27- Ya saben cómo terminan

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Rato después, con una taza de té humeante, Rubén entiviaba sus manos, mirando el líquido dando vueltas cada vez más lentas.

La mano de Irina se apoyó en su frente, la rubia hizo una mueca.

— Tu fiebre sigue subiendo— murmuró.

— Rubius, si terminas tu té podrás seguir descansando.

— Estuve inconsciente por unas seis horas— murmuró con voz ronca — Pareció menos... Pero creo que ya tuve suficiente descanso.

Las dos chicas se miraron un segundo.

Sara se levantó de su asiento para ponerse junto a él, hablando bajo, como si toda la conversación fuera puro secreto.

— Sigues mal por tu omega, ¿No? — dijo, aunque sabía que la respuesta era más que clara.

El rubio le dedicó una mirada de molestia, aunque tenía demasiado cansancio para que se le notara bien.

— Escucha un momento, Doblas — Sara intentaba sonar maternal, hablando con tranquilidad y cariño, aunque no le salía bien—. Un día te dije que yo tenía a mi omega... Ella es menor, vive lejos, no tenemos un lazo pero estamos conectadas por nuestros lobos, somos predestinadas.

— Ostiaa, cuántas cosas en común que tenemos.

Sara rodó los ojos.

— Se que te vale una mierda y todo, pero lo que quiero decir es... Que te comprendo, y si quieres hablar de algo conmigo puedo ayudarte. Porque sí, Rubius, al parecer, tenemos cosas en común.

Rubén no respondió.

— Yo también tuve momentos como el que estás teniendo— murmuró la chica.

A Rubén le pareció un poco idiota de su parte, pero no podía creer en otra persona que se sintiera como él, salvo Auron.

No creía que nadie podía sentirse tan mal como él.

— ¿No sería como una charla de chicas? — preguntó, intentando esquivar el tema.

— ¿Cómo que charla de chicas? — preguntó Irina, frunciendo el ceño, un poco molesta porque el chico no quería aceptar la ayuda de su amiga.

— Hablar de sentimientos y todo eso— Rubén agitó la mano en un gesto.

— Si piensas que las charlas de chicas son sólo de sentimientos te equivocas.

— Paren — los frenó Sara —. No empiecen a discutir, no es momento.

La castaña suspiró, cansada de que aquellos dos chocaran tanto.

Decidió no tocar el tema de nuevo, Rubén término su té, mientras las dos chicas usaban sus celulares.

La madre de Irina apareció para preguntarle directamente a Rubén cómo se encontraba, el rubio hizo un esfuerzo por responder de la forma más educada posible, ignorando el parecido a Irina que de alguna forma lo incomodaba.

Sabía que la mujer le había ayudado bastante, no quería faltarle el respeto.

La mujer volvió a tomar su temperatura y presión, también su pulso y respiraciones, con una ligera mueca.

— Tu pulso está bajo y hace a tus respiraciones acelerarse— murmuró— ¿Tienes sueño, o estás cansado?

Rubén asintió.

— Abrígate, toma cosas calientes, intenta evitar la cafeína o las bebidas energizantes, te pueden afectar mal— hizo una pausa— ¿Tomas mucho café?

— Estudio medicina, es lo único que me mantiene despierto— dijo—, o al menos lo hacía.

La mujer asintió.

࿔⠀⠀𝗗𝖾𝗅𝗍𝖺⠀「 𝐑𝐮𝐛𝐢𝐮𝐬𝐩𝐥𝐚𝐲 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora