Semanas después...¡Ya está!
Cae de espaldas, haciendo volar algunas almohadas fuera de la cama, está contento con el resultado final, ahora solo debía entregárselo a Sabito y en unas semanas más, la ceremonia para los concubinos...
El harem será oficial
—No sé porque tanta alegría en esto— de repente, una oración aleatoria se escapa, vuelve a sentarse lentamente, arreglando superficialmente los alborotados cabellos burdeos, toma entre sus manos, la información de los cinco consortes que había elegido con mucho cuidado— respira Tanjiro, míralo... como un pedido más, eres ahora el emperador— dejando los papeles, se levanta, sus pies desnudos, sintiendo el agradable frío del liso piso, acomoda mejor su bata, dirigiéndose al baño—
Hoy era otro día en el trono
—Se asentarán en la ala suroeste del palacio— dicta, mientras seguía inmerso en largos pergaminos, Makomo, una fiel ayudante de Sabido, apuntaba con rapidez las últimas indicaciones— ¿ya han arreglado sus respectivas habitaciones? quiero que cada uno tenga un espacio donde se sientan a gusto— ella asiente en respuesta— pueden traer las cosas que quieran, exceptuando algún objeto perjudicial, sean armas, venenos, encargarse de revisar las pertenencias antes de dejarlo a manos de sus ayudantes, que por cierto, solo podrá traer consigo un acompañante de sus respectivas casas, quien mayor confianza le tengan, pues aquí, se le entregará un grupo numeroso de sirvientes que atenderán con eficacia sus pedidos— alza un momento la mirada, encontrándose con esa dama silenciosa, ojos celestes, muy claros— eso, eso es todo, puedes retirarte
Hace una reverencia, retirándose de su oficina, dejando extrañado al joven
—Es muy callada cuando hace sus deberes, igualmente hablando o no, me fue muy agradable y por eso le tengo mucha estima, majestad... así que no se preocupe
—Sabito es uno de los servidores que más trabajo tiene, debería darle vacaciones— ríe nervioso, sabiendo que cuando estaba con tantos deberes encima, su humor era peor que cualquier bestia—
Vuelve a ver su trabajo y sus ojos se vuelven acuosos, manos tiemblan aterrados
Quedan 55 pergaminos más que revisar y firmar...
¿Un cambio?
—¿¡Porque recién me llega esto?!— Sabito tenía los ojos desprendiendo el sagrado fuego de la familia imperial, una sonrisa sádica, riéndose de esta mala broma que no le hacía gracia, mientras asistentes tiemblan sin poder excusarse— ¡El emperador ya dio por zanjado este tema! ¡Tiene que venir Rengoku Senjuro, no Rengoku Kyojuro!
—Llegó hace unas horas, Sabito-san— entra una dulce niña, trayendo una bandeja con un exquisito té de menta— la familia pidió una disculpa, pero es que hubo una problemática con Senjuro, respecto a un futuro matrimonio
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𝐀𝐑𝐑𝐎𝐃𝐈𝐋𝐋𝐀𝐃𝐎𝐒 𝐀𝐍𝐓𝐄 𝐌Í
Fanfiction"Para bien o para mal, la corona a caído sobre mi cabeza"