Overlord x konosuba "Un nuevo rey demonio"

Arco 2: El despertar de la bestia

Observando desde su ventana, una gran ciudad se mostraba por lo bajo, con construcciones de marfil e piedra pulida, junto a aquellos tejados en los techos que además de ser herramientas que permitían fluir el sistema de drenaje, también se veía con estilo, una elegancia y grandeza que solo se podría encontrar en sus dominios.

Cambiando la percepción de su vista volteo la mirada, observando inmediatamente a una fila de sirvientas que con sus posturas rectas e inmutables demostraban su disciplina en todo su esplendor.

-"Realmente soy el mejor".-sonriendo el hombre se acomodó la bata que llevaba puesta y sin preocupaciones observo al reloj en su pared.

.-"Así que ya no hay más tiempo...que se puede hacer, ustedes ¡llamen a Rafael, nos iremos en unos minutos"

Asintiendo al unísono, unas cuantas salieron de la habitación, cerrando la puerta de madera con villas de oro con cuidado y delicadeza.

Mientras el, sujetando el cordón en su cintura, camino hacia un palco cerca de grandes cajones que emulaban un ropero de alta clase, uno que en cada dirección mostraba un gran espacio, y en conjunto a ello, varias prendas de diversos colores e estilos.

Tomando con gracia su prenda, se quitó y arrojo al suelo, observando a las sirvientas acercarse a su cuerpo semidesnudo, para empezar con el cambio de ropa. -"Mi señor, ¿Qué prenda quiere ponerse hoy?"

Observando con seriedad a la mujer adulta, el simplemente indico con su mira al lugar con los trajes de gala más frecuentes. -"Eso es obvio no lo crees, pónganme el traje de siempre"

.-"Disculpé mis molestias".-Disculpándose sin remordimiento, la sirvienta más experimentada, empezó con la vestimenta del lord, mientras las demás acomodaban las prendas, para que quedaran de la forma más exacta y perfecta posible.

Colocando su camisa, pantalones, saco, abrigo, zapatos y un abrigo, las sirvientas al fin lograron su cometido, dejando al señor y acercándole un espejo en el cual podría deslumbrar su trabajo.

En su reflejo el lord vio lo de todos los días, su prefecta imagen nuevamente estaba en su apogeo, con su traje favorito y perfectas facciones en su magnífico cuerpo.

.-"Buen trabajo, ¿Rafael ya está listo?"

.-"Debería de estarlo en unos instantes mi señor, después de todo es el mago de la corte, y vasallo mágico más fiel de su usted"

.-"Supongo, pero aun así ¿Qué está haciendo?, se me hace tarde, y llegar prematuramente a la reunión podría manchar mi imagen, ¿Es consciente de ello?".-hablando con un poco de enojo, sus cejas se encorvaron, pero recibiendo una respuesta inmediata se relajó un poco.

.-"Rafael-sama, el mago de la corte, uno de los magos más poderosos y experimentados; según sus últimos informes, sigue ocupado despertando a los dragones utilizando magia de interferencia a largo alcance, todo hecho por su orden tengo entendido"

.-"...SI, igualmente ....no, no importa, ¡sigan con sus deberes, yo mismo lo buscare!"

.-"Si"

Dejando las ordenes en el puñado de sirvientas, el hombre de compostura delgada, sin un cuerpo atlético y cabello rizado salió de la habitación.

Observando el exterior, el pasillo se mostró frente a él, y actualmente solo tenía un lugar por el cual ir, a la habitación privada que le otorgo a ese hombre.

.-"Es mi sirviente...pero tengo que ser realista, el jamás fue alguien que me juro lealtad, y tampoco demostró estar completamente interesado en la ayuda que le doy"
tsk

Sintiendo leve irritamiento se dispuso a seguir caminando sin perder por un segundo su postura practicada por años, demostrando que con un simple acto como mover las piernas, él puede desprender la clase y educación que ostentaba.