Dulce & Extraño [NaruSasu. Yaoi Hard] [+18]

Capítulo II: "Mi vecino está loco"

Naruto

Al final, no fui a la escuela. Le envié un mensaje a la abuela Tsunade diciéndole que me dolía el estómago y me permitió faltar. Dormí un poco más de lo normal y luego salí a la calle. Pasé por una tienda de disfraces y me traje conmigo unas lindas orejas de gato y luego me fui a la tienda de mascotas para comprar un par de cosas más... Iba a necesitar un hermoso collar con cascabeles y una correa. Compré además una placa para el collar y le imprimieron el nombre "Sasuke" en ella.

Me latía el corazón muy fuerte al sostener el collar con la placa que tenía el nombre de mi gatito. Él hacía que me estremeciera y provocaba miles de pensamientos impuros en mi ser. Amaba a Sasuke. Era amor a primera vista. Me dolía el corazón de sólo pensar en él, porque deseaba tenerlo a mi lado. Sabía que a él le pasaba lo mismo, porque iba a mi tejado siempre y le había gustado quedarse conmigo hablando hasta tarde. Se había interesado por mi nombre y si vivía solo. Además, me había contado un poco sobre él. Eso era una señal. Yo le gustaba a Sasuke también. Apreté el collar teniéndolo en mi bolsillo de la emoción. Sentía mis mejillas y todo mi cuerpo muy calientes.

Sabía que, al principio, mi gatito se resistiría, como cualquier gatito abandonado en la calle que era llevado a un nuevo hogar donde lo amarían. Se comportaría mal hasta que aceptase a su amo y luego aceptaría que lo amaba. Sería paciente, pero debía ayudarme un poco con algo.

Lo bueno era que la abuela Tsunade se había olvidado sus pastillas para dormir en mi casa una de las veces que sí había venido a hacerme compañía. Sólo debía invitar al gatito a pasar un rato conmigo y ya no se iría nunca más de mi lado... Sonreí de lado.

Yo me haría cargo de Sasuke de ese momento en adelante, porque su dueño, ese hermano descuidado que tenía, no hacía bien su trabajo. Así que era hora de que el gatito cambiase de dueño.

Dejé lo que había comprado en mi casa dentro de mi cuarto y salí para ir a golpear la puerta a mi hermoso gatito. Así lo hice. No tardó mucho en abrirme.

—¡Hola, Sasuke! —lo saludé con una enorme sonrisa.

Miré su rostro confundido y no me dijo nada de inmediato. Se veía hermoso. Estaba vestido informalmente con una camiseta manga larga azul oscuro y un pantalón gris. Todo le quedaba bien a mi gatito, pero yo haría que luciese mucho mejor.

—Usuratonkachi...—me dijo a modo de saludo.

Por alguna razón ya no me resultaba irritante lo que dijese. Todos los gatitos abandonados te arañaban un poco cuando te le acercabas.

—Sí... Oye, Sasuke. Estaba pensando que... tal vez podríamos hacer algo hoy. Digo, somos vecinos y anoche nos logramos llevar bien al final, dattebayo—le dije algo nervioso, porque me encantaba mirarlo, pero no deseaba que se notase.

Su rostro se puso algo entre fastidiado y serio.

—¿Algo como qué? —me preguntó sin más, cruzándose de brazos.

—No sé. ¿Te gustaría venir a mi casa a beber un refresco y ver una película? —me rasqué la nuca.

—Suena al típico plan de unos mejores amigos...—comentó sin muchas ganas y se mostró reticente ante la idea.

—¡Vamos! Al menos, compénsame por las malas noches que me hiciste pasar—lo intenté convencer por ese lado.

—Tengo clases virtuales en un rato. No puedo ver nada contigo ahora—me dijo sin expresión en su rostro.

—¿Cuánto dura tu clase?

—Una hora..., depende—me informó—. De todas formas, luego puedo tener tarea y no tengo ganas de socializar por el momento. No malinterpretes nuestra breve conversación de anoche con que quiero ser tu mejor amigo de repente, torpe—se mostró de malhumor.