Capítulo 7: Deseo, Parte 1.

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Tenía frío. Podía sentir una fría brisa envolver mis brazos y acariciar mi cabello con dulzura. Poco a poco fui tomando conciencia y me di cuenta que estaba recostado en algo que parecía una cama. Tocando un poco con las puntas de mis dedos el lugar en donde me encontraba pude confirmar que estaba sobre una cama, pues podía hundir mis dedos en el colchón y tocar lo que sería una sábana.

-Makoto...

-¿Ha...ru...? -Pude apenas pronunciar pues extrañamente me sentía cansado y al abrir mis ojos la luz de la habitación por poco casi me deja ciego.

-¡Makoto!

-¡Makoto-senpai!

Mi vista estaba media borrosa y veía como todo se tambaleaba de un lado a otro. -¿Qué pasó? -Pregunté cuando pude volver a la normalidad. Inmediatamente me di cuenta que no estabamos en la escuela, sino que en la habitación de un hospital. -¿P-Por qué estamos aquí? ¡Auch...! -Quise flectar mi pierna izquierda pero un agudo dolor me lo impidió.

-Debes tener cuidado, te caiste por las escaleras y te haz golpeado en la pierna. -Me explicó Haru quien estaba a un lado de mí con una expresión preocupada.

-Oh, ahora lo recuerdo... -Recordé perfectamente cómo había volado de las escaleras. -¿Cuánto llevó aquí?

-Lleva dormido 7 horas, Makoto-senpai. -Me respondió Rei. -Y si se pregunta qué hora es... son las 23:37 pm.

-¡¿E-En serio?!

-Tus padres están afuera con tus hermanos. Tuvieron que llevarlos afuera porque comenzaron a llorar y no querían que te despertaran. -Dijo Haru.

-Ya veo...

-Roncas mucho, Mako-chan.

-N-Nagisa... -No necesitaba que me lo recordaran... -¡¿P-Pero y qué hay de ustedes?! ¡Sus padres...!

-No te preocupes por algo como eso, después veré qué les digo. -Dijo Nagisa apoyando sus codos en el borde de la camilla.

-No podíamos dejarlo solo, Makoto-senpai.

-No podíamos dejar que despertaras y empezaras a llorar al no ver a nadie contigo.

-H-Haru... -¿En serio me veía como un completo llorón?

Sonreí agradecido por tenerlos como amigos. Se habían quedado todo este tiempo conmigo para asegurarse de que estuviera bien y nada malo me sucediera. -Gracias a todos. -Les agradecí mostrando la sonrisa más grande que pude darles.

-Debes sentirte afortunado de que la caída solo te haya proporcionado un par de golpes, Mako-chan.

Era cierto, me había olvidado completamente de mi pierna. Levanté la sábana que me cubría y solo vi que mi pierna estaba forrada con vendas. Me dolía, pero al menos se veía fuera de peligro. -Que alivio...

-¡Mako-chan~!

-¡W-Woah! -Nagisa se lanzó sobre mí y me abrazó. -¡N-Nagisa...!

¡Estabamos tan asustados de que no volvieras a nadar con nosotros, Mako-chan...! -Decía entre sollozos y apretandome entre sus brazos.

-No creo que algo como eso... -Me detuve cuando vi la expresión de todos. Realmente se veían preocupados y asustados. Nagisa tenía razón, en verdad que se veían asustados por eso. De todos modos yo igual me hubiera asustado -y mucho- si en lugar de decirme que estaba bien me huvieran dicho que ya no podría volver a nadar. Es más, en ese mismo instante hubiera entrado en pánico y comenzaría a gritarles a todos que me dejaran solo.

No hubiera podido soportar el hecho de ya no volver y nunca más volver a nadar con ellos. No, no lo hubiera soportado.

-Chicos, por favor ya no pongan esa expresión tan lamentable. ¡Mirenme, estoy bien! -Exclame. -Mira, Nagisa, Rei, Haru, estoy bien... Ya todo pasó, pueden estar tranquilos. En unos días volveré a la piscina a nadar con ustedes y todo volverá a ser como antes.

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