Amor Incomprendido - Imagina con Jennie

Preocupación

– Saber que él está por ahí, me tiene inquieta... – Susurré.

– No te encontraba – Dijo Jennie con una gran sonrisa.– Te compré esto en la cafetería... – Se sentó a mi lado.

– No tenías que hacerlo... – Dejé un beso en su mejilla.

– Oye... he notado que has cambiado bastante... estos pequeños detalles son mi forma de agradecerte... – Sonrió un poco sonrojada.

– Puedo entender eso... a lo que me refiero, es que no es necesario que gastes dinero – Miré la comida.– Dime, ¿Qué quieres comer primero?

– Lo traje para ti... – Tomó mi mano.

– Quiero compartirlo contigo – Sonreí.

– ¡Que envidia!, _______ es un verdadero amor con Kim... – Susurró una chica.

– Además, me hiciste muchas cosas en esas vacaciones... – Susurré y Jennie dio una pequeña sonrisa traviesa.– ¿No crees que complacerme fue suficiente?

– Claro que no... eres mi novia, tengo que hacerlo... – Tocó mis labios con su dedo pulgar.

– Creo que debo cambiar tu concepto de novia... – Reí.– Entre tú y yo, no hay ningún tipo de trato que diga que debemos hacer... lo hacemos porque queremos... además, lo hacemos con amor... – Abracé su cintura.– Por cierto... – Me alejé de ella y tomé mi mochila.– Es sobre la falda que tienes puesta.

– ¿Qué tiene mi falda? – Preguntó un poco molesta.

– En realidad no tiene nada de malo... solo quiero que tengas cuidado... – Saqué una navaja de mi mochila y se la di a escondidas.– No te sorprendas, más de uno tiene una... – Susurré en su oreja y dejé un beso en su mejilla.

– Gracias... – Dijo algo asustada.– Intentaré dejar de vestirme tan provo...

– Shhh... – Fruncí el ceño.– Vístete como quieras, conmigo puedes estar segura, no te preocupes...

– Pero no siempre estás conmigo... – Hizo un puchero.

– Solo quiero que estés cómoda... – Miré sus piernas.– Por cierto, está haciendo demasiado frío, ¿Por qué no trajiste pantalón?

– Bueno... – Sonrió avergonzada.– Pensé que te gustaría tener acceso más fácil...

– Jennie... – Reí.– Siempre seguiré siendo la persona prudente y respetuosa, hablando de estos temas, nunca te tocaria en un lugar que no fuera solo de nosotras dos... ¿Sí?

– Está bien... – Me abrazó con fuerza.

– Dime, andas un poco rara hoy, ¿Pasa algo? – Di palmadas en su espalda.

– ¿Por qué asimilas que tengo algo? – Frunció el ceño.

– ¿Eh? – Me alejé de ella y la miré a los ojos.– Mejor come, eso te pondrás feliz.

– Hace unos segundos estaba fel... – Hizo una mueca de dolor.

– Jennie... – Dije preocupada.– ¿Qué pasa? – Tomé su mano.

– Nada... – Dijo un poco desanimada.

– ¿Estás menstruando? – Pregunté mientras hacía presión en su vientre y ella asentía.

– Me llegó en la segunda clase... – Dijo triste y puso su cabeza en mi hombro.

– Ya veo... – Tomé mi mochila.– Toma – Saqué una caja de pastillas.– Las compré para Rosé ya hace un tiempo, toma una.