Capítulo I: "Hay un gato en mi tejado"

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Naruto

Me sentía solo... Se suponía que debía vivir con mi padrino o mi tutora, pero no era así. Mi padrino era un escritor y se la pasaba viajando para poder inspirarse. Mi tutora era la directora de la escuela y no vivía en la ciudad, sino que en una cercana y era una vieja amargada que no soportaba vivir con alguien más. Como me portaba bien, ninguno de los dos venía mucho a visitarme. Recibía llamadas de mi padrino todos los días y a ella la veía en la escuela. Nada me faltaba. Tenía todo y vivía en la casa que me habían dejado mis padres al morir en un accidente.

En fin..., como decía, me sentía solo. Yo quería estar con alguien, aunque fuera un rato. Tenía amigos en la escuela, pero no venían nunca a casa, porque nunca había nada interesante aquí conmigo tal vez o no sabía. Me dolía el corazón... A veces, pensaba en tener una mascota. Un perrito o... tal vez un gato. Me gustaban los gatos. A veces, alimentaba a algunos en la calle o ellos aparecían en mi patio trasero.

Aquella noche, como todas las noches, estaba escuchando esos ruidos, pero no duraban mucho. Me había puesto a pensar que quizá se debía a algún animal, como mapaches o ratas, pero no tenía idea. No podía continuar así. No duraban mucho, pero era molesto tener que soportarlo todas las noches.

Suspiré con pesadez. Tenía que armarme de valor y abrir la cortina de la ventana de vidrio corredizo.

—Vamos, Naruto, hazlo. Sólo abre la cortina y fíjate qué es, dattebayo—me animé a mí mismo.

Tenía las luces apagadas del cuarto, así que, fuera lo que fuera, no me vería abrir un poco la cortina.

Lo hice... y... lo que vi no podía ser cierto.

—¿Qué...? —era hermoso—Un gato... negro—estaba allí ante mis ojos.

Había un gato negro en mi tejado. El pelo le brillaba a la luz de la luna y esa camisa blanca le quedaba perfecta. ¿Qué? ¿Camisa blanca? No. No era un gato. Me tallé los ojos. Era un chico de cabello negro. ¿Por qué había visto un gato? ¡Un ladrón! ¡Había un chico en mi tejado! ¿Qué hacía ahí? ¿Era un ladrón? Tenía algo de miedo, pero él no estaba haciendo nada. Sólo estaba sentado sobre mi tejado. Miré hacia donde estaba la casa del vecino y la luz del cuarto estaba encendida. Tal vez...

—Oye—me había armado de valor y abrí la ventana.

—¿Hum? —se volteó a mirarme con un rostro inexpresivo.

—¿Q-Quién eres? —le pregunté sin intención de salir al tejado.

Se dio la vuelta y continuó observando hacia la calle.

—¡Oye! ¡Voy a llamar a la policía! ¡Responde mi pregunta! —le dije con la intención de asustarlo para que se fuera.

—Llámala—me desafió sin mirarme.

—¡Tsk! —me sacó de quicio—¿De dónde saliste? ¿Qué haces en mi tejado? ¿Quién eres? —salí hacia el tejado, porque no parecía un ladrón, sino un descarado invasor de casas.

—Vivo al lado—señaló la casa del vecino.

—¿Ah? —no entendía.

Miré a la casa del vecino. ¿Él era mi vecino?

—¿Tú eres quien se mudó al lado? —pregunté para confirmar.

—¿Estás sordo? —se volteó a mirarme muy serio.

Me enfadé. No pude evitarlo y me acerqué con cuidado de no caerme. Me paré a su lado.

—¿Y por qué no estás en tu tejado? ¿Acaso sabes lo molesto que era estar escuchándote todas las noches? ¿Por qué vienes aquí? Pensé que se trataba de un ladrón, un embrujo o un animal salvaje—le dije con molestia.

Dulce & Extraño [NaruSasu. Yaoi Hard] [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora