Sentimientos • JJK #04 (COMPLETA)

Capítulo 1: Mejorando con el tiempo

Hanne:
Está bien, te escribiré luego. Cuídate.

Ese había sido el último mensaje de Bae Hanne, nuestras conversaciones no eran la gran cosa, solíamos hablar de la comida de Italia, su gente, sus ciudades, su música, cualquier cosa. Habíamos hecho algunas video llamadas donde Hanne se veía normal, su carácter no era diferente, me contaba con entusiasmo lo que hacía, su prima le había conseguido un empleo en una tienda, no había estudiado para ello, pero no le importaba. Los chicos sabían de nuestra...extraña relación, no la entendían ni comprendían, pero JaeYoon solía apoyarme sin juzgarme, TaeHyung y Jimin eran mis amigos con los que retomé el contacto.

Amigos que a veces es mejor ocultarles ciertas cosas.

—Bam, necesito que seas un buen chico, la tía Somi llegará al anochecer—el perro me mira moviendo la cola. Tengo un bolso en mi espalda y una maleta, acaricio su cabeza junto a sus orejas, el canino tiene su lengua afuera—Ella cuidará de ti por un mes.

Mi hermana había aceptado cuidar de Bam, podía trabajar desde casa sin problema, viajaría de Busan a Daegu.

Me aseguro de dejarle las instrucciones a ella en un papel en la cocina, dejo suficiente comida y agua a Bam para luego salir del departamento cerrando con seguro. Le había dado una copia a mi hermana, el viaje a la isla Jeju era por cuestión de trabajo, en la oficina cierto grupo de trabajadores había sido seleccionado para una especie de intercambio, una nueva oficina estaba siendo abierta allá y necesitaban que algunos de nosotros echaran un vistazo a las instalaciones, al manejar el departamento de diseño yo era uno de los rostros principales, mis ideas importarían mucho.

Cuando voy camino en el taxi decido dejarle un mensaje a Hanne.

JungKook:

Hola Hanne, hace tres meses que no sé nada de ti, estoy preocupándome un poco. ¿Te encuentras bien?

Suspiro teniendo un repentino temor, esto me recuerda cuando DaeYoon no me respondía al estar desaparecida, mientras todos se preocupaban por ella su cuerpo ya estaba muerto. Niego con la cabeza alejando esos pensamientos.

Hanne está bien.

...

No he tenido más sueños con Dae desde que conocí a Hanne, siempre tengo la esperanza de verla en ellos, así sea sólo para saludar, ni siquiera Hanne sabe que fue Dae quien me animó a intentar algo con ella. El vuelo a la isla Jeju sólo tomó tres horas, ya me esperaba alguien de la empresa para llevarme al hotel, la habitación tenía una linda vista hacia la playa, apenas he llegado y ya tengo reuniones a las que asistir.

Es exactamente a las cinco de la tarde que estoy libre, he visto algunos compañeros en la nueva oficina, camino por la playa con mis manos en los bolsillos de mi suéter, hace un poco de frío, hay algunas personas caminando como yo. Me detengo a ver el mar, más bien el horizonte de éste. De mi bolsillo saco mi teléfono, no tengo respuesta de Hanne como era de esperarse, ¿Acaso algo le habrá sucedido? ¿Será que se aburrió de mí? Tal vez una relación a distancia no le parecía bien, guardo el celular mirando alrededor, puedo ver el hotel donde me quedaré un mes a lo lejos.

No quiero tener miedo, he venido trabajando mucho con mis emociones y sentimientos, siento que poco a poco voy recuperándome, pero no mentiré, tengo miedo de que algo le haya pasado a Hanne. Cuando me dispongo a volver al hotel me detengo en seco, una joven de cabello oscuro y largo se me hace familiar. Se abraza así misma cubriéndose con un suéter largo además de gris, respira profundo viendo al horizonte, sus ojos lucen hinchados, tardo segundos en notar que está llorando. Me acerco despacio arriesgándome a decir su nombre.

— ¿Hanne?

Para mi sorpresa ella voltea, me mira sorprendida, es ella, ¡Es Hanne! La chica aparta las lágrimas de su rostro, tiene unas grandes ojeras, sus ojos lucen apagados, muy diferente a la Hanne de las llamadas. No pienso dos veces en ir a ella abrazándola sintiendo alivio en mi pecho, pero también duda.

Al menos sé que ella está bien.

...

—Gracias—agradezco a la joven que nos trajo el pedido a la mesa. Habíamos venido a un restaurante de comida del mar, Hanne estaba en total silencio, ¿Qué hacía aquí en la isla Jeju? Le sirvo un poco en su plato colocándolo frente a ella, sirvo un poco de jugo en su vaso esperando que diga algo.

Pero no lo hace, lo cual me inquieta más y cuando abre la boca es para decir...

— ¿Dejaste a Bam solo?

Sus ojos oscuros se posan en mí, ella está cansada, se nota.

—No, Somi está cuidándolo.

— ¿Cuánto...tiempo te quedarás? —toma sus palillos. Hago lo mismo sin dejar de estudiarla, ¿Cuándo volvió a Corea del Sur? ¿Por qué no fue a buscarme o por qué no respondió mis mensajes? ¿Qué estoy pasando por alto de nuevo?

—Un mes—entonces decido preguntarle— ¿Y tú?

Hanne mira su plato de comida, sus ojos se vuelven llorosos de nuevo. Parpadea varias veces aclarando su garganta.

—No lo sé.

Acerco mi mano a una de las suyas, ella entrelaza sus dedos con los míos volviendo a sollozar. Acerco mi silla a la suya abrazándola, Hanne se aferra a mí mientras acaricio su espalda, no sé qué ocurre, pero tengo que averiguarlo.