Cᴏɴғᴜsᴇᴅ Mɪɴᴅ

(5)

Ha pasado medio año desde aquel entonces y aun no sabíamos si íbamos en la corriente correcta o si íbamos a contracorriente con todo lo que teníamos de información hasta el momento...

Shinichiro: me quiero morir...

-ya lo hiciste ¿quieres hacerlo de nuevo?

Shinichiro: es una muerte irónica.

-lo sé…-

Estaba recostada en el piso de mi habitación tirando una pelotitas adhesivas hacia el techo, las cuales se pegaban y despegaban cada tanto.

-¿Cuál crees que sea la solución?-

Shinichiro: he pensado tanto en ello y tras de todo lo que investigamos aun no sé qué hacer.

-Volveré a la misma pregunta de siempre ¿Qué sentiste antes de morir?-

Shinichiro: no sentí nada, fue una muerte demasiado rápida, aunque antes de abrir los ojos pensé en que es lo que haría si pudiera repetir ese momento…

-¿Cómo?-

Shinichiro: no lo sé, no repetir el momento de mi muerte sino que evitar la muerte de los demás… me estoy confundiendo y confundiendo mis pensamientos...

-Una situación de muerte podría no sé darnos un indicio…-

Shinichiro: no voy a dejar que intentes suicidarte…

Mientras seguíamos charlando de repente escuché como alguien tocó el timbre de la puerta por lo que dudosa me levanté tomando a la par un cuchillo y dirigiéndome a la puerta.

La abrí solo un poco encontrándome con una persona de cabello largo y negro...

-¿Quién eres?-

Shinichiro: aléjate de ahí, solo ciérrale la puerta...

Ignoré lo que decía el pelinegro detrás de mí y me mantenía fija observando a la otra persona.

Hanma: me llamo Shuuji Hanma.

-¿Okey? ¿Necesitas algo?-

Hanma: mi vehículo se averió a unas calles de aquí y quise saber si me dejabas pasar, aunque sea para usar el sanitario.

Lo miré algo dudosa pero al final terminé dejándolo pasar a la par que le indiqué el camino.

Shinichiro: no confió en el...

Lo miré a él y este entendió que yo no podía contestarle en ese momento por lo que solo se quedó en silencio...

Hanma: gracias...

Tras aquello el chico se fue de mi casa dejándome algo confundida por su forma de actuar.

Shinichiro: te he dicho que no le abras a desconocidos...

-uy lo siento hermano...-

Shinichiro: oye…

Nos reímos un poco de ese momento y seguimos con nuestra "investigación"

A altas horas de la madrugada me había despertado con ganas de ir al baño por lo que me dirigí a hacer aquello, llevé mi teléfono junto para ver si me había llegado alguna llamada o mensaje y para mi sorpresa si había algo.

Desbloquee la pantalla del celular y entre a los mensajes viendo que me llegó uno de un numero desconocido, abrí el perfil de la persona pero no había nada de información e incluso decía "numero privado"

***Estación del tren en Shibuya, ven una semana antes de esta fecha***

Debido a que era un numero privado y yo no lo tenía registrado, no podía responder sus mensajes...

¿Quién era?

¿Cómo tiene mi número?

Y sobre todo ¿Por qué quiere que vaya ahí…?

Salí del baño volviendo a mi habitación dándome cuenta que el pelinegro estaba dormido y prácticamente sin dejarme espacio a un lado...

Para mi buena suerte no era necesario empujarlo ya que simplemente me podía acostar sin que su brazo hacia mi lado me molestase.