maldita reputación, bendito amor || KookMin

3. Desaparición

22 DE JULIO DEL 2016.

Apenas habían pasado pocos días después de ese día tan espantoso de la vida de Jimin, pero el odio masivo siguió en su contra. Intentó resistir la tentación de no ingresar a sus redes sociales, pero la curiosidad le venció.

Ese error le hizo saber cuán dañado mentalmente estaba por la destrucción de su reputación. Porque no solamente su personalidad estaba dañada, sino también su carrera musical. Había dudas sobre su futuro éxito en la industria musical. Cada enemigo suyo se hacía barrotes de acero, encerrándolo en celdas llenas de odio.

Estaba aterrorizado, asfixiado por esa cadena en su cuello. Nada le devolvería la libertad de decidir sobre su reputación, porque la mayoría le condenó sin haber escuchado su versión de la historia.

Ellos no le creerían. Cualquier palabra en su propia defensa, él no llevaba la razón. Esa dulce amabilidad característica de él era falsa y manipuladora.

No sabía qué pasaría con su vida en el futuro, pero empezaría a intentar llevar el control de las cosas.

Si podía...

Al ser la celebridad más famosa y controversial, tenía a todos los medios de comunicación persiguiéndolo. Incluso sus conocidos más cercanos estaban siendo cazados por la prensa corrupta.

Ni llevaba cinco días desaparecido, ellos habían logrado saber su paradero actual. Todo por culpa de su novio, Park Seojoon.

Jimin estaba ardiendo en ira, esperando la presencia de su novio en el restaurante citado. Seojoon no tomó precauciones, dejándose perseguir por los paparazzis y los periodistas.

Cuando vio a Seojoon ingresar en el restaurante, le sonrió con falsedad. Atravesando el lujoso lugar de cinco estrellas, Seojoon corrió hacia la mesa de Jimin.

—Hola, amor... —le saludó con timidez.

Jimin le fulminó con la mirada, totalmente enfadado.

—¡Estás loco, Seojoon! —le reprochó, moderando su voz—. ¿No pudiste tener más cuidado? Ahora tenemos a quien sabe cuántos paparazzis y periodistas afuera esperándonos para asaltarnos con sus cámaras.

Seojoon asintió, asumiendo la responsabilidad de su error. No debió haberse expuesto tan fácilmente en el momento de abordar en su avión.

—Lo siento, amor... —le dijo con sinceridad.

Jimin suspiró.

—Está bien, pero para la próxima ten más cuidado, por favor —le suplicó—. Ya no quiero estar expuesto así. Todo el mundo quiere verme para tirarme odio. Por eso, no quería reunirme contigo tan pronto, pero tú insististe.

Seojoon se acercó a él, arrodillándose frente a él. Agarró el rostro de su novio para acariciarle con dulzura, transmitiéndole su amor.

—Minnie, perdóname, ¿sí? Yo quería verte para poder pasar tiempo contigo. Además quiero consolarte en este momento complicado de tu vida, cariño. Tu mirada delata tu tristeza.

—Odio mi vida en este momento. Si acepté reunirme contigo es para tan solamente pedirte tiempo. Estoy destrozado, Seojoon. Mi vida ahora está en caos.