ੈ♡ SIETE

18 1 6
                                    

29 de diciembre, 2020.

— Si necesitas un empujón para hacerlo... Este es. — dijo el de ojos azules, asustando al menor, quien miraba atento cada movimiento y escuchaba cada palabra que decía su padre en completo silencio — Sé que esto pasó por mi culpa, así que, hazlo. Si vas a hablarle, hazlo, si sabes que no tiene novia, hazlo. Te vas a arrepentir toda tu vida. Créeme, ese dolor es de las peores condenas.

Sin decir nada más, se fue, tan rápido como había venido, dejando a Golden tan confundido como había estado antes. Miró a la nada por un rato, para después irse a su departamento pensando en que podría, como el mayor le recomendó, intentar hablar otra vez con su ex. No quería confesarlo, pero antes de romper con él en Marzo, pensó que si las cosas mejorarían, le estaría pidiendo matrimonio ese año. Pero 2020 no lo llenó de bendiciones, como él quería. Y ahora estaban así, siendo ex pareja.

Él había sido claro en navidad: "tengo novia, volví con mi ex de 2015". Pero por fuentes confiables -como su cuñada Melek-, sabía perfectamente que eso era una mentira. Aún así, si Puppet le había mentido con que tenía novia, era por una razón, y él no molestaría más al pelinegro. Suspiró y siguió caminando, quizás con el tiempo lo superaría también. Al menos eso quería.

ੈ♡—————————

Las luces y brillantes candelabros adornaban el salón aquella hermosa noche. El de ojos verdes tomó la mano de su esposa, quien a su vez, sostenía a su hijo de diez años.

Los elegantes trajes de los asistentes de aquella fiesta reflejaban a la clase que pertenecían.

Él solo se hallaba ahí por invitación de su esposa. Habían celebridades de todo tipo, actores, actrices, cantantes, y profesionales de, prácticamente, lo que sea. Políticos, arquitectos como él, abogados como...

Una rubia cabellera asomó entre la gente.
Pecas adornando su rostro, un serio semblante, y ojos dorados que al instante reconoció. Su ex. Golden.

Sintió su pulso acelerar de manera horrenda. Hacía más de diez años que no lo veía. La última vez que hablaron le había dicho que tenía novia, incluso si aquello era mentira. Para que cinco días después, él recibiera a aquella chica en su puerta, cuando se disponía a correr y arreglar las cosas con el rubio, con prueba de embarazo en la mano diciéndole que esperaba un hijo, suyo.

Ahora esta era su vida.
Lejos del rubio quien había sido el amor de su vida. Y lo seguía siendo.
El de pecas pareció reconocerlo. Ni siquiera cambió su semblante, ni cuando el ojiverde intentó saludarlo.

Las horas pasaron con una lentitud terriblemente dolorosa. Y en cuanto tuvo oportunidad, salió corriendo tras el rubio hasta el jardín.

El ambiente había cambiado. El de pecas estaba apoyado entre dos árboles con la mirada baja, sin decir una palabra. La oscuridad se cernía sobre ambos, no quedaba rastro alguno de la fiesta ni de la gente dentro de ella. Sólo eran ellos dos. Si los nervios fueran semillas, se convertía en un bosque denso. Se sentía como la Sirenita, caminando sobre miles de cuchillos afilados cortándole a cada paso que daba.

Su respiración era agitada, sus manos temblaban demasiado, y la constante angustia naciente de él, incrementaba a estar a tan solo menos de un metro del menor.

— ¿Derian? ¿amor? — preguntó lentamente, acercando su mano.

— Ya es tarde para nosotros, si es que lo hay — respondió secamente. La mano del mayor cayó antes de poder llegar a la mejilla contraria.

En eso, el menor se acercó a él.
Lo tomó de la mano, poniéndolo frente a él, sintiendo su cercanía total. Como si el mundo y la distancia fueran invisibles.

Puppet puso una mano entre los cabellos rubios del menor, y la otra sujetándolo más contra él, mientras se besaban sin importar nadie ni nada más. Hasta que terminó.

De la nada cayó al piso suave de la nieve. El invierno continuaba, pero el escenario era distinto. Estaba en un cementerio, lo sabía por las tumbas a su lado, que lo llevaban por un camino recto hasta una en el centro, más grande, mas notoria, una a la que sí se le veía el nombre, no como a las otras.

Casi sintió el corazón detenérsele al leer aquella inscripción: "Aquí descansan los restos de Derian Nael Leblanc, de soltero..." y una mancha se atravesaba y evitaba la lectura completa. Más abajo se encontraba lo peor. "1996 - 2072". Y casi como todo empezó, se desvaneció.

ੈ♡————————

29/12/2021 ;  presente.

— Te juro, fue mi peor pesadilla — comentó el mayor terminando de lavar los platos —, me levanté llorando esa noche.

— Chucha — terminó diciendo el menor, guardando el último vaso —, me voy a morir a los setenta y seis años.

Puppet pareció espantado con la idea.
— ¡Dios no te oiga! Es muy poco.

— ¿Poco? — dijo el rubio casi riendo —, la mayoría de gente no pasa los setenta. Pero podemos sacar dos conclusiones de esto. La primera — enumeró —, es que sí o sí nos vamos a casar, y que dos, vamos a tener nuestras bodas de oro. ¡Son literalmente cincuenta años después!

— Me gusta eso, pero aún así se me hace raro que haya "visto tu tumba". — expresó el mayor con un escalofrío. — Todo ese día no dormí ni comí bien pensando en eso. Inclusive tenía miedo de que apareciera mi ex por esa puerta diciéndome que tendríamos hijos — señaló la puerta de su apartamento. — Lo que es imposible porque, ya sabes. Lo que me importa es que el tiempo que vivas, lo hagas feliz.

El menor se sonrojó, y se acercó al pelinegro para darle un suave beso en los labios.
— Te amo mucho, ¿sabes?

— Lo sé, es la razón por la que acepté volver contigo en año nuevo.

❝ GOLDENPET MOMENTS ; fnaf au ❞ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora