Amor de verano

CAP1

Hola, me llamo Hanna Brooke, tengo 16 años y bastantes problemas.

Mi hermana se llama Ayla que significa brillo de la luna, tiene un año más que yo, ósea 17.

Es mi persona favorita en el mundo.

Hace poco yo y mi hermana nos mudamos en California, antes vivíamos en un pequeño pueblo de montaña, donde siempre hacia frio. Vinimos aquí el 17 de julio. Cuando llegamos notábamos muchísimo calor, ya que no estábamos nada acostumbradas así que decidimos ir de compras para comprar ropa corta y bañadores.

Entramos a muchas tiendas de ropa y al final Ayla se decidió por un vestido de flores y yo no me decidía, me probé muchas cosas pero en ninguna me veía bien. Mi hermana me animo para que me comprase unos shorts y una camiseta que había visto y como la quiero un montón le hice caso. Lo compramos y fuimos a una tienda de bañadores. Mi hermana se compro un biquini y yo un bañador. Fuimos al apartamento y nos pusimos todo lo que nos compramos. Estábamos hambrientas así que decidimos ir a tomar un café.

Nos sentamos en la mesa de fuera, y vino el camarero. Un momento, ¡Creo que me he enamorado! Como vi en la etiqueta de su traje, se llamaba Alex. Tenia el pelo castaño oscuro, flequillo, ojos oscuros, labios finos de un color rosa y llevaba un pendiente negro. Yo me pedí un Capuchino y mi hermana un café con leche. Cuando cogí el pañuelo vi que había algo escrito, ponía: 

Me has parecido muy guapa, sonará raro pero aquí te dejo mi numero (y su numero de teléfono) de: Alex, el camarero. 

Para: la chica sentada en la terraza.

Justo al llegar a nuestro apartamento me apunte su número de teléfono en un papel y me lo guarde.

Después de unos 2 días decidí llamarlo pero no contestaba y le envié un mensaje preguntándole si podíamos quedar, me contestó dentro de 5 minutos, de repente tenia una alma gemela, me dijo que sí, que quedásemos en el trozo de playa que está al lado de la cafetería donde trabaja y yo obviamente acepté. Cuando llegue no lo encontraba y se me pasaron un montón de cosas por la cabeza, quizás no le debí pedir quedar, me adelante mucho, quizás no le guste, pero vi una cabellera oscura con una sudadera negra y unos cascos, era él. Suspire mientras él se acercaba hacia donde yo estaba. 

- Hola, no me dijiste como te llamabas, yo me llamo Alex pero supongo que ya lo viste en mi traje. -Dijo nervioso. 

- Yo me llamo Hanna.

- Tienes un nombre precioso - Respondió con una sonrisa de oreja a oreja marcada en su hermoso y elegante rostro.

Él propuso que nos metiéramos en el agua y yo le dije que no traía bañador, le dio igual, ya que el tampoco traía y dijo que entráramos ¿¡ En ropa interior !? Madre mía. Apenas nos conocíamos y ya nos íbamos a ver en ropa interior, pero como hacia bastante calor acabe aceptando. Se quito la camiseta y, dios, tenía unos abdominales super marcados, me puse roja.

De repente se había creado un ambiente de confianza entre nosotros.

Me sentía segura a su lado.

Era raro porqué uno de los problemas que tenia era mi cuerpo y él me hizo sentir cómoda, que se me olvidara todo lo malo de mi, apenas nos acabábamos de conocer, pero era la verdad, como había muy poca gente me quite la camiseta y seguidamente los pantalones, dejé mis zapatillas al lado de las suyas, me cogió de la mano, corrimos hacia el mar ya que nos habíamos puesto un poco lejos,  y nos tiramos al agua. Fue muy divertido.

Cuando salimos del agua corrimos hacia nuestras toallas, bueno, las suyas. Nos secamos un poco y nos tiramos en la toalla a tomar el sol.

Sentía que era hora de irnos, mire hacia mi derecha, que era donde estaba él y, ¡Madre mía! ¡Se había quedado dormido! Intente despertarlo pero su sueño no ayudaba mucho. Siendo sincera, cuando llegó, vi que tenia unas ojeras bastante marcadas, seguramente no había dormido mucho, ¿Pero porque? Al final se acabó despertando y nos reímos un buen rato.

- Si quieres, puedes venir a mi casa este sábado.. ¡Pero solo si quieres! - cuando salieron esas palabras de sus labios, me quede boquiabierta. Pero claramente acabe aceptando, como una tonta loca enamorada. 

Era normal, era la primera persona que me daba atención. En mi antiguo pueblo, era incomodo ya que solo habían como 10 chicos de mi edad y a todos los conocía desde pequeña. Solo llegue a tener un "novio" entre comillas porque no fue nada serio, solo nos besamos una noche. Tenía 12 o 13 años, no me acuerdo, solo se que fue horrible y  en  el día de mi cumpleaños.