El camino a casa fue totalmente agotador.
Caminaba por las calles, mirando el suelo dando suspiros para no llorar.
Sí
Antes me sentía feliz, en mi propia burbuja. Ella se encargó de subir lo más alto posible, para explotar desde una altura considerable para destrozar todo mi ser.
Sentí algo líquido rodar por mis mejillas.
—¡Que más da, no soy un robot!—grité.
Todos en la calle me miraban raro, y no me importaba. El maquillaje no tardó en correrse, por lo que me limpie las mejillas con mi suéter.
[. . .]
~ Jungkook~
Entre en la mansión de los Jeon tratando de no encontrarme con nadie, pero… ¿es posible, estando señor fastidio viviendo en ella?
—Vaya… que increíble sorpresa la que mis ojos ven.
Seguí mi camino, con la intención de hacer oídos sordos a sus tonterías.
—Ah, nonono. Aún no hemos hablando— me tomó del brazo.
Me solté bruscamente, mirándolo con el ceño fruncido.
Mi cerebro me decía que me fuera y no escuchará sus palabras, que tanto daño me han echo pero, mis pies no se movían. Parecía que tenía pegamento debajo de ellos. Me había quedado a escuchar sus palabras hirientes.
Ya nada me iba a afectar tanto como la partida de T/N.
—Escuché que tu preciada princesa te abandona— ríe de forma burlona—. Al fin vio el carácter de mierda que carga mi hermano querido.
Forme dos puños en mis manos que descansaban a cada lado de mi cuerpo.
—Ah ah, #noalaagresividad hermanito.
Reaccione
Me di la vuelta para ir a la habitación que ocupaba. Apenas subí los tres primeros escalones y su voz volvió a perforar mis oídos con sus mierdas.
—Hiciste bien. No mereces ser amado; no cuando nuestra Madre murió por tu culpa maldito imbécil.
Mi cuerpo se tenso tras escuchar aquellas palabras salir nuevamente de su boca. Si desde niño me sentí un cero a la izquierda fueron gracias a todas las cosas que MI hermano me decía
Papá no te quiere. Mataste a mi Madre y te odia enormemente
No mereces sentirte amado
Entraste a la familia para ser una real maldición
¿Eres acaso un ser humano? Sos frío y asquerosamente un atraso para la familia, no vales ni la mitad de esta paleta
Etc…
Y un sin fin de palabras hirientes. Lo único que había pedido en esta vida, era un hermano que estuviera para mi en lo peores momentos de mi vida. Una familia, la cuál nunca tuve.
—No es mi culpa, no lo es— me repetí varias veces, más para mi. Quizás tratando de convencerme que no era cierto.
—¡Si que lo es. Si no hubieras nacido mi Madre estuviera viva! ¡Eres realmente un ser repugnante!
Mi respiración estaba acelerada, mis ojos cerrados y mis puños aún apretados. Un nudo se instalo en mi garganta con unas incontrolables ganas de llorar.
Así… así fue como me hizo sentir toda mi vida, una mierda.
Pensé que estar lejos de él, con el tiempo dejarían de dolor sus palabras, que no tendría ningún significado escucharlo de el. Pero el tiempo no cura nada, solo te acostumbras a vivir con el dolor
