Nayeon es una joven, una Omega pura con dieciocho años que esconde su aroma entre supresores solo por el miedo de ser marcada.
Probablemente cambie cuando una alfa empiece a defenderla, el verdadero reto es seguir de pie.
¡Momo¡ ¡Top! ¡Alfa! ¡Nayeon...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Su nariz pequeña parecía olfatear el aroma fuerte a café, suave.Y cerca, como si pudiera hundirse en los brazos de quien lo portaba.
Abrió sus ojos poco a poco, sintiéndose feliz al tener a su mayor a su lado apresandola con un agarre en su cadera.
Respiro profundo, inhalo el aroma que le encantaba y cerro de nuevo sus ojitos aferrándose al pecho firme.
- Ya paso el efecto - La voz grave de su mayor la hizo sonrojar - No vuelvas a ocultarte, no de ese modo.
- Solo no quería molestar - Susurró.
- Bebé, no eres una molestia. Admito que me pase hablandote de ese modo, no lo volveré hacer. Estaba enojada con otros asuntos y no quería desquitarme contigo.
No dejó se sentirse feliz, de todos modos, tenía aún a Momo a su lado y era lo único que le importaba.
- Me asuste...
- Dime que puedo hacer para que me perdones - Se alejo, y recordó algo que seguramente no seria bueno para el momento.
-Me dejaste solita cuando te necesitaba.
- Nayeon....
- Me levantaste la voz.
Eran pequeños datos, como si subiera el costo de lo que le hizo.
– Nabong, ¿quieres que sea tu esclava? porque lo seré si asi tengo tu perdón.
- Hiciste que llorara de nuevo.
- Nabong... Alargo su nombre mostrando sus manos juntas en piedad.
– Pero.., estas aquí. Y dormiste conmigo, estas pidiendo perdón. Esperas que una Omega herida te perdone.
— ¡Nayeon!, no seas tan cruel... Puchereo.
Era raro ver a una alfa aclarando perdón.
Pidiendo con ojitos llorosos que su Omega no la tratara mal, solo porque la amaba. Era lindo, y Nayeon entendió. Que después de todo lo que llegara a hacer, siempre estaría ahí.
-Soy una mala alfa, lo sé. Pero te amo, y siempre que haga algo malo, estaré a tus pies pidiendo perdón. Estaré besando tus labios solo para hacerte sonreír, te molestare hasta que un te amo salga de tu linda boquita.
Los bracitos de Nayeon la rodearon dejando de lado las palabras. El reclamo de la menor y todo lo que debia de hacer para aceptar.
- Solo prometeme algo..- su mayor apretó su cintura hundiendo su nariz en el cuello de su menor.
Se sentía tranquila, ahora la fresia estaba presente. Y eso de gran manera hacia que su lobo se sintiera orgulloso, ¿Como no estarlo? Nayeon era hermosa. Más llamativa que los demás Omega y con una actitud diferente a todos.
- Lo que sea - Sí, haría lo posible por quedarse con ella.
— Tus problemas son tambien míos, no me trates como una niña y me dejes fuera de las dificultades.
