Diesiciete- Amor.

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Jorge miraba de un lado a otro, sentado sobre el asiento de la camioneta, ni si quiera había arrancado, aún se encontraba dentro de su propiedad, con las manos temblorosas apenas encendió el vehículo, conduciendo a una velocidad mínima.

El tráfico en la Ciudad de México mantenía un ritmo un poco lento, pero aún así, estaba fluido, por lo que llegó rápidamente al centro a comprar un ramo de flores.

Mientras tanto, Sofía llamaba por teléfono a la empresa de Bobo, con la esperanza de que aceptaran su contrato para iniciar una carrera como influencer en tiempo completo, en un mejor ambiente y oportunidad de aumentar su ya alta economía. Tras unas preguntas fáciles de responder, obtuvo la fecha de su cita en presencial, en la cúal debía llevar un pequeño currículum, documentos y firmar el contrato en hoja impresa.

|Narra Sofía|

— Deberías, no sé, vivir con nosotros..

Diego mezclaba con una palita una salsa de tomate con pimienta.
Al escucharlo me dirigí hacia él procesando su petición, ¿que debería decir al respecto?

— Eso sería fantastico, pero, temporalmente por ahora es mejor opción.

— Si, igual si necesitas un hogar, aquí estamos Sofi, no lo olvides —ambos nls sonreímos, terminando en una pequeña carcajada.

Un ruido proveniente de la puerta principal se hizo escuchar un piso abajo.

Era él, Jorge Anzaldo entrando con una camisa de vestir gris, un saco negro y ss tenis vans, parecía el hombre perfecto, pues sus rizos marcados caían sobre sus hombros suavemente, cubriendo un arete en sus orejas, sus labios finos y rosados, que sostenían una fina y alargada nariz.

Él, y solo él ocasiona este parálisis en mi, estoy yo hablando sola, conmigo misma, carajo, debería estar concentrándome en la situación, okey, Diego y yo estamos todos fachosos mientras que Chinos me miraba con cara no solo de confundido por mi expresión, no lo culpo, seguramente quedé como estúpida frente a él y en segunda, parecía que él también estaba pensando demasiado, podía notarlo por sus manos temblorosas, sosteniendo un ramo, de flores.. ¿tiene novia?

— Sofía.. Sofi yo quiero hablar contigo ¿me lo permites?

Nos miramos entre los tres, arrugé la cara por su pregunta.
— Weirdddd, claro que si, ¿que pasó? —le sonreí.

Diego dijo que nos dejaría a solas, por lo que salió poniendo de excusa que se bañaría, debería hacer lo mismo también, esto es muy incomodo.

Mis manos empezaron a temblar, no tanto como mi corazón, que estaba a punto de salirse de su lugar, ¿eso será posible?

— Bueno, te voy a preguntar algo —estaba completamente helada de los nervios, ayuda— pero antes, quiero decirte que me gustas mucho, sabes que entre nosotros hay algo —estoy sintiendo las famosas mariposas ahora mismo— quiero que seas mi novia, por que me gustas mucho.

Tu también me gustas, más de lo que podría decir, Ivan.. pero, no me falles  —se acercó  hacia a mi, seguramente a abrazarme, pero retrocedí.

— ¿Pasa algo?

— Si, es que..  no me he bañado —reí nerviosa, cosa que a él también le causó gracia.

— Aún así me gustas, no te preocupes, así de cochinita pero me encantas —se posa a poca distancia de mi, y besa mi frente, yo solo le doy un codazo leve y correspondo.

Jorge me mira directamente a los ojos, con la mirada fija en mi rostro, hasta que se acuerda que sostenía las flores, las observa burlándose de su misma distracción.

Enamorado de una Rulér- Jorge Anzaldo [Chinos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora