El rubio pasó las páginas del libro que estaba leyendo por simple curiosidad, han pequeña sonrisa surco su rostro ante las bonitas imágenes de aquellos paisajes, se acomodó en el sofá pasando otra página, el pelirrojo llegó poco después dándole un sorbo a su vaso con agua y se sentó justo a su lado.
—. Mira, ¿No te gusta? — Señaló una de las imágenes con su dedo índice, el ojiverde se inclinó hacia adelante observando el libro del ojiazul.
—. Es muy bonito, ¿Dónde es? — Mostró cierto interés sonriendo ante el gesto de emoción del menor, Kurt le dio una lectura rápida a la página que estaba viendo.
—. Colombia, mi hermana siempre quiso viajar a Colombia desde que éramos niños, mi mamá... Mi mamá prometió llevarnos algún día... — Comentó bajando su mirada a las imágenes en el libro, Rose dejó su vaso sobre la mesa de noche y llevó su mano a tomar el mentón ajeno para que alzara la mirada.
—. Y van a ir, tenlo por seguro, es mas, tú y yo junto a Kimberly iremos a todos los lugares que siempre hayan deseado. — El corazón de Kurt se aceleró ante eso, recordaba que Karen le había mencionado que Axl lo veía de una forma distinta, de una forma en la que nunca había visto a nadie.
—. Me gustaría viajar contigo. — Eso fue suficiente, Rose no podía estar más seguro de que se había enamorado de ese chico, sus zafiros brillando de ilusión, sus mejillas ruborizadas y esa dulce sonrisa llena de cariño.
Se inclinó sobre su rostro acortando la distancia, la respiración de ambos se mezcló ante la cercanía, Kurt estaba con el corazón en la mano... Amaba a Axl, se dio cuenta cuando le quitaron las suturas, cuando Karen le dijo que el pelirrojo se la pasaba hablando de él casi todo el día, cuando le mencionó que Rose era una persona hogareña que amaba el tiempo en familia, que soñaba con tener su familia y era uno de los amigos más presentes, se preocupaba por todos y por todo. Vio en esas esmeraldas las puertas a un mundo distinto, en sus brazos encontró la calidez que nunca había sentido, no como la que Wendy le dio alguna vez, era diferente, era amor.
¿Alguien así de roto podía amar? Quería creer que sí, nunca se había sentido así por nadie y no tenía ni idea que Axl se sentía igual, Rose no tenía miedo de que Kurt se volviera libre e independiente, estaba tan orgulloso de su avance como persona, le gustaba ver como se desenvolvía en su nuevo empleo. Kurt era dulce, amable y un sol, una persona con un intenso sentido de la equidad, empático que sentía emociones fuertes y se desvivía sentimentalmente, lo daba todo por todos a quiénes que amaba y lo sabía por todo lo que hizo por su hermana, ¿Cómo no amarlo?
No aguantó más y acortó la distancia uniendo sus labios en un beso suave, lleno de cariño que buscaba expresar todo lo que con palabras no podía decir, sintió florecer en su pecho una hermosa sensación que no creyó que podía existir, un cosquilleo en su estómago al sentir que el ojiazul correspondió dicho contacto al instante. Era tan único, encajaban tan bien, era como si fueran el uno para el otro, más de un mes deseando poder hacer eso y no se dio cuenta que ese sentimiento pasó de ser una flor a ser un bosque completo, quería vivir en ese bosque, dejar sus crisalidas y volar al lado del ojiazul, así fuera a pasitos de pingüino o a la velocidad de un jaguar.
Cortaron la cercanía buscando la mirada ajena en busca de confort, ¿Lo que sentían estaba bien? Pues, se sentía bien, se sentía más que bien, el rubio sentía su rostro arder del sonrojo y como si su corazón deseara salir de su pecho, Axl acomodó sus mechones rubios detrás de su oreja acercándose a dejar un beso en su frente.
—. No quiero que te vayas... — Entendió eso a la perfección, hablaba de volver a su departamento, el cerrajero llegaría al siguiente día a cambiar la cerradura, pero Kurt ya no quería estar ahí, solo en la fría nevada que ocultaban esas paredes... En cambio, con Rose parecía estar en un campo de primavera cálido y tranquilo.
—. No me quiero ir. — Cerró el libro para dejarlo a un lado, al parecer ambos se sentían mucho más cómodos así, juntos, compartiendo cada mínimo momento. Llevaban viviendo juntos poco más de un mes, conocían muy bien al otro, quizás Axl conocía de más pero nunca se sobrepasó con el menor.
—. Sabes que puedes quedarte conmigo, de todos modos pronto nos iremos de aquí, no quiero que tengas que soportar a Erin cada que vuelves de trabajar. — Tomó una de sus manos entrelazado sus dedos, besó el dorso con ternura logrando que los nervios dentro del ojiazul fueran en aumento. El colorín sabía de los comentarios despectivos de la recepcionista hacia Cobain y por más que le exigiera que se detuviera, hacía caso omiso.
—. ¿A dónde nos iremos? — No quería alejarse de Kimberly, todos los fines de semana iban a verla, a veces la llevaban a comer con ellos para que saliera de la prisión que era su casa.
—. A donde puedas estar tranquilo, no te preocupes porque no es lejos, podrás visitar a Kim e incluso a Karen cuando quieras, podrás ser libre. — Eso era suficiente, eso era lo que siempre había deseado y si Axl nunca llegaba a su vida, no lo habría conseguido porque él antes era un cobarde, el pelirrojo solo le dio un empujón para salir adelante.
—. Axl... — Le llamó con un tono relajado, la forma en que cada sílaba fue pronunciada se bañaba en anhelo, en cariño, nunca alguien había dicho su nombre, apodo en realidad, de esa forma.
—. Dime. — Ambas esmeraldas buscaron un astibo de disgusto en el rostro contrario, pero no había nada, solo un gesto neutro que pronto cambió gracias a la sonrisa que apareció en los labios de Cobain.
—. Te amo.
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໒❛ 𝟒 𝐌𝐎𝐑𝐀𝐍𝐓 ♡ ❫ ◗ ʚ₍ᐢ 𝙠𝙪𝙧𝙩𝙖𝙭𝙡 ᐢ₎ɞ ᵕ̈
Fanfiction𝕾𝖜𝖊𝖆𝖗 𝖔𝖓 𝖒𝖞 𝖑𝖎𝖋𝖊, 𝕴 𝖆𝖑𝖜𝖆𝖞𝖘 𝖙𝖗𝖞. 𝕭𝖚𝖙 𝖎𝖓 𝖒𝖞 𝖊𝖞𝖊, 𝕴 𝖈𝖆𝖓 𝖋𝖑𝖞. 𝕾𝖎𝖌𝖍.