❦-Capítulo 8-☼

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-La Sangre Sucia y La Voz Misteriosa-☼

❦-La Sangre Sucia y La Voz Misteriosa-☼

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Narra Harry

Durante los días siguientes, pasé la mayor parte del tiempo evitando a Lockhart cada vez que lo veía en los pasillos. Harleigh había entrado al equipo de quidditch de Gryffindor como una cazadora, reemplazando a Alicia Spinnet. Aunque aún no habíamos empezado a entrenar, Harleigh le había pedido a Hagrid que fuera al callejón Diagon a comprarle una escoba nueva, específicamente una Saeta de Trueno VII. Estaba en una revista que Harleigh encontró en la biblioteca, que decía «La Saeta de Trueno es una de las escobas más rápidas en el mercado, aunque algunos expertos temen que la Saeta de Trueno ha sacrificado la seguridad por la velocidad.»

A Harleigh no pudo importarle menos.

-Estar cerca de los gemelos Weasley ya es bastante peligroso, una escoba rápida no va a matarme. -Fue lo que dijo luego de cerrar la revista.

Eso fue hace dos días, y anoche llegó la escoba que Harleigh tanto había esperado. Estábamos en la sala común, junto a los gemelos Weasley, cuando a Harleigh se le ocurrió la gran idea de salir a probarla... a medianoche. Claro, a los gemelos les pareció una buena idea, y no se supone que yo sea el mellizo responsable. Así que estuvimos afuera por un par de horas durante la madrugada haciendo estupideces.

Cuando regresamos a la sala común, ya eran alrededor de las dos y media de la mañana. Los gemelos se quedaron despiertos otro rato más, y creo que Harleigh también. Pero yo tenía tanto sueño que si me paraba en las escaleras por más de cinco segundos terminaría yéndome de espaldas y partiéndome la cabeza.

Y como la suerte nunca está de mi lado, tampoco pude dormir mucho. Apenas salió el sol, todos los miembros del equipo de quidditch de Gryffindor estaban sentados en los vestuarios. El único que parecía completamente despierto era Wood. Angelina Johnson y Katie Bell estaban sentadas al frente, bostezando constantemente. Detrás de ella estaban Fred y George, despeinados y probablemente dormidos con los ojos abiertos. Harleigh estaba apoyada del hombro de George, no dormida, pero tampoco muy despierta.

-Por fin, Harry, ¿por qué te has entretenido? -preguntó Wood energéticamente-. Veamos, quiero decirles unas palabras antes de que vayamos al campo, porque me he pasado todo el verano diseñando un programa de entrenamiento completamente nuevo, que estoy seguro que nos hará mejorar.

Wood sostenía un plano de un campo de quidditch, lleno de líneas, flechas y cruces en diferentes colores. Sacó la varita mágica, dio con ella un

golpe en la tabla y las flechas comenzaron a moverse como orugas. En el momento en que Wood se lanzaba a soltar el discurso sobre sus nuevas tácticas, Fred empezó a roncar.

Wood pasó unos veinte minutos explicando los esquemas de la primera tabla, pero había una segunda tabla, y después una tercera. Aún no se como no me quedé dormido, o tal vez si me quedé dormido y no lo recuerdo.

La Noble Familia Potter: Parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora