Dulce & Extraño [NaruSasu. Yaoi Hard] [+18]

Capítulo V: "También te amo"

Sasuke

Estuve yendo y viniendo de una pared a la otra en el baño mientras me retorcía de ganas de matar a ese usuratonkachi. ¿Cómo... se atrevía a dejarme así? Yo... que me sentía morir cuando me miraba con esa cara de cachorro abandonado. Le iba a dar lo que deseaba, pero había rechazado que lo besase... Idiota... Quería golpearlo, pero... también... quería... Demonios, no podía quedarme de esta manera. Era demasiado incómodo. Él debía hacerse cargo de lo que sucedía dentro de mis pantalones.

Me sudaban las manos. No podía quitarme de la cabeza su rostro deseoso y depresivo al mismo tiempo. El idiota era demasiado atrayente. Comencé a quitarme la ropa para poder bañarme, pero... lo necesitaba. Me acerqué a la puerta.

—Naruto—lo nombre para ver si se había quedado algo cerca como para escucharme—. ¡Naruto! —le di un golpe a la puerta impaciente.

—¿Sasuke? ¿Necesitas algo? —me preguntó con un tono de voz preocupado.

—Sí. Entra. Tengo un par de problemas y necesito tu ayuda—le mentí y me mordí el labio.

Bueno, no era del todo una mentira.

—Enseguida. ¿Qué es lo que...? —apenas entró al baño, lo agarré de las ropas y lo atraje hacia mí para besarlo.

El idiota abrió los ojos como platos e intentó apartarme, pero lo tenía bien agarrado. Esa boca insoportable sería mía por un rato. Los besos sólo para enamorados. Ja... Sí, como no. No mientras yo estuviese allí.

—S-Sasu... S-Sasuke... E-Espera...—intentaba decirme mientras le mordía los labios.

—Cállate o te morderé fuerte, como un gato—volví a morderle el labio inferior y cerré la puerta con el pie.

Lo puse contra la pared. Él estaba completamente rojo mientras le devoraba la boca sin control alguno. Quería saciarlo hasta el punto en el que me dejase en paz. Él no se atrevía a ponerme las manos encima y sólo dejaba que yo besase su boca por fuera, pero lo obligaría a dejarme ir más allá.

—Sasuke...—respiraba agitadamente cuando me separé de su boca y miró hacia otro lado completamente rojo.

Sentía sus latidos acelerados en mis dedos.

—Naruto—lo nombré y tragó duro.

No se atrevía a mirarme.

—Mírame—le ordené y él no obedeció.

Acerqué mi boca a la suya e hizo la cabeza hacia atrás hasta pegarla contra la pared. No pudo apartarla más y rocé sus labios con los míos.

—Naruto...—mordí su labio inferior.

—L-Los besos... —volvió a tragar duro—L-Los besos son...

—Sí, sí—lo interrumpí—. Son para los idiotas que celebran San Valentín, pero nosotros no tenemos compromisos. Podemos hacer lo que deseemos. ¿No es eso mejor? —acerqué mi boca a su oído—¿O le vas a negar... todo eso a tu gatito? —al decirle eso, su cuerpo tembló— ¿Vas a dejar a tu gatito con las ganas? Na-ru-to...—sus manos se pusieron sobre mi cintura al decirle eso.

Pasó a mirarme. Sus ojos eran diferentes. Parecían más profundos, como si él ya no estuviese allí. Se puso muy serio y, de repente, el que estaba contra la pared era yo.

—Aaaah...—sentí una corriente eléctrica recorrer mi cuerpo cuando él me elevó en el aire e hizo que abrazase sus caderas con mis piernas.

Yo estaba completamente desnudo. Me abracé a su cuello para no caerme. Su cara estaba muy cerca de mí y sentí mucho calor en mi rostro. Me latía demasiado fuerte el corazón y su aroma corporal me hacía perder la razón de mis pensamientos.