ੈ♡. CATORCE

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🚨 salto en el tiempo.

26 - O9 - 2O22

Por fin estaban de alta.
Puppet se hallaba más feliz de lo normal con aquella noticia. Miraba constantemente su rostro en el espejo, buscaba si había algún en rastro o cicatriz de la viruela del mono. Gracias a Dios, él jamás tuvo la necesidad de rascarse, sí sintió mucha picazón pero supo controlar sus ganas por mantener su cara intacta.

Por su lado, Derian por fin había recuperado el habla y podía comer con tranquilidad. De todas formas, eso no evitaba la gran pérdida de peso que tuvo durante esas cuatro semanas.

Después de una desinfección total del departamento, el alta y ver que no habían dejado marcas notorias en partes visibles como las manos, brazos, cuello y cara, los dos por fin pudieron descansar tranquilos. O al menos eso creían.

El timbre resonó justo cuando el menor se acurrucaba en sus sábanas. Con mucha pereza pero con curiosidad, se levantó. Darcell por su lado estaba ya en su quinto sueño y no había escuchado la puerta.

Con mucho sueño abrió la puerta, solo para encontrarse frente a él a su suegro.

— Buenos días — le dijo el mayor —. ¿Está Darcell?

— Buenos días, sí, sí está, pero está durmiendo — respondió el rubio sintiendo la pesada mirada de su suegro sobre él. Internamente, creía que su ojo turco debería estar en su totalidad dilatado.

— No importa, despiértalo, me urge hablar con él — sentenció. El rubio asintió e invitó a pasar al mayor.

Con algo de miedo, lo vio elegir un sofá y sentarse en él. Con detenimiento, observó cada detalle del departamento, como si buscara o juzgara algo. Eric conocía cada rincón de ese lugar a la perfección, él mismo había estado cuando Darcell lo decoró con tal dedicación que le quedó hermoso. Hoy, podía reconocer artículos que sin duda pertenecían al rubio y aquello le desagradaba en sobremanera.

Golden entró a la habitación.
Con cuidado, cerró la puerta tras de él y se recostó de espaldas a ella, moviendo su cabello y pasándose las manos por la cara. Sin duda, era una situación complicada. Personalmente, tenía dudas, muchas en sí, su cabeza era un mar  inmenso, con una tempestad de pensamientos negativos que lo azotaban constantemente con dudas y miedos sobre si su matrimonio sería buena idea. Había tenido la necesidad de escapar, no pudo evitar una noche sentir ganas de empacar todo e irse muy lejos donde nadie lo encuentre, pero no podía hacer eso, y luchar contra ellos se convirtió en una guerra campal contra él mismo.

Sin importar ya el ruido, el menor empezó a despertar al ojiverde. Golden conocía perfectamente lo malhumorado que se ponía Puppet si lo levantaban de su sagrado sueño. Ahora eso no tenía importancia, tenía que despertarlo incluso si eso empeoraba la tensión entre su suegro y su futuro esposo.

Cuando Puppet se puso de pie, pudo ver la molestia en sus verdes ojos.

— Perdón, mi amor, pero tu papá está allá afuera y se niega rotundamente a volver, exige hablar contigo ahora.

Con un largo suspiro, el mayor se estiró y se fue arregló un poco antes de salir.
— Deséame suerte.

— Suerte.

Pasaron las horas y había escuchado muy poco de aquella conversación. El rubio prefirió ponerse audífonos y estudiar, porque tenía parcial al día siguiente. Cada día estaba más seguro que se había equivocado de carrera.

Por un instante decidió quitarse el audífono y escuchar un poco de la charla. Quizás para asegurarse de que todo estuviese en orden.

¡Sabes perfectamente mi posición ante esta estupidez! No pretendas que te apoye.

— ¡Es que no entiendo por qué tienes tantos problemas con él! Si es por lo del apellido... sabes que no me importa.

¡No es solo por eso! Están otras tantas cosas que son insoportables, como aquel incidente del vídeo en tu auto, el vídeo que se publicó de ustedes dos en el baño de una discoteca y en tu propia casa, cómo ventilan sus problemas en internet, sus escándalos, etc etc. Conoces la situación, hijo, eres consciente de que afecta a la empresa, porque eres el futuro dueño, ¿crees que los socios van a confiar en alguien que se envuelve en tantos escándalos? Yo quería que te consigas una esposa bonita, que no sea escandalosa, que te apoye y te quiera, no un manojo de problemas que te llene de chismes y escándalos.

Puppet quedó frío.
Agarrando el valor que sentía que ya no tenía, dijo lo último que se le ocurrió.

— Tú siempre has querido que yo haga tu voluntad. Lo lograste con mi carrera, evitaste que cumpliera mi sueño de ser diseñador de interiores, y está bien, porque yo acepté hacer lo que tú querías; evitaste que continuara mi relación con Ennard, porque créeme que me enteré que hablaste con él para que no se despida; evitaste otras tantas cosas que yo permití que evitaras porque acepté seguir tradiciones tontas que no tenían sentido alguno. Ahora vienes hasta mi casa, a decirme que no te gusta mi pareja para que me case, que es una tontería y tal, que no voy a ser feliz, etcétera, pero déjame decirte una sola cosa: y es que si no soy feliz al menos habrá sido error mío, al menos habré tomado yo la decisión, y no habrás estado tú en el medio. Solo yo sé la verdad de las cosas que tanto te espantan de aquellos escándalos, y créeme que no son tan terribles como te los imaginas. Solo quiero tener una vida tranquila, ¿entiendes eso? Si a los socios no les gusta, pues, ¡qué pena! Me conseguiré más socios, más personas que apoyen la empresa y ya, así de simple, no puedes estar intentando complacer a las personas las veinticuatro horas del día.

Eric soltó un largo suspiro.
Resignado a que no habría salida, pensó en la mejor forma de arreglar las cosas a su manera.

— Papá, solo quiero que aceptes las cosas, no te exijo que vayas a la boda y festejes como si fuese el día más feliz de tu vida, pero al menos acepta la decisión que ya tomé. Ha pasado casi un año de eso y hasta ahora sigues tratando de evitar lo inevitable.

— Está bien, si no hay nada que pueda hacer.

— Yo quiero que conozcas a tus futuros nietos, que convivas con ellos, no como nosotros convivimos con el difunto abuelo Rodolphe, que era imposible de hablar porque siempre tenía un insulto disponible para mamá, y eso era incómodo.

Eric aceptó.
Derian volvió a ponerse los audífonos, lo que seguía era meramente privado entre ellos y ya no quería chismosear más.

Pasó aproximadamente una hora más antes de que el papá del pelinegro se retirara. En aquella hora, Puppet había logrado convencer a su papá de que acepte la situación y lleven la fiesta en paz. Sorprendentemente para el ojiverde, el mayor aceptó.

Eric se retiró del departamento, y cuando estuvo fuera de él, dio un largo suspiro resignado, pero ya sabía cuál sería su siguiente movimiento.
— Si no puedo evitar que mi hijo se lance a la piscina llena de serpientes, al menos puedo sacar a las serpientes de la piscina.





✨✨✨✨
dos cosas:
1) dije q adelantaría pero me fregué pq tuve expo d geografía y ya no les cuento más pq estoy aún enojada

2) trataré d subir cositas estos días pero dudo mucho q lo haga pq tengo expo en comunicación y religión y estoy hasta las patas 😢

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⏰ Última actualización: Sep 23, 2022 ⏰

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