07- Destino o Coincidencia

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Auron no supo a dónde se fué Rubius luego de eso.

Sólo sabía que no había aparecido en toda la noche, que volvió en la mañana, buscó las cosas de la universidad y se fué, ignorando sus súplicas para hablar.

Y fue cuando Raúl se rindió.

Se había dejado llevar demasiado por los instintos de su lobo, y los instintos no funcionaban para las personas, y menos para alguien tan poco lobo como Rubén.

Mandó a la mierda a su lobo interior, quién quería que el rubio le diera atención, y también mandó a la mierda a Rubén.

Acomodó las sábanas sobre la cama al rededor de él, dejando una para cubrirse hasta tapar su cabeza, para sentirse más protegido, y sólo se quedó allí abrazando la almohada.

— Wow, llegas temprano — dijo Irina al ver al rubio entrar al supermercado, no había terminado de subir la reja de la entrada y Rubén sólo había entrado agachándose, sin disminuir su paso apresurado.

La rubia frunció un poco el ceño al no escuchar respuesta por parte de Rubén.

— ¿Te pasa algo? — dijo, entrando a la sala de los empleados para ver a Rubén haciendo café en la cafetera con expresión seria pero con un dejo de enojo.

El chico de encogió de hombros, sin siquiera mirarla.

Irina notó las ojeras oscuras bajo los verdes ojos de Rubén.

—Mira, no te he hecho nada para que estés enojado conmigo, así que te me calmas— el tono de Irina sonaba hartado, apenas había empezado el día y ella no estaba para soportar a un universitario actuando como un niño ofendido.

— Justamente, Irina, no me has hecho nada— dijo, luego de unos segundos de mirarla con frialdad—. Y por eso no te importa cómo mierda esté, ya que no es tu culpa.

Irina se mordió el labio con fuerza, en un acto insignificante para calmar su enojo.

— Estás peor que una niña en su primer celo, Doblas — dijo, alzando una ceja—, tu puta madre...

Y salió del lugar, más enojada de lo que había entrado.

Rubén no dijo nada el resto de la mañana, haciendo su trabajo en silencio y con la misma expresión seria, casi molesta, que cargó toda la mañana.

Irina no se molestó en hablarle, la chica también estaba ofendida por la actitud de mierda de Rubén hacia ella, no le había hecho nada para ser tratada así.

Pasó su turno y Rubén dejó su delantal y tomó sus cosas, sin decir nada ni despedirse, caminó hasta la universidad a paso apresurado, seguía molesto, por lo que llegó un poco más temprano a su destino.

Vió a la castaña bajar de una motocicleta, hablando por teléfono con una sonrisa, la que se borró rápidamente al ver la expresión seria con la que Rubén la miraba.

— ¿Te pasa algo, Doblas? — preguntó Sara, acercándose al rubio.

Fue cuando Rubén se dió cuenta que había detenido su paso al cruzar a la alfa de ojos dorados.

Sin decir nada, continuó caminando.

Unos pasos apresurados lo siguieron y la bibliotecaria apareció a su lado, fue cuando Rubén notó que la chica era de su misma estatura.

— Tienes el mismo olor de ayer, un poco menos— comentó—, aunque un poco diferente...

"No tomó los supresores" pensó.

Rubén no respondió.

— ¿Está todo bien?

El rubio lo miró, sin cambiar su expresión.

࿔⠀⠀𝗗𝖾𝗅𝗍𝖺⠀「 𝐑𝐮𝐛𝐢𝐮𝐬𝐩𝐥𝐚𝐲 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora