Enamorado de una Rulér- Jorge Anzaldo [Chinos]

Ocho- Ratas por doquier.

— Diego, gracias por aceptarme aquí-dije sacudiendo mis manos con una enorme sonrisa.

— Sofi, no hay de que, mi hermana–me respondió con el mismo gesto.

Bajé mi mirada manteniendo aquella sonrisa en mi rostro, solo que más frágil.
No tengo idea, de por que me pongo así por un hombre, un hombre que ni si quiera he conocido en persona por años, solo en un simple canal de youtube.
Oh, Jorge Anzaldo, realmente me vuelves loca.

— ¿Qué te pasa, niña?-preguntó Diego con curiosidad, soltó un suspiro, pues sabía que algo ocurría conmigo en ese instante– vamos, dime.

— Nada-dije yo, con tanta rapidez, que fue menos creíble.

— Sofi, está bien si no quieres contarme, me preocupa lo que te pase, ¿sabes? desde que te conocí sabia que seríamos grandes amigos, pero no tanto, te quiero como mi mejor amiga, ¿aceptas?–dijo esta vez con seriedad.

— ¿Qué? mejor amiga.. ¿de ti?-sonreí golpeando su hombro levemente– claro que acepto señor Cardenas.

— Uy no, ¿rompiendo la amistad tan pronto? comenzó a reír levemente– solo no me digas señor, me siento muy viejo–fingió una lagrima recorrer por su mejilla con su dedo.

— Nunca más te llamaré señor, Cardenas.–lo miré– bueno, en realidad quería contarte unas cosas, sobre algo..

Diego se acomodó para escucharme.

— Es sobre Chinos...–así que le conté todo.

— Vaya, mi hermana. en primer lugar, sospeché un poco, cuando Chinos estaba de mal humor, pero luego pensé que no podría ser cierto. ahora que me entero, solo te digo que espero que a Kim no le guste Jorge, ya que te rompería el corazón, mi hermana.–agachó su mirada.

— Espera un momento, ¿te gusta Shantal?-pregunté y este de inmediato se sonrojó.

— Soy muy cursi para ella ¿no?

— ¡pero claro que no!, Diego eres increíble, te puedo apostar a que eres el mejor hombre de la tierra–este carcajeó– hablo enserio, eres un amor de persona, te encanta trabajar y das todo por nosotros, si ella no te presta atención, entonces no es para ti.

— Bueno, no hay que exagerar, pero gracias mi niña, tienes razón, mira, me gusta Kim, así que le diré que sea mi novia después, ya que no creo que haya superado su ruptura con..

— malcriado-asintió con la cabeza– yo digo, que te arriesgues.

— Lo mismo digo para ti-lo miré con una ceja alzada– enserio deberías arriesgarte, Jorge presume ser un galán pero cuando se enamora, suele ser un tanto torpe.. así que, demuéstrale a Chinos quien manda.

"¿Demuéstrale a Chinos Quien Manda?"

Sonreí, pues me gusta tomar las arriendas de las relaciones, más si se tratan de alguien tímido, pero apostaría a que Jorge no es para nada así, él es diferente. pero me duele la cabeza, necesito descansar.

Me acurruqué al lado de Diego, aunque hubiera espacio en la cama, acariciaba mi cabeza y quedé dormida aunque no fuera de noche.

— Sofi, ya es hora de grabar, tenemos que seguir con el siguiente reto de Houston.

— Pff, cierto —dije yo removiendo mi cabello. Lo tenía en la cara desordenado, me apené por ello, así que lo acomodé de inmediato en una coleta.

Me deslicé por la cama hasta estar parada en el suelo, una vez levantada, ambos bajamos a ver qué rollo con las cosas..
— Último día de grabación—volví a leer en mi mente aquella frase, para mi suerte al bajar las escaleras con Diego, Kim estaba hablando por teléfono afuera y Jorge se encontraba haciendo Instagram stories, no es que me cayera mal, pero, necesitaba pensar un poco las cosas.

Entré a mi Twitter  y posteé un rato..

Después de todo, apagué mi teléfono. Jorge me miraba, yo me acerqué a él y de la nada lo abracé, este correspondió acariciando mi espalda, y tímidamente preguntándome al oído:
—¿Que pasa muñeca? —preguntó este de forma tierna.
—Me encantas, Iván —solté a la primera, sin pensarlo, este separó su cabeza de mi oído, con suavidad tomó mi cintura, jalándome hacia él, abrazándome con fuerza.
—Ayyyy,  yo te quiero más, Sofi–dijo sin soltarme.
—Ustedes, tórtolos —gritó Kim— es hora de grabar..

Tenía que interrumpirnos justo en ese preciso momento.. pff.

Una vez explicada la actividad ante las cámaras, Diego metió su cabeza en una caja de plástico transparente, donde tenía que soportar un tiempo determinado con su peor pesadilla..las ratas. Shantal añadió una por una en su cabeza, lo que hacía que este gritara de horror, la caja estaba empañada por su fuerte respiración, el pánico se apoderó de Cardenas, y yo estaba ahí sin hacer nada, al fin y al cabo es contenido para el canal..

Terminando, le quité la caja a Diego, pero este gritó sintiendo que tenía ratones por todo el cuerpo, ratas por doquier.
—Sofi, mi hermana, gracias por librarme de esto—comenzó a reír una vez estaba calmado.

Kim le sonrió a Yeyo, lo que lo hizo cambiar su gesto a uno contento y coqueto.
Rodeé los ojos divertidamente.

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ALTAS ganas de acabar este libro para continuar con nuevos proyectos..