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¿Puedes sentir esa incomodidad cuando no usas desodorante y sabes que tienes un sudor fuerte? bueno, era algo así lo que sentía

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¿Puedes sentir esa incomodidad cuando no usas desodorante y sabes que tienes un sudor fuerte? bueno, era algo así lo que sentía.

Solo que en lugar de un olor fuerte de sudor, era el aroma natural de su cuerpo. La peonia, y fresia en todo su esplendor.

Incluso los demás parecían verla con sorpresa, y otros con deseo.

Ella, solo podía sonreír con la mano enlazada a la grande de Momo. La única que podía disfrutar el aroma fuerte.

Mientras su marca se dejaba ver sobre la abertura de su cuello y hombro, fresca y resplandeciente. Con el aroma a café en su alrededor.

Aún así, podía saber por las miradas de los alfas no la dejarían en paz, que incluso iban a molestarla.

Nego, su pareja estaba con ella, aun con trabajo, ambas manteniéndose y sobreviviendo de lo poco que ganaban. Pero seguía a su lado.

Esperando impaciente salir de la Universidad y obtener su título para poder trabajar en algo mejor.

- Vendré por ti en una hora, después nos tocara las siguientes clases juntas. Excepto al final, pero te esperaré. ¿De acuerdo?

- Uhum, entendido - Sonrió, era divertido que su mayor la cuidara.

- Bien, no olvidaste los trabajos ¿verdad? porque solo es esta semana y otra mía para mi tesis. Después de la tuya y saldremos.

- Ya tengo mi tesis, solo falta correguir algunas cosas. En unos días la entregaré - - Comentó bajito.

- Esa es mi chica linda - Propuso orgullosa dejando un beso en su mejilla y otro en sus labios para acariciar su cabello - En una hora entonces...

Se separó, alejándose sabiendo que Nayeon estaría bien y prometiendo volver por ella si sentía la marca tensa o algo parecido.

Debia protegerla, odiaba verla llorar. Lamentarse y observar también sangre o heridas en su pequeño cuerpo.

No, aceptaba las marcas de su avoplamiento en el sexo. Pero las demás no.

Suspiró, debía tranquilizarse. Todo estaría bien, al menos hasta finales de enero. Donde aún no tenía bien definido donde llevar a su menor a comer, tal vez una cita en noche buena sería algo que alegrará a su pareja.

De todos modos, iba a regalarle un pequeño anillo, uno en promesa. Que implicaba casarse al menos por la ley y en unos años al tener más dinero y comprarle una linda casa de forma más oficial hacer una celebración grande o pequeña.

Solo quería verla emocionarse, sonreír y saltar por lo hecho.

Seis semanas y odiaba el trabajo, su tesis había sido más larga de lo que creyó

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Seis semanas y odiaba el trabajo, su tesis había sido más larga de lo que creyó. Sin embargo la termino y corrigió para entregarla, por lo tanto solo debe esperar.

Aunque no era momento de pensar en eso cuando su novia estaba recibiendo su reconocimiento enfrente de varias personas.

Se estaba graduando, con una emoción fuerte. La misma que pudo saber gracias a la marca y la conexión de sus lobos.

Tomó algunas fotos, estirando sus brazos cuando su menor corrió a ella y se lanzó feliz a su pecho.

- ¡Lo hice! ¡Por fin puedo dejar de leer todas esas cosas aburridas! - Grito contenta.

Y ella, bueno. Solo rió por lo linda que se veía en ese momento.

Su cabello castaño, ojos brillantes color de miel y ese aroma lleno de emoción. La amaba, todo de ella y estaba orgullosa de verla feliz, tan dispuesta a mejorar.

- Tengo mi título, ya puedo trabajar en lo que más me gusta. Aunque claro, primero te espero a tí para poder entrar a una empresa y diseñar.

- Me parece buena idea.., pero no debes esperar. Cariño..- Tomo las mejillas con delicadeza dejando el roce de sus labios, Nayeon no lo sabía, pero su alfa se moría por llegar a casa y tenerla en la camita abrazadas hasta el siguiente día - Estoy orgullosa de ti, de todo lo que hasta ahora has logrado. De lo linda que eres y como pudiste soportarlo. Te amo.

- Momo - Sus lágrimas bajaron, era casi imposible no llorar al recibir esas lindas palabras.

Se dejó enredar entre los brazos fuertes, llorando por alegría y ese calor bonito en su pecho ser liberado.

No sólo podía gritar que la amaba, también que la idea de tener una marca en su hombro como un regalo era lindo. Que adoraba verse cada mañana y verla. A veces fresca, en otras ocasiones no tanto.

Se avergonzada un poco si recordaba lo que habían hecho hace tiempo, aprovechar cualquier día y disfrutar de su placer. Dejar de lado el cansancio para dormir más agotadas.

- También te amo, gracias por estar aquí.

Ya tenía una idea muy bonita para proponerle matrimonio, tal vez muy pronto. Había miedo, de que Nayeon le dijera una negación como respuesta y la alejara de su vida.

Lo que se repetía, era el amor que la misma Omega le había prometido. Y en cada día, estando si o no en cama se lo decía en su oído. En susurros, en jadeos. En gritos llenos de placer o gritos de diversión.

Era fácil, Nayeon la amaba. Tanto su parte humana como lobezna.

- Nabong, vamos a celebrar. ¿Te parece?

- ¡Me parece perfecto! - Total, faltaba solo días para la noche buena. Y debía preparar todo.

Solo tal vez esperaba que todo saliera bien. Que su novia sintiera y aceptara. Sino, seria en vano.

Te quiero, conmigo para siempre.

Te quiero, conmigo para siempre

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~Lazo~// NaMoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora