Reconquistando tu corazón (Eunhae)

Capítulo 5

“En un beso, sabrás todo lo que he callado.”

Pablo Neruda.

Donghae sintió sus ojos humedecerse un poco cuando estuvo de pie en la entrada del acuario. Eunhyuk siempre supo que ese era su lugar favorito porque amaba el mar y los peces, desde que se conocieron, todos los sábados ambos pasaban allí el día.

Donghae nunca se cansaba de ir, y Eunhyuk nunca se aburría porque estaba con Donghae.

Incluso, hacían sus tareas allí.

Cuando Eunhyuk decidió declarársele, fue en ese lugar. Justo debajo del arco que se formaba por el cristal creando un túnel que te hacía sentir que estabas bajo el agua.

Y el día que le pidió matrimonio, fue allí.

Era un recuerdo que por más que intentara borrar de su mente y corazón, no podría hacerlo jamás.

Eunhyuk se había hecho muy amigo del vigilante de aquel lugar, así que este le permitió entrar allí de noche, solo con unas cuantas luces encendidas, el reflejo claro del agua que creaba ondas de luz sobre ellos y una manta en el suelo junto con una botella de vino y un par de copas, Donghae le había dicho que si a Eunhyuk y seis meses después, se habían casado.

Por todo eso, Donghae no había regresado allí, era demasiado doloroso estar en un lugar que le traía demasiados recuerdos.

-Quería darte una sorpresa, lo siento si te agobia estar aquí- dijo el mayor suavemente.

Donghae negó con su cabeza y trato de contener las lágrimas.

-Realmente me sorprendiste, y para nada me agobia. Solo… ha pasado mucho tiempo- sonrió levemente.

-Lo sé, tampoco había venido en años-

Donghae asintió y camino junto a el hasta la entrada, donde Eunhyuk compro dos boletos y se dispusieron a hacer la fila para entrar.

Delante de ellos, había una pareja joven con un niño, ambos lo sujetaban de cada mano y él les decía que estaba muy emocionado de ir a ver los peces. Inconscientemente, Donghae llevo sus manos a su estómago, deseando dentro de sí que el tratamiento al que se estaba sometiendo desde hacía más de seis meses, diera resultado.

Nada le gustaría más, que un día estar así con sus hijos, pero por otro lado, quería que el padre de esos niños fuera Eunhyuk.

-¿Hae, estas bien? ¿Te duele algo?- Eunhyuk lo miraba curioso.

Donghae se puso nervioso y escondió sus manos en los bolsillos de su jean.

-No, estoy bien. No te preocupes- dijo en voz baja.

Eunhyuk solo le sonrió cálidamente y siguieron avanzando en la fila hasta que lograron entrar. De nuevo en ese instante, los recuerdos invadieron la cabeza de Donghae, al igual que la del mayor.

Hyuk miraba fijamente al castaño, era hermoso verlo feliz y sonriendo emocionado. Su corazón latía demasiado rápido al verlo y sentirlo tan cerca, solo quería que Donghae siempre estuviera feliz y deseaba fuertemente que fuera solo por él, por ello iba a enmendar sus errores del pasado y ganarse el corazón puro de Donghae de nuevo, no desaprovecharía esa segunda oportunidad que le estaba dando la vida.

Donghae era algo único y especial, tenía hermosos sentimientos, era muy sensible y no le daba miedo mostrar su verdadera personalidad, noble con todos y nunca se le había escuchado decir que odiaba a alguien, por ello quería formar una familia con él, estaba seguro que sería un excelente padre.