Capitulo 8

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Daniel había actuado con bastante agilidad, en cuanto la puerta principal se abrió y vió a Emma desmayarse no dudo en alcanzarla.

Entre sus brazos el cuerpo de la Castaña parecía temblar, y como si fuera programado la mano de la Ojimiel fue a su pecho y se enroscó en su playera.

Un acto simple que para Daniel significó tanto, ese agarre le trasmitió una petición de ayuda y un acto de confianza, una forma de decirle a él que ella estaría segura con él.

Tal vez su mente estaba divagando, al fin de cuentas estaba cansado, no fisicamente pero si mentalmente, luego de la platica con el Director, tenía muchas cosas en la cabeza.

Después de haber llamado a "Ojo Loco", recibió al enfermero Rupert en su consultorio, estaba pálido y nervioso.

Pero luego de una hora el pelirrojo le había revelado a Daniel que había la posibilidad de que la Paciente hubiera robado su credencial, la cual sirve también como tarjeta de acceso exclusivo, y con la cual ella podría escapar por el elevador privado que da a la Morgue y a una salida externa solo para el personal autorizado.

Daniel le había regañado duramente, incluso le hizo sentir tan mal, que Rupert permaneció con la cabeza agachada todo el tiempo, pero al final en un acto inesperado Daniel le prometió callar el error cometido a cambio de que le informara todo lo relacionado con el Comité Salud y el hospital.

Daniel sabía que Rupert era conocido por ser muy chismoso, aunque nunca lo había comprobado, y la única persona que le había hablado de él era la Doctora Bonnie cuando coincidieron en un almuerzo y a él no le había quedado de otra que soportar estar ahí.

Rupert había salido de su consultorio tan pronto habían llegado al acuerdo, mientras Daniel bajó decidido a la Sala de Emergencias y habló con el Doctor Gambon, el encargado, y le pidió el favor de permitirle entrar tres horas tarde, con la promesa de reponerlas al día siguiente.

El Doctor Gambon al tanto del problema con la paciente "fugitiva", como ya le habían apodado a Emma, aceptó darle el permiso.

Daniel al escuchar el sí, corrió a su camioneta y manejó casi como loco hacia la residencia de su Padrino, necesitaba respuestas y las quería ya.

Al llegar ya tenía todo un discurso planeado para Gary, había previsto tantos escenarios y buscó la solución a todos con el objetivo de saber la verdad, más nunca imaginó ver a su paciente "fugitiva" y a su Padrino a un lado.

Daniel se incorporó con dificultad sin soltar a Emma.

—¿Daniel? ¿Qué.. qué haces aquí?— preguntó Gary.

El Doctor lo ignoró, y ya una vez de pie, se acomodó a la Castaña y caminó a la salida.

—¡Espera Daniel! ¡¿Qué haces?! ¡¿A dónde vas?! ¡¿A dónde la llevas?!— gritó Lord Oldman detrás de Daniel.

El Doctor detuvo su caminar y volteando solo su cara ligeramente dijo —¿A dónde más? ¡Al Hospital!—

—¡No! No puedes hacer eso.. — negó Gary bruscamente.

—¡¿No?! Solo mírame hacerlo—

Gary como pudo se interpuso entre Daniel y la camioneta y dijo —Por favor Daniel, no puedes llevarla allá.. corre peligro—

—¿Qué? No otra vez con tus historias, las primeras veces eran graciosas pero ya no.. así que quítate, necesita atención médica..— dijo con molestia Daniel.

—No, no es nada de eso.. escucha, llévala adentro y tu.. ¡Tu eres Doctor! Tu atiéndela.. pero aquí.. — rogó Gary

—Bueno ya, hazte a un lado Gary, la llevaré al Hospital, allá puedo atenderla.. ademas aquí no hay material de curación o medicinas..—

Un corazón que sanar (DREW)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora