La pequeña flor de BTS | Imagina con BTS

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- Como sabes no puedo prometerte una vida exitosa, se que te has esforzado mucho durante este año en la empresa, he visto tu avance y estoy orgulloso por ello, pero aún así no puedo prometerte una larga carrera ni mucho menos que será fácil.- Dijo seriamente

- Lo sé y soy consiente de ello, desde un inicio supe a lo que me arriesgaba al entrar aquí y estoy dispuesta a afrontarlo, no se preocupe por mi se cuidarme bien.

- En ese caso, mañana les avisaremos de tu llegada, como sabes no puedes decir nada acerca de tu contrato, en caso de que algo salga mal es la única manera en que todos estén a salvo.

- No se preocupe no diré nada, pero eso quiere decir que ¿pronto voy a debutar?- la emoción era evidente en mi voz.

- Así es, si todo sale conforme a lo planeado debutarías iniciando el 2017, o sea dentro de un mes.

- Muchas gracias por la oportunidad, debo volver a mis entrenamientos para poder llegar temprano a casa y avisarle a mis padres- hice una reverencia antes de salir- muchas gracias de verdad.

Llevaba un año entrenando secretamente en la empresa, digo secretamente porque nadie sabia que yo era trainee, todos mis entrenamientos eran privados y procurando que nadie me viera, todo esto era parte del contrato que firme al llegar a la empresa y como ven hoy me dieron la noticia que pronto debutaría  aunque no como solista sino como la octava miembro de BTS, el grupo del cual había bailado una canción en mi escuela.

Llegué cerca de las 11:00 pm a casa y mis padres me estaban esperando para cenar, todos en mi familia somos muy unidos, con mi hermana menor nos llevamos siete años pero nos queremos mucho y hacemos casi todo juntas, mi relación con mi papá mejoro mucho cuando me enseño a tocar la guitarra y con mi mamá siempre fui muy unida, no veo un futuro sin ella a mi lado, estas tres personas son pilares fundamentales en mi vida.

- Buenas noches hija, siéntate a cenar, hoy te vez muy feliz ¿ocurrió algo bueno?- dijo mi madre.

- Te tenemos buenas noticias- dijo mi padre muy feliz.

- Hoy ha sido un gran día, los entrenamientos cada vez son más difíciles pero como me han dicho ustedes nada que valga la pena es fácil- dije mirando a mi familia- yo también tengo buenas noticias que darles.

- Bueno pues, cenemos y después damos las noticias importantes del día- dijo mi madre terminando de servir.

La cena ocurrió tranquila entre uno que otro chiste de parte de mi hermanita, ella era la alegría de la familia que siempre nos hacía reír. Al terminar y después de ayudar a recoger la mesa nos sentamos en la sala para comenzar a dar las noticias.

- Empieza tu hija, se ve que no puedes contenerte ni un segundo más- dijo mi papá riéndose de mi.

- Hoy me dieron buenas noticias acerca de mi debut- hice una pausa para generar suspenso- mañana les avisarán a los chicos acerca de mi llegada y debutaré entrando el año- dije dando saltitos de felicidad por toda la sala y no pude evitar dar pequeños gritos de felicidad.

- No pareces de 16 años- dijo mi hermana mirándome raro- por eso digo que yo soy la mayor solo que nací después.

- Calla pequeña- le dije con cariño pues la verdad no era tan pequeña de estatura, con nueve años era casi de mi tamaño y ella se burlaba mucho de mi por eso.

- Hija no te emociones mucho- dijo mi madre mirándome muy sería- sabes que desde un inicio no me gustó que entrarás a un grupo de chicos, además tu padre tiene una noticia importante también.

- Bebé, me informaron en mi trabajo que se acabo el tiempo aquí en Corea, debemos volver a México dentro de tres días para comenzar mi trabajo allá- dijo viéndome a los ojos- me temo que no podrás debutar como tu querías, mañana debes hablar con el CEO y decirle que no puedes, que debes volver a tu país.

Toda la emoción y felicidad que sentía se esfumó en un segundo, mis ojos se llenaron de lagrimas y comencé a sentir una presión en mi pecho, había trabajado muy duro durante este año para llegar a este momento, todas mis tardes y parte de la noche la pase entrenando para mejorar mi baile y canto, fines de semana dentro de una cabina donde maestros entraban y salían ayudándome a mejorar, heridas menores y un poco graves por el esfuerzo que ponía al bailar, tantas lagrimas derramadas, tanto sudor que corrió por mi cuerpo durante los ensayos, tantas noches sin dormir por la incertidumbre del futuro, mi adolescencia dedicada a entrenar y ahora me dicen que todo ese esfuerzo a sido en vano, todas esas horas habían sido desperdiciadas, no estaba de acuerdo.

- Lo siento pero no puedo renunciar ahora, firme un contrato con la empresa, mañana todo por lo que trabaje durante este año dará frutos, estoy a poco de debutar- voltee a ver a mi madre- se que no te agrada que trabaje con un grupo de chicos, pero esta es la oportunidad que me dieron, tu sabes todo lo que he trabajado para poder lograrlo- dije mientras las lagrimas comenzaban a deslizarse por mi cara.

- Hija, eso no es seguro tu misma lo sabes, en caso de que salga mal la única que saldrá afectada eres tu y lo sabes- dijo comenzando a molestarse- deberías de estar feliz porque vamos a volver, ¿acaso no extrañas a tu familia y amigos en México? pues nosotros si y estamos muy feliz de volver, así que mañana mismo renunciaras a ese lugar o te quedarás sola en este país pues nosotros no pensamos quedarnos- finalizó mi madre muy enojada, después se fue a su habitación llevando a mi padre con ella y mi hermana no tardo en encerrarse en su cuarto también.

Nunca me espere esa reacción de su parte, se que no estaba feliz cuando le dije que trabajaría con siete chicos pero se veía feliz cuando le contaba de mis avances. Nunca había peleado con mis padres, siempre había hecho todo lo que querían para verlos felices, por una vez en mi vida hacía algo que a mi me llenaba de felicidad y me trataban de esta manera, toda la cercanía que sentía hacía ellos acabo en ese momento, los pilares que me sostenían se estaban derrumbando.