Capítulo trece

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—. Kurt, creí que llegarías más tarde. — Y aún así parecía estar feliz, feliz de ver a su hermano mayor, a pesar de todo tenía una sonrisa. —. ¿Qué te pasó? ¿Quién es él?

—. Estoy bien, no te precoupes. Axl, ella es mi hermana menor, se llama Kimberly. Kim, él es mi vecino, se llama William pero le dicen Axl. — Luego de presentar, la chica se apartó para dejarlos entrar, la sala era un bodrio, botellas vacías, sofás viejos y la madera parecía muy desgastada.

—. Un gusto conocerte, Kim. — Le mostró una sonrisa amable a la chica, la menor por igual sonrió sin perder el brillo en sus orbes, Kurt se le quedó viendo a su hermana con extrañeza y no pudo evitar tomar la mano del pelirrojo por inercia.

—. El gusto es mío, es primera vez que Kurt trae un novio. — La castaña formó una sonrisa malvada, de nuevo, Kurt soltó al pelirrojo de golpe sintiendo su rostro arder por la vergüenza y Axl solo soltó una risa nerviosa.

—. No somos nada de lo que imaginas, Kurt es un buen amigo. — «Aunque es muy lindo...» intentó deshacerse de ese pensamiento mirando hacia otro lado, por la puerta de la cocina apareció un hombre de cabellos castaños, traía una mueca de pocos amigos y hasta asco.

—. ¿Traes el dinero para sus medicinas o no? — Soltó de una vez destapando su botella con un destapador que traía en su llavero, el chico estuvo a punto de decir algo pero Rose negó con su cabeza.

—. ¿Cuánto es? ¿No tiene las facturas? — El gesto serio y duro del pelirrojo lograba intimidar, Kurt solo alcanzó a ocultarse tras él por el temor a la reacción de su progenitor.

—. ¿Qué? Por supuesto que no, solo que me de el puto dinero y se pueden largar, que sé yo, me da igual, Kim tiene tareas que hacer. — Se encaminó hacia el sofá, pero claro, no sabía que el tipo con el que estaba lidiando no era como su hijo.

—. Entonces no le vamos a dar una mierda. — Cruzó sus brazos sobre su pecho notando como el hombre les volteaba a ver con disgusto y se encaminaba hacia ellos, tanto Kim como Kurt se asustaron ante eso.

—. No es asunto tuyo, es tema de familia. Kurt, dame el dinero. — Buscó a su hijo pero el rubio se escondía detrás de Axl al no saber qué hacer o decir, aunque el pelirrojo le haya dicho que no dijera nada.

—. Sin facturas no hay dinero. — El mayor de edad estuvo a punto de levantar su mano y para eso Rose tampoco le tenía miedo, peores golpes le habían dado en su vida escolar e infancia.

—. Kim, trae las putas facturas de una vez, y rápido. — La chica se aferró con manos temblorosas a las muletas y salió hacia la cocina con rapidez, el hombre le dio un sorbo a su botella y apuntó al pelirrojo. —. A la próxima te romperé la cara.

—. Quisiera. — Rodó los ojos con disgusto viendo como la menor regresaba, tomó las facturas leyendo las medicaciones que consumía la menor para el dolor muscular y los problemas respiratorios, los conocía a la perfección por los estudios de medicina general que llevó en sus primeros años. —. Ciento cincuenta dólares, ¿Por qué le quitaba todo su sueldo a Kurt, entonces? 

—. No te importa. — Kurt sentía sus manos temblar, se había aferrado a la camisa de Axl sin darse cuenta, Rose parecía estar demasiado relajado a pesar de eso.

—. Bien, esto es para sus medicinas. — Metió su mano  su bolsillo sacando la billetera, el rubio asomó un poco su cabeza y notó que llevaba la fotografía que se tomaron antes de ir a buscar su familia, el colorín sacó el dinero contado entregándolo al hombre que hacía una mueca. —. Y esto es para ti, Kim.

Sacó otros tres billetes para dárselos a la chica, guardó su billetera, notando como la menor dudaba un poco antes de tomarlos, el mayor de edad tensó su mandíbula guardando el dinero en su bolsillo, Axl en solo veinte minutos pudo notar que el hombre le quitaba el sueldo a su hijo porque era un maldito desempleado.

—. Si tu padre te lo quita me voy a enterar, y créame, señor Cobain, que ya he golpeado gente mucho más alta que usted, yo no le tengo miedo. Deje de maltratar a sus hijos y busque un puto trabajo, inútil de mierda. — El tono del ojiesmeralda se endureció conforme hablaba, en cambio el de mayor edad sintió su sangre hervir de la rabia.

—. No tienes ningún derecho a decirme cómo debo tratar o no a mis hijos. — Rose no se inmutó, parecía más estar hastiado incluso cuando el mayor se acercó amenazante asustando a sus dos hijos.

—. Lo tengo, fui yo quien ha estado cuidando de su hijo porque usted no hace más que provocarle ansiedad, no lo hago esperando nada a cambio, lo hago porque me sale del corazón, pero usted no hace ni mierda y quiere que el dinero le caiga del cielo, se cree en el derecho de tratar mal a sus únicos hijos, no sea tan imbécil. Maldito desempleado, como descubra que le hace daño a su hija, se va a pudrir en la cárcel. — Le advirtió, se alejó tomando al rubio por los hombros con delicadeza para encaminarse fuera de la vivienda.

Estaban por salir pero era obvio que Donald Cobain no se iba a dejar tratar así por un tipo cualquiera, su primera reacción fue tomarlo por el brazo y golpear su rostro escuchando un chillido por parte de Kimberly, Kurt se quedó estático en su lugar sin saber qué hacer aún cuando Axl no parecía ni desorientado, lo había observado mucho, tenía una condición física envidiable a su ver, su padre solo tenía su fuerza natural. El pelirrojo tomó una bocanada de aire intentando controlarse, pero no lo logró, apuñó sus manos golpeando al mayor en el rostro.

—. ¡Axl! — Intentó acercarse pero el miedo a recibir un golpe no se lo permitió, llevó sus dedos a jugar con sus vendas al notar que Don si estaba un poco atontado por el golpe, Axl no lo dejó así y como si le dijeron: «Hey, es saco de boxeo» dejó caer sus puños unas veces más.

—. Debería aprender respeto si es que quiere ayuda financiera. — Lo tomó por el cuello de la camisa, pero sintió las manos del ojiazul tomándole por los hombros, dios, si Karen se enteraba lo iba a patear.

—. Hay que irnos. — Murmuró el rubio jalándole un poco, el pelirrojo suspiró soltando al mayor de los Cobain, se encaminó junto al menor saliendo de la vivienda.

—. Lo siento... — Se llevó dos dedos al labio notando que sí había logrado partirlo, ya se podía imaginar la regañadiza de Mulder al siguiente día durante el trabajo.

—. No importa, él se lo buscó... ¿Estás bien? — Llevó sus manos al rostro ajeno, Axl debía admitir que al ser primera vez que sus dedos hacían contacto con su rostro se sintió extraño, sus manos eran suaves, llenas de heridas ya cicatrizadas.

Sus miradas se encontraron y una sensación muy extraña les invadió, fue mutuo pero no lo sabían, Kurt limpió las sangre con su pulgar antes de apartar sus manos sintiendo su corazón acelerarse a mil por hora, odiaba eso, estaba empezando a odiar todo lo que Axl Rose le hacía sentir.

໒❛ 𝟒 𝐌𝐎𝐑𝐀𝐍𝐓 ♡ ❫ ◗  ʚ₍ᐢ 𝙠𝙪𝙧𝙩𝙖𝙭𝙡 ᐢ₎ɞ ᵕ̈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora