NARRA JAMES
-te quiero.-dice Lindsay en mis brazos dejándome completamente estupefacto, esto no es correcto, que rayos estoy por hacer.
-yo también te quiero. -susurró, para mi miedo sintiendo en mi pecho cada una de esas palabras. Nos mantenemos así por unos segundos hasta que decido romper el silencio.
-¿Lista para ir mañana a Nueva York?-preguntó.
Ella levanta su mirada y notó como sus hermosos ojos brillan, una gran sonrisa sale de sus labios y empieza a asentir como niña pequeña. Sonrió al mirar lo tierna que luce.
-debes descansar, mañana será un largo día, ven acuéstate.-digo con una sonrisa, entonces la levantó del suelo cargándola cómo a una princesa. Ella suelta un pequeño gemido y empieza a reír. Nunca antes me había comportado así, me está cambiando de una manera que por algún motivo me hace feliz, lo tengo todo pero creo que la necesitaba en mi vida.
La colocó en la cama y la cobijo cómo niña pequeña, ella mantiene su mirada en mí, le dedicó una sonrisa.
-Descansa....-digo mientras depósito un dulce beso en sus labios.
-¿espera te vas?-pregunta mirando directamente a mis ojos.
Yo asiento.
-Quédate por favor...-pide tiernamente.
-Elizabeth debo dejar unos asuntos del trabajo pendientes...-digo.
-qued...¿espera me llamaste Elizabeth? -pregunta frunciendo su ceño, lo cual hace que sonrisa por dentro.
-así te llamas.-digo.
-¿cómo carajos supiste mi segundo nombre?.-pregunta y frunzo el ceño al escuchar su vocabulario.
-Te he dicho que no hables así. -digo.
-okaaay lo siento, pero cómo sabes mi segundo nombre.-responde.
-investigue algunas cosas sobre tí. -digo y ella abre sus ojos sorprendida.
-¿qué tú hiciste qué? -pregunta sorprendida.-y dices que no eres un psicópata o asesinó.
-Mmm...venderé todas tus partes, pero me quedaré con tú corazón. -molestó.
Entonces me lanza una almohadilla.
-eres un tonto.-dice entre risas.
-sólo quería saber más de tí, no te preocupes solo las cosas básicas, las demás las quiero conocer por tí. -digo.
-está bien pero no me llames Elizabeth. -se queja con esa bella sonrisa en sus labios, Dios y así quiere que la tomé enserio.
-mmm...déjame pensarlo, No me encanta y a tí también te gustará. Es hermoso igual qué tú, Elizabeth.-susurró lo último, las palabras sólo fluyen de mí. Sus mejillas empiezan a tomar un color carmesí.
-¿te quedarás? Sólo hasta que me duerma.-pregunta.
Dios cómo puedo negarle...
-lo haré. -digo, ella da unas palmadas a la cama indicándome que me recueste a su lado, me quito los zapatos y lo hago. Ella acomoda su cabeza en mi pecho dejándome respirar su delicioso aroma.
Una idea viene a mi mente, ella quería jugar conmigo, vamos a jugar.
-sabes esto es nuevo para mí, quedarme con una chica sin tener sexo.-digo y siento como ella se tensa lo cuál me hace reír por dentro.
-James...-musita y puedo sentir el nerviosismo en su voz.
Entonces me levanto y la acorralo contra la cama, ella abre sus ojos mostrando asustó.
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Podría ser tú padre
RomanceConoce a Lindsay Monroe y James Connor. Un amor imposible en el cual la diferencia de edad y pasados ocultos serán su ruina. ¿Serán capaces de sobrepasar los obstáculos? ********************** -te quiero. -dice entre mis brazos dejándome completame...