde ese día mis papás se hicieron cargo de ella.
Salió de mi cuarto, caminé y casi resbalo, me sostuve de la pared y suspiré. Entré rápido al baño y después cepillé mis dientes.
Mañana, mi primer día en la universidad y estaba muy emocionada, de pronto escuché un ruido dentro de la bañera.
Al principio pensé que Frida había dejado algo mal puesto y se había caído, pero sentía que alguien me observaba, podía sentir su presencia.
Me acerqué a la bañera y en efecto, había un hombre con un pasamontañas y una pistola en mano, quise dar un grito de auxilio pero actuó rápido y me tapó la boca con su mano. Lo miré a los ojos asustada.
—Shhh.
Fue lo único que dijo mientras yo sudaba frio, de inmediato busqué algo con que atacar pero sólo se veían las botellas de shampoo y aceites innecesarios de Frida.
Traté de calmarme un poco y asentí lentamente sin dejar de verlo a los ojos. Poco a poco bajó su mano rozando con sus dedos primero mi mejilla y después mi labio inferior, sentí un revoloteo en mi estómago y cerré los ojos, por un momento casi me dejo besar por un delincuente. Sus labios estaban a centímetros de los míos cuando se levantó el pasamontañas hasta descubrirlos. Entonces supe que esa era mi oportunidad.
— ¡Auxilio! —grite y corrí—. ¡Abuelo! ¡Papá! ¡Un ladrón!
Abrió los ojos y me suplicó no decir nada mientras yo no dejaba de gritar.
—No, por favor... —susurró.
— ¡Papá!
El hombre observó la ventana por la que me imagino que entró y sin pensarlo dos veces se trepó.
— ¡No, no te vas a ir! —, le lancé todo lo que mis ojos captaban.
— ¿Qué pasa? —. Mi padre y mi abuelo entraron justo cuando había atravesado ya la ventana.
—Un ladrón, estuvo aquí en mi baño.
Mi madre llegó segundos después y me abrazó.
—Vamos, no saldrá de aquí. Ordenaré que suelten a los perros ¿estás bien? —, preguntó papá y asentí.
Me dio un beso en la frente y salió corriendo junto con el abuelo.
—Ven mi niña, vamos a acostarte.
—Mamá, estoy bien.
—¿Por qué tanto escándalo? —, dijo Frida cuando entró al cuarto con su pijama rosa y el pelo arañado.
—Un hombre entró a robar y atacó a Charlie.
—No me atacó.
— ¿Qué? ¿Cómo era? ¿Por qué siempre te tienen que pasar las mejores cosas a ti?
— ¿Crees que fue divertido entrar al baño y ver a alguien espiándome?
— ¿En el baño? Vale, seguro sabías que alguien estaría ahí, por eso tanta insistencia.
—No digas tonterías Frida, claro que no lo sabía.
Hizo puchero y se sentó en la esquina de mi cama. Mi padre y mi abuelo entraron después.
—El muy infeliz se escapó —Papá se sentó a mi lado y tomó mi mano—. Mi niña, dime como fueron las cosas. No tengas miedo, la policía ya viene en camino.
—Sólo me tapó la boca y me pidió que guardara silencio —me detuve un momento al recordar que casi me besaba —. Después se confió y fue cuando grité.
— ¿Trató de hacerte daño?
—No, en cuanto grité se puso nervioso y salió huyendo por la ventana. Pero eso fue lo raro, no me hizo nada. Traía una pistola y nunca la usó.
—Dios santo Karla, te pudo haber herido. Fue un acto estúpido el ponerte a gritar.
—Lo sé papá.
La policía llegó tiempo después y me hicieron decir lo hechos una vez más y entre más lo decía más me estremecía y confirmaba que ese hombre no entro aquí para robar, sino para otra cosa.
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Mi precioso problema
RomanceSi plagias mi novela moriras en 7 días. Obra registrada en Safe creative. Codigo 1504193879553 Él es tan alto y guapo como el infierno Él es tan malo, pero lo hace tan bien Puedo ver el final al comienzo Dije: "Nadie tiene que saber lo que hacemos" ...