Capítulo 1

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Denis se mordió el labio inferior y sonrió al espejo, sus amigos aún no venían a recogerlo y cada segundo que pasaba se sentía un poco mas emocionado.

Hacia un mes y medio había terminado una relación de año y medio que solo podía ser definida como desastrosa.

En ese tiempo le era difícil encontrar una pareja, sus conocidos decían que era demasiado exigente o que no ponía de su parte, al principio sentía que los demás estaban equivocados y no había nada de malo en saber lo que quería, pero conforme pasaban las relaciones infructuosas una tras otra sintió que quizá si era él el del problema.

Jesús Mora era un compañero de trabajo, era increíblemente atento y dulce con él y todo el que los conocía le decía que debería darse una oportunidad, que Jesús estaba loco por él y finalmente se convenció de que sería un tonto si no lo intentaba.

Desgraciadamente él y Jesús no eran compatibles, no se sentía cómodo compartiéndole sus gustos, tampoco se sentía cómodo expresando su opinión y además se sentía culpable siempre que estaban juntos. Jesús siempre lucía feliz y emocionado a su lado y él no lograba sentirse igual. A menudo deseaba que sus citas terminaran para poder separarse y los pocos momentos en que la pasaba genuinamente bien a su lado se estropeaban cuando su pareja intentaba intimar. Simplemente no se sentía a gusto con el sujeto pero no podía dejarlo, siempre que pensaba en tocar el tema y deseaba abordarlo la actitud de su pareja lo hacía sentir culpable.

Después de medio año de salir la culpa llegó al punto en que termino yendo a la cama con su pareja, la verdad había sido desagradable, había dolido y después de terminar se había sentido infinitamente incómodo compartiendo la cama. Recordaba todavía que le había colocado una alarma a su teléfono para fingir que le habían llamado y disculparse antes de marcharse. Había sido una experiencia horrible, no solo por lo doloroso sino por la incomodidad que le surgió, tuvo casi todo el día náuseas y se sentía sucio y usado. Jesús no parecía darse cuenta de su dolor y él tampoco se lo reprochó, después de todo su pareja parecía emocionada, ansiosa y feliz... sería un imbécil si le decía que no se sentía igual y lo lastimaba.

La relación que comenzó "dándose una oportunidad" se convirtió en algo de lo que solo se sentía responsable, sentía que le debía a Jesús por el cariño e interés que le profesaba, sentía que debía acostarse con él, sentía que debía callarse si dolía, que debía salir cuando se lo pedía, comer lo que él prefería, ir a los sitios que le gustaban, todo se volvió una deuda de gratitud por el amor que no había pedido. Sin darse cuenta se volvió es esclavo del remordimiento.

La gente a su alrededor le decía que había hecho bien al aceptar al sujeto, que si no se alegraba de haberse dado la oportunidad, Denis nunca contestaba, solo sonreía pero la verdad... es que no se alegraba. Deseaba romper pero no quería herir a su pareja. Entre más pasaba el tiempo, más atado estaba.

Un año después de comenzar a salir las cosas comenzaron a empeorar, Jesús comenzó a pedir más tiempo, más cariño, comenzó a sentirse insatisfecho con lo que obtenía de él y a reclamarle por su falta de aprecio. No es que antes no lo hiciera, pero era más sutil... ahora había comenzado a ser algo asfixiante, se quejaba de su desempeño en la cama, de su actitud al comer, de su actitud al salir, de no ayudarlo en el trabajo, de no cederle oportunidades o de no sentir interés por lo que a él le importaba.

Denis se volvió poco a poco en la sombra de lo que una vez fue. Una día regresó entrada la noche a la oficina por un USB que había olvidado. Por suerte lo conocían, quiso llevarle un café a su pareja que trabajaba horas extras y descubrió que era bastante apasionado en sus horas extras... especialmente con su asistente semidesnuda sobre su escritorio.

No supo definir como se sentía en esos momentos, vio a Jesús vestirse apresuradamente y comenzar a poner excusas, el estaba paralizado, como si no pudiese procesar lo que acababa de ver, hasta que las palabras de su pareja que tanto lo "adoraba" lo trajeron a la realidad.

Cita de Año NuevoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora