Capítulo cuatro

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Stephanie llevaba varios minutos jugando al fútbol americano con una caja de Omega, corría de un lado a otro al no tener nada más que hacer, Axl le comentó lo sucedido por la noche y le había sugerido que fuera cuidadoso con los detalles que tenía hacia el ojiazul, aunque eso de hacerle la cena se le hacía de las cosas más adorables que se le pudieron ocurrir.

—. Hoy iré a hacer la despensa, ¿Me podrías cubrir? — Pidió empezando a alistar su mochila, la chica dejó de jugar dejando la caja sobre el mostrador.

—. Bueno, pero me compras algo o te quemo la colita. — Advirtió sacando un encendedor de su bolsillo, Axl tomó la caja lanzándole esta sobre la cabeza a la castaña.

Salió del mostrador colgandose la mochila sobre los hombros, eran las siete de la noche y el supermercado más cercano estaba a diez minutos caminando, cerraba a las diez, así que tenía muy poco tiempo para hacer sus compras. Se apresuró yendo casi corriendo, al adentrarse al lugar fue por un carrito para pasearse por los pasillos buscando todos los productos que utilizaba en su día a día, incluso de higiene.

Ya en la caja se dio cuenta que había tardado una hora, tomaría un taxi para regresar a su edificio, esperó unos minutos para poder detener uno que le llevara de vuelta a la casa, iba pensando en qué hacer de cenar que pudiera gustarle al rubio, el chico había dejado el topper limpió frente a su puerta y le pareció de lo más lindo que respondiera la nota con un: "Gracias."

Cuando llegó a su destino, le pagó al conductor bajando sus cosas, se aseguró de que no le faltara nada para poder adentrarse a la recepción, la chica se encontraba tras su escritorio con una mueca de disgusto que cambió al verle entrar, la muchacha sonrió con coquetería jugando con sus rizos.

—. Hola, Axl. — Se apoyó en el escritorio viendo como el pelirrojo caminaba con tranquilidad hasta que escuchó su voz.

—. Buenas noches, Erin. — Alcanzó a ver su nombre en la placa del escritorio al fin, de ahí se fue de largo sin prestarle atención hacia el ascensor, sin embargo no se iba a librar tan fácil, la muchacha corrió detrás de él para acompañarle.

—. Tal vez podamos pasar un rato juntos, ¿No crees? — Acomodó su uniforme fingiendo demencia pero Axl ni siquiera la volteaba a ver por ir pensando en qué cocinar.

—. No puedo, tengo que ordenar la cocina y hacer la cena para Kurt. — Eso último salió de forma inconsciente logrando que la chica frunciera el entrecejo, Rose salió del ascensor cruzando el pasillo rápidamente.

—. ¿Qué? ¿Ahora eres su niñera? — Según Rose, la castaña no tenía nada de que quejarse, si que el primer día tuvo la intención de coquetearle pero ni siquiera lo hizo.

—. Eso no te importa, no tienes porqué meterte en lo que no te incumbe. Buenas noches, Erin. — Se metió a su departamento dejando a la chica con las palabras en la boca, dejó escapar un suspiro de tranquilidad al estar solo al fin.

Fue a dejar las compras a la cocina y su mochila la dejó sobre el sofá, aún faltaba mucho para que el rubio llegara, tomó su tiempo para arreglar hacer ejercicio, ducharse y ponerse a cocinar. Se preguntaba porqué llegaba tan tarde mientras hacía unos postres de arroz rellenos de dulce de fresa, no sabía si de verdad su trabajo era tan pesado para llegar tan tarde o hacía otra cosa antes de llegar, eso le aterraba más que el hecho de que su trabajo fuera de demasiadas horas.

Sacó un topper limpió para ir metiendo los postres dentro, bien entraron unos siete algo apretados, los suficientes para que comiera bien, fue a buscar un termo a los estantes, de paso le hizo un poco de chocolate caliente, ¿Será que no comía bien? Eso explicaría su apariencia enfermiza, dejó todo junto a un costado para ir a la sala a buscar un post-it y su lápiz.

"Buen provecho, ten linda noche" y lo pegó sobre la tapa del recipiente, sonrió con satisfacción empezando a comer los postres que dejó para él, rascó su pectoral desnudo mirando el reloj avanzar lentamente, mordió uno de los postres mirando los recipientes que guardaban la comida, en su vida se imaginó cocinando para alguien que no conocía solo porque le preocupaba su estado de salud, tomó su plato llevando el topper y el termo en su otro brazo, pasó metiendo sus llaves en su bolsillo para salir al pasillo.

Su vecina, la señora Powell salió solo a recoger una carta que estaba en su alfombra, la saludó mientras se sentaba apoyando su espalda contra la puerta frente a su departamento, dejó los recipientes a un lado suyo y su plato sobre sus muslos mientras comía, ni siquiera se dio cuenta cuando cayó dormido por el cansancio de un día tan ajetreado.

—. Oye, ¿Estás despierto? — Axl abrió sus ojos lentamente al escuchar una voz suave y débil hablando cerca de él, su mirada se encontró con aquel profundo océano oscuro y lleno de tormento, Kurt estaba agachado frente a él con su uniforme y su mochila.

—. Ay, lo lamento, te estaba esperando. — Mencionó tomando el termo y el topper para extender ambos hacia el rubio que pareció conmocionado por sus palabras.

—. Gracias, pero no tienes que hacer esto, ¿Si? No te molestes. — Se levantó abrazandose a si mismo y mirando hacia otro lado, Axl se levantó igual notando un par de moratones en el cuello del contrario.

—. No es molestia, vienes tarde siempre y te ahorras el cocinar. — Insistió en que tomara los recipientes, el chico no tuvo más opción que aceptarlos sintiendo un nudo en su garganta.

—. Muchas gracias, ten linda noche, Axl. — Estuvo a punto de ir hacia la cerradura pero Rose le detuvo, se notaba que el ojiazul no estaba acostumbrado a que alguien reflejara preocupación por su ser.

—. ¿Te sientes bien? — Esos orbes llenos de lágrimas le decían que no, que todo dentro de él estaba en mil pedazos, que era más que la presión laboral.

—. Estoy bien, gracias por preguntar. — Y se adentró al departamento dejando al ojiverde en el pasillo un tanto insatisfecho.

໒❛ 𝟒 𝐌𝐎𝐑𝐀𝐍𝐓 ♡ ❫ ◗  ʚ₍ᐢ 𝙠𝙪𝙧𝙩𝙖𝙭𝙡 ᐢ₎ɞ ᵕ̈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora