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Ayudo a Tadeo y a mi hermano a meter algunas cosas en el maletero del auto, están por irse a la ciudad vecina para comprar algunas cosas que hacen falta en el restaurante de Ed.

Aunque no lo demuestre o lo diga, estoy entrando en pánico, nunca me había quedado solo después de mucho tiempo y eso me inquieta.

Pero tampoco quiero preocupar a mi hermano, ni mucho menos arruinarle la "la salida" con su novio. Necesitan tiempo solos.

-Bueno, solo falta que Joel me traiga mi maleta y nos vamos -habla Tadeo terminando de cerrar el maletero.

Yo sé que no se irán solo tres días, por la variedad de ropa que empaco Ed, se que tardaran máximo más de una semana o tal vez tres.

Caminamos a la casa en silencio, hasta que él me detiene en las escaleras.

-Erick -volteo a verlo.

-¿Sí?

-Yo sé que no es el momento adecuado para hablar de esto, pero...-voltea hacia todas partes asegurándose de algo, lo miro algo confundido- pero, necesito tu aprobación para casarme con Ed.

Mi boca va formando una pequeña o de sorpresa.

-¿Qué?

-Sí, Erick, te estoy pidiendo la mano de tu hermano...-puedo ver en sus ojos lo nervioso que se encuentra y me estruja el corazón de ternura- lo amo demasiado, y cada día estoy más convencido de que quiero pasar lo que me resta de vida con él.

Le regalo una sonrisa.

-Sí, Tadeo, tienes mi permiso -suelto una risa y eso parece sorprenderle, pero también ríe- solo te pido que lo cuides, que lo ames como se lo merece, porque él es lo único y lo más importante que tengo en esta vida.

Me regale una sonrisa al notar que estoy hablando con mi corazón y un nudo se atora en mi garganta prohibiéndome más palabras.

-Te lo prometo... 

Es lo último que dice por que justamente mi hermano viene bajando las escaleras. Al vernos, nos sonríe ampliamente.

-¿Ya nos vamos? -dice acomodando la manga de sus camisa.

-No, Joel aun no llega con mi maleta - le responde 

-Oh esta bien

Yo solo puedo observar lo lindos que son juntos, yo quisiera algún día encontrar a la persona que me mire con ellos dos lo hacen con el uno y el otro, pero primero quiero sanar todo mi ser y después dedicarle mis sentimientos sanos a la persona correcta.

-Erick -me llama Ed- te he dejado en el refrigerador algunos desayunos y cenas para cada día, y para la comida le he pedido de favor a una persona del restaurante que te los traiga personalmente, solo tienes que llamarlo para que le digas lo que quieres.

Lo veo con desaprobación.

-No es necesario Ed, yo puedo cocinarme algo -le digo encogiéndome de hombros.

Ambos se voltean a ver y sueltan unas risas.

los veo confundido.

-¿De que se ríen? 

-Cariño, tú solo sabes hacer batidos, y eso que yo te voy diciendo que hacer -dice con una risa burlona.

-Me ofendes...-analizando bien las cosas vuelvo a hablar- tal vez sea cierto, pero me sigue ofendiendo.

sin poder evitarlo me uno a sus risas.

De la nada siento los brazos de Ed, rodeándome.

-Te quiero mucho hermanito, demasiado -al principio me tenso, pero me relajo y lo abrazo también.

-También te quiero -en ese mismo instante escuchamos el timbre.

Al separarnos oímos la voz de Tadeo.

-Hasta que llegas -le grita a su primo que pasa con una maleta en mano y con una mochila en su hombro.

-Lo siento, me detuve a comprar algunas cosas y se me paso el tiempo -se excusa pero deja de hablar cuando nos nota- H-Hola... Er-Erick 

tartamudea lentamente, y Edson parece notarlo porque suelta una risa, pero tampoco parece molestarle que solo me haya saludado solo a mí.

-Hola Joel -curveo un poco mis labios.

Parece que se ha quedado en trance porque no deja de verme y todos nos damos cuenta de eso, hasta que notan que me empiezo a poner incomodo.

-Y-Yo eh

Tadeo se adelanta ha hablar.

-Joel, dame mis cosas, porque se nos hace tarde y sabes que no me gusta manejar de noche -le arrebata las cosas y eso hace que Joel desvié su mirada hacia a él.

-Si, si ten -puedo ver con su rostro empieza a enrojecer. 

Nadie dice nada más hasta que llegamos al coche.

-Bien, Erick, te cuidas por favor, me llamas de inmediato si algo ocurre o si te sientes mal, ¿ok? 

Ruedo los ojos divertido pero asiento en afirmación.

-Sí, Ed, tú ve tranquilo y disfruta...

Mi sonrisa se congela cuando lo escucho hablar.

-Sí, les parece buena idea, yo vendré a verlo todos los días -quiero negarme, pero creo que ellos parecen estar de acuerdo con él.

-Me parece perfecto -dice mi hermano con una sonrisa.- y también le podrías enseñar la ciudad Joel.

-Sí, por mi encantado -dice con emoción.

-Solo no lo vayas a hostigar Joel, él también querrá un poco de espacio personal eh -Tadeo le dice en modo de advertencia.

El nombrado solo asiente en silencio moviendo la cabeza varias veces.

-Adiós chicos, los queremos 

Aun parado en la calle puedo ver como el auto se va alejando de la casa, y el estomago se me empieza a revolver del miedo y nervios.

-Erick, ¿te encuentras bien? -por un momento había olvidado al chico.

Volteo a verlo y sonrió de lado queriendo parecer amable.

-Sí 

se que es una respuesta un poco cortante, pero tampoco se que decir.

Lo veo sonreír con una pequeña risa que sale de su garganta, pasando la lengua por la comisura de sus labios, se empieza a mover de lado a lado.

como si estuviera nervioso.

-Oh yo... este -empieza a hablar al notar que nos quedamos en silencio.- ¿Qué vas a hacer ahorita Erick?

-No lo sé, tal vez terminar algún dibujo que tengo pendiente -me encojo de hombros mientras camino devuelta a la casa.

-Dibujas muy bien Erick, me gustan tus dibujos -responde caminando detrás mio.

Me detengo en seco cuando analizo bien sus palabras.

-¿Como sabes que dibujo? -cuestiono dándome la vuelta quedando cara a cara.

el se paraliza y yo retrocedo un poco.

-Bueno, yo... me ha comentado eh... Tadeo que dibujas -dice sin despegar su mirada de mi rostro.

-Pero, has dicho que te gustan -frunzo el ceño.

-Si, si p-porque... igual, eh Tadeo me mostro unas fotos que le envió tu hermano -veo como pasa saliva fuertemente al terminar de hablar.

-Gracias, supongo -digo no tan convencido.

Me doy la vuelta y abro la puerta dejándola así para que también entre, tampoco quiero parecer tan grosero.

Es tan raro que diga que Tadeo se las mostro, porque yo nunca le he mostrado a nadie mis dibujos, ni siquiera a mi hermano.

-Erick. - me llama desde el sillón donde ya se ha sentado.

Eso también es raro, que pronuncie demasiado mi nombre.

Espejito, Espejito || JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora