28- Melancolía

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Luzu regresó a la casa de Fargan, el castaño lo había llamado para que fuera, y esperaba que fuera importante, porque había tenido que dejar a su hermano para lo que sea que el chico quería.

— El joven Romero salió un momento— le dijo el mayordomo cuando entró a la casa.

Borja rodó los ojos con fastidio, ahora aquel niño lo hacía esperar.

— ¿Desea esperarlo en la sala? — ofreció el hombre.

— Si no tengo otra opción... — masculló.

Caminó por sí mismo hasta la sala de estar, con intención de sentarse en el que se había convertido en su sillón favorito, individual pero amplio, y con una agradable vista al patio trasero.

Pero alzó las cejas cuando notó una cabellera azabache sobre el respaldo.

Alzó las cejas, ofendido, rodeó el sillón para ver el rostro de un chico joven y de rasgos muy atractivos, que alzó su mirada de ojos obscuros de su celular hacia el rostro de Luzu.

El bajito hizo una mueca con los labios al sentir el olor de aquel Alfa.

— ¿Pasa algo? — preguntó el azabache, en tono normal, casi desafiante.

Borja chasqueo su lengua, más que ofendido.

— ¿Cómo te llamas, niño?

— Soy Alejandro — respondió con desinterés—, ¿Debería conocerte?

— En realidad no— dijo—, pero ya que estamos— se llevó una mano al pecho— Borja.

— Oh, sí, el que dio el discurso motivador con Fargan hace unos días.

— El mismo.

Alexby asintió una vez, y volvió a mirar su celular.

Borja permanecio de pie unos segundos, al notar que el otro no tenía intención de levantarse, suspiró, sentandose el el sillón más amplio, acomodando los pies sobre el mismo.

Entre el castaño que lo había llamado para luego irse, y aquel Azabache en su lugar favorito, ya habían logrado ponerlo de mal humor.

Pasaron más de diez minutos hasta que David llegó, pero apenas un minuto antes de que el auto entrara a la propiedad, el chico Pelinegro se levantó y salió de la sala, ganándose una mirada extraña por parte de Borja.

Cuando el castaño apareció en el umbral notó el humor del pelinegro alto al haberlo hecho esperar, y tragó duro.

— ¿Qué querías?

David se apresuró a sentarse cerca de él, recordándole lo que le había dicho de comentar el estado del omega y el de su hermano, con lo que Borja pareció relajarse un poco.

Ambos coincidían con la fiebre, el cuerpo frío, dolor muscular, y un estado somnoliento, letárgico, constante.

Y el fuerte olor a tristeza, que hacía sentir bastante mal a los demás.

Aunque parecía que Raúl estaba más afectado, porque no tenía apetito, y pasaba todo el día en cama, caminando poco y con dificultad, a diferencia de Rubén, que parecía más activo.

Luzu hizo una mueca al escuchar que el omega estaba tan mal, y por un momento se sintió agradecido por el estado de Rubius.

Fargan le comentó que un médico estaba revisando al omega, con lo que Luzu finalizó con que había dejado a Rubén a cargo de unos raritos.

Antes de seguir hablando, el mayordomo de Fargan le aviso que el doctor debía hablar con él acerca de Raúl.

Y de nuevo, Luzu fue dejado sólo en la sala, aunque al cabo de un minuto, el chico beta volvió a aparecer, sentándose de nuevo donde estaba antes, mirando su celular al caminar.

࿔⠀⠀𝗗𝖾𝗅𝗍𝖺⠀「 𝐑𝐮𝐛𝐢𝐮𝐬𝐩𝐥𝐚𝐲 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora