7. Whisky

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“Whisky con hielo
Atardecer y vino
Arruinaste mi vida por no ser mío
Eres tan hermoso
No puedo decirte nada en tu cara”

Gorgeous – Taylor Swift

29 DE AGOSTO DEL 2016.

“Este verano es el apocalipsis”.

Mientras lloraba en esa antepenúltima noche de agosto, escribió su sentir en su diario. Aterrado por la mezcla de sensaciones dolorosas clavando su corazón, era incapaz de poder expresar más palabras.

Aún muriendo lentamente, tenía a Jeon Jungkook.

Aquel verano era cruel, pero lo que no le mataba le hacía querer más a Jungkook.

Los sentimientos de dolor y desesperación también le hacían anhelar el amor.

Jungkook estaba ahí, pero él era inalcanzable.

...

1 DE SEPTIEMBRE DEL 2016.

Los días pasaron lentamente en encuentros secretos de sonrisas tímidas y miradas íntimas, siendo envueltos por el sentimiento del romance. Jungkook y Jimin se reunieron cada día en su propio lugar seguro.

Los guardaespaldas de Jimin, también su publicista y su mánager, se encargaron de que la información de la estadía y el paradero de Jimin no fuese revelada. Obviamente hubo rumores de los encuentros, pero lograron desviar la atención de la prensa, filtrando la falsa información de que Jimin se fue a su ciudad natal, Busán.

Así Jimin logró ocultar sus citas con Jungkook, siendo su secreto más preciado y hermoso. Nadie sabía sobre sus encuentros, ni siquiera sus amigos más cercanos. No podían permitirse confiar en cualquier persona, era su acuerdo mutuo para proteger su relación amistosa. Su secreto era especial y delicado.

Esos días se la pasaron contándose sobre sus vidas, pero era Jimin quien más hablaba. Jungkook se mantenía en silencio, sonriéndole y escuchándole en todo momento, regalándole el sincero brillo de su mirada.

Mientras pensaba en el rostro hermoso de Jungkook, miraba su reflejo en el espejo del tocador. El maquillaje elegante y sutil hacía relucir su rostro. El brillo labial plateado resaltaba tenuemente sus labios. Sus párpados con sombras oscuras y piedritas brillantes, regalándole más seducción y belleza a su mirada. Arregló su cabello rubio platinado con espray de fijación, haciéndolo esponjoso y ondulado con el peine.

Quizás con ese maquillaje podría irse a alguna premiación o algún evento de música, pero no era así. El evento de esa noche era mucho más especial, porque era el cumpleaños de Jeon Jungkook. Quería sorprenderlo con su belleza.

Ni siquiera debería estar haciendo eso, pero su corazón anhelaba seducir a Jeon Jungkook. Jimin estaba seguro de arriesgar todo por él. Estaba olvidando los nombres de sus ex novios, siendo dominando por Jungkook.

Su reputación también le precedía con Jungkook. La lista de romances del cantante le censuraba de ladrón robando corazones, huyendo sin pedir perdón.

Incluso había soñado demasiado con Jungkook en las últimas noches, viendo ilusiones de besos y caricias pasionales con sus cuerpos desnudos. Muchas veces quiso confesarle sus sueños, pero se calló.

—¿Qué demonios estás pensando, Park Jimin? —se reprochó a sí mismo—. Jungkook nunca se enamoraría de ti.

Su celular se encendió, sonando el tono de llamada de Seojoon. Había hablado con él sobre la posibilidad de verse en persona muy pronto, pero faltaba coordinar qué día. Esa llamada sería el inicio del final de esa relación. Ya no podía seguir fingiendo amor por él. Era incapaz de sentirse cómodo con él, teniendo esa relación demasiado pública.

maldita reputación, bendito amor || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora